Lunar Waltz / ls

Capítulo 4

Una de las cosas que a Louis más le gustaba de Frances era que ella nunca criticaba la forma en que comía. Louis sabía que aún no había perfeccionado toda la delicadeza necesaria para comer de una manera adecuada y elegante, pero ella nunca se inmutaba cuando él utilizaba el cubierto equivocado u olvidaba cómo doblar su servilleta. Así que no estaba realmente preocupado por eso ni por el hombre sentado frente a él con ojos asustados y rostro pálido. Lo que en realidad preocupaba a Louis era el alfa de mal genio, cuyos ojos penetrantes estaban fijos en sus manos débilmente temblorosas.

"Te preguntarás qué estás haciendo aquí," preguntó el duque, entrecerrando los ojos un poquito mientras Louis jugaba con su postre antes de mirar directamente a Richard.

"Harry, honestamente, ¿tienes que asustarlo?" Frances se quejó con pesar.

"Bueno, sí que tengo, hermanita. Después de todo, este es el hombre que pensó que sería una gran idea involucrarse contigo."

"Lo siento mucho, su excelencia, yo- yo sé que me ve como un inútil y que mi rango no es tan bueno como lo que esperaría del alfa cortejando a su hermana, pero soy un alfa muy trabajador y estoy profundamente enamorado de Frances." Richard dijo con una cara pálida. Louis tuvo que felicitar al hombre, estaba frente a uno de los alfas más temidos y aún mantenía un poco de calma en sus facciones. Miró a Frances, con ojos llenos de amor. "Ella es la omega más brillante y maravillosa que he conocido."

"Frances no necesita un alfa de alto rango, necesita uno bueno, con buenos valores. Un alfa que la respetaría, ¿es usted así, señor Donovan?"

"Lo estoy, estoy ciegamente enamorado de ella, ella me hace la mejor versión de mí mismo."

El duque y Louis soltaron un bufido sardónico al mismo tiempo. Se miraron durante unos segundos antes de que Frances exclamara un exasperado "¿Qué?"

"Puedo ver tus buenas intenciones, pero ¿sabes lo que también está lleno de ellas?" Lord Styles reflexionó. Richard negó con la cabeza. "El camino al infierno. ¿Qué va a pasar el día en que mi hermana deje de ser la omega más brillante y maravillosa que hayas conocido? Solo la has visto unas pocas veces y le profesas amor, pero ¿la conoces? No siempre es flores y arcoíris, es terca y tiene más días malos que buenos-"

"¡Harry!" Frances exclamó, mortificada.

"No siempre se reirá de tus bromas y habrá días en que ni siquiera querrá mirarte. ¿Qué pasará cuando la fantasía se desvanezca y lo único frente a ti sea un ser humano muy encantador pero con fallos? ¿Seguirías siendo la mejor versión de ti mismo? Porque no me importan tus títulos ni tu rango, ni cuánto ganas ni cuántas horas trabajas. Me importa cómo tratarás a mi hermana, no en los días buenos, sino en los malos."

Un silencio ensordecedor rodeó la mesa antes de que Richard se aclarara la garganta. "No soy un santo, mi señor," dijo, con voz tranquila pero segura. "y sería un tonto si pensara que siempre me sentiré como me siento ahora. Sin embargo," añadió rápidamente y antes de que Frances se quejara. "No miento cuando digo que estoy enamorado de ella. Soy consciente de que el amor no lo es todo, pero es un buen comienzo. Si ella me da la oportunidad," dijo Richard mirando a su futura esposa. "La amaré en los días buenos y malos, intentaré amarla hasta mi último suspiro."

"Intentar no es suficiente," gruñó el alfa con voz severa.

"Yo creo que lo es," dijo Louis, frunciendo el ceño a su plato.

"¿Crees?"

El tono de Lord Styles sonaba extraño, por lo que Louis sintió la necesidad de mirarlo directamente, solo para ver si había cruzado la línea. Sin embargo, tan pronto como sus ojos se encontraron con los del alfa frente a él, lamentó su decisión. Fácilmente pudo ver algo parecido a la diversión bailando en los ojos del duque, una diversión que hizo que sus entrañas se llenaran de indignación.