Semana LeviHan

𝐵𝒜𝐼𝐿𝐸

Una misteriosa chica apareció en el gran salón del palacio. Para la época ella llevaba el vestido más revelador de la fiesta. Telas finas cubrían ese esbelto y tostado cuerpo, a excepción de la larga pierna de la fémina y un escote bastante pronunciado. Sin duda una gran tentación para los varones presentes y la envidia de todas las distinguidas damas.

Hanji sabía que era parte del plan. Llamar la atención haría sin duda que el objetivo se percate en ella.

Caminaba cerca a las paredes adornadas con bellos tapices, observando a su alrededor con suma cautela e ignorando los susurros de las distinguidas y refinadas señoras.

Rechazó a un par de varones quienes la invitaron a bailar, pero al tercero no; sus ojos grises y su seductora voz le realizaron una petición que sin duda ella no podría desaprovechar, era su oportunidad.

- Señorita- se le acercó un bajo azabache, con el rostro cubierto por un antifaz, negro como su elegante traje - ¿Bailaría la siguiente pieza conmigo?- preguntó extendiendo su blanca mano hacia la castaña. 

- Sería un placer- sonrío y su mano tomó la del varón. Fue entonces dirigida por él hasta la pista de baile, sobre el pulcro suelo de mármol, donde las demás parejas estaban paradas esperando a que la música empiece.

- Considero que su vestido fue una buena elección- dijo el varón tomándola de la cintura - Su cuerpo se ve muy bien en él- la apegó a su cuerpo.

- Agradezco su alago- respondió con una sonrisa entre sus labios color carmesí, tomando la mano de su pareja.

- ¿Hubo alguna razón en especial para utilizarlo en este baile?- preguntó empezando a mover sus pies al son del compás.

- Es una fiesta de antifaces- sus ojos color avellana se encontraron el frío acero de los de él - Nadie sabe quién soy así que decidí dejar relucir mi álter ego.

El azabache se sintió atraído por la castaña desde que ella ingresó la salón, como cualquier varón presente. Sin embargo, ver sus ojos hizo que sienta algo más que solo atracción, el brillo de estos hizo que su corazón acelerara; sentía que ya los había visto antes.

Hanji sabía quien era él, Levi Ackerman, perteneciente a una familia muy cercana a la realeza. No era necesario ser adivina para darse cuenta de ello, su apariencia física lo delataba notoriamente. 

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- Erwin, no harás que me ponga este vestido - mencionó la castaña yendo detrás de un alto rubio. - ¿Por qué no mejor mandas a Nifa? Sabes que también puede hacer un excelente trabajo.

- Hanji- dijo Erwin deteniendose al frente de una puerta, entrada a su habitación - Tú sabes bien que la especialidad de Nifa es el espionaje, no hay nadie mejor que ella para obtener información; pero tú destacas en tu total astucia. Eres la única que puede ser gran distracción para Levi Ackerman y es necesario que esta operación termine con éxito.

"Alas De Libertad" era un grupo de criminales altamente buscados en París, conocidos por el robo de joyas y atentados contra la realeza. Esta noche se celebraría un gran baile en honor a la familia Tybur por la presentación oficial de la hija heredera Lara Tybur.

La celebración de los camaradas sería el exitoso robo del dije de esmeralda, posesión preciada de la realeza. Gracias a las investigaciones del grupo, de concluyó que la piedra preciosa estaría en posesión de los Ackerman. Habían ideado un plan tan detallado que no permitiría darle pase al fracaso.

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Mientras el tiempo corría sus pies ya no se encontraban en la pista de baile, sino en uno de los balcones de la casa real. De un momento a otro ellos llegaron a intercambiar unos cuantos besos, suaves y tranquilos; no recordaban quien empezó, pero estuvieron deseosos de más. Sus labios empezaron a aumentar su rapidez. Levi acariciaba la larga y bronceada pierna de Hanji con una mano y con la otra, la tomaba por su estrecha cintura. La castaña se apoyaba en los balaustres del balcón; sus finos dedos se enredaban entre el cabello oscuro de Levi, profundizando sus besos. 

Ambos se separaron para tomar aire, el antifaz no dejaba verla bien, pero podía percibir el rojo color que pintaba las mejillas de la piel canela. Su mano acarició su barbilla y fue subiendo hasta tocar la máscara morada que cubría parte del rostro, tuvo la intención de quitársela, sin embargo, la castaña lo detuvo.

- Lo siento, pero no- dijo firmemente mientras apartaba la mano de Levi de su rostro. 

Hanji ya había obtenido la joya durante el baile; sin embargo, decidió permanecer con el azabache. Sabía que tenía tiempo y algo en aquel apuesto joven llamaba su atención. Conocía la historia de los Ackerman a la perfección, una poderosa familia encargada de la seguridad de la familia real, los hijos especialmente preparados para situaciones conflictivas y duras peleas. Levi era la revelación entre todos, incluso tuvo un enfrentamiento con Erwin saliendo este último bastante herido.

Fue solo un segundo, suficiente tiempo para que Levi pueda tomar sus manos y acorralarla en la pared del balcón. A pesar de la diferencia de tamaño entre los dos, Hanji estaba agachada frente al Ackerman.

- No creas que no sé quien eres - le susurro en el oído. - No olvides lo que ocurrió con tu compañero y créeme, no tendré consideración solo porque eres una dama o mejor dicho BellaDonna.

La sorpresa estuvo oculta tras el antifaz de la castaña, la había descubierto. Hanji no siempre salía en los enfrentamientos, su virtud era la magnífica inteligencia, aunque sabía defenderse muy bien en los combates cuerpo a cuerpo, no participaba mucho en situaciones así, incluso ella prefería realizar estrategias que en su mayoría eran exactas y eficientes.

- Me sorprende que hayas tardado tanto en descubrirme, Levi Ackerman- dijo con gran seguridad, maquinando rápidamente una salida. - No te confíes, podrás ser más fuerte, pero jamás serás más inteligente. - Una vez dicho esto, la castaña pisó la basta de su falda y un ligero humo empezó a surgir. Un golpe bastó para separarse de su rival. -Tomaré esto- la castaña pasó su costado tomando rápidamente el cravat del varón.

Hanji estaba a punto de saltar por el balcón, cuando sintió la mano del Ackerman tomarla por la muñeca y de pronto sintió el golpe en su espalda, había sido impulsada hacia la pared. - No te dejaré ir tan fácil.

Desconcertada, miró al muchacho quien empezó a tambalearse, el gas había hecho su trabajo. Suspiró aliviada y con mucho dolor se incorporó. Se quitó el antifaz y se acercó al joven quien se veía sudoroso y agitado.

- Agradezco mucho la magnífica velada de hoy, pero presiento que no estaremos solos por mucho más tiempo - lo miró fijamente y le entregó su antifaz, junto con un pequeño frasco con un líquido oscuro al lado. - Buenas noches - Dicho esto saltó por el balcón.

La castaña paró, estando ya a una distancia considerable entre el palacio y ella. Inconscientemente tocó sus labios ya despintados por la agitada noche y una sonrisa apareció de inmediato. Ese hombre, a pesar de haber sido por un corto tiempo, comenzó en ella un gran sentimiento de lujuria.

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Despertó con los ojos pesados, sentía los labios resecos y un fuerte dolor punzaba en su cabeza.

- No te levantes - Reconoció la tierna voz de tu madre y sus ojos se dirigieron a la mujer sentada al lado suyo.

- ¿Qué pasó? - preguntó confundido.

- Te hallamos tendido en el suelo... - sus palabras fueron cortadas por la gruesa voz de un familiar más.

- Esos malditos te envenenaron y se llevaron la esmeralda de los Tybur - Levi posó su mirada sobre un ya mayor Kenny quien estaba recostado en la pared con el ceño fruncido. - ¿Qué mierda pasó?

- Los doctores dijeron que felizmente pudiste ingerir el antídoto rápidamente- sollozó Kuchel mientras tomaba la mano de su hijo.

Levi empezaba a recordar la noche con BellaDonna, aquel gas era, entonces, un veneno. Recuerda también el haber bebido del extraño frasco que se dejó junto al antifaz; esa mujer le dio el antídoto, dejando abierta una revancha que Levi no estará dispuesto a perder.

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Hola mariposas, esperando que se encuentren bien. Ya hace mucho que no escribo nada, pero decidí terminar este one-shot que seguía en mi borrador desde la epoca de Cristo JAJAJAJA.

¿Qué les pareció? Espero escribir muchas más cosas. Besitos, queridos. <3

Annita