My R. [Killugon]

04: Gon Freecss.

Capítulo 04: Gon Freecss.

Enterarte de cosas personales, por medio de un noticiero de rutina, el cual hablaba sin escrúpulos de un chico que se lanzó de la azotea de su escuela. Era simplemente agobiante y traumático, al menos así lo consideraba yo, supongo que no prestas demasiada atención a lo antipático que era la televisión, hasta, que desgraciadamente llega el día, que tú mismo estas conectado con la noticia.

Recuerdo cómo se me fue el aire de los pulmones, pero que inútilmente intentaban seguir con su función, pero yo no tuve atención para nada, menos al ver tu trágica decisión por una simple pantalla. Recuerdo no haberme importado las amenazas de Illumi, o los gritos preocupados de Alluka, quien de hecho tiro de sus manos los platos que estaba cargando al ver la televisión, ni siquiera a mi abuelo regañando a mi hermano mayor, para que me dejara ir.

Te deje ir, para saber que mis decisiones no fueron las correctas. Solté tu mano para saber que necesitabas que la sostuviera más que nunca.

Pero, para cualquier cambio de pensamiento, el tiempo estaba en mi contra, pues no se podía devolver.

Yo ya arruiné tu vida, tú ya te lanzaste de aquel establecimiento, cualquier intención de detenerte, no iba a llegar demasiado lejos, pues estaba hecho, y los hospitales ya habían confirmado tu muerte.

Recuerdo como en un ataque, el pánico fue lo único que fui capaz de sentir. Destruí todos los platos, que se habían puesto prolijamente en la gran mesa de madera, Alluka gritaba que me detuviera, pero en ese momento ni ella fue capaz de hacer nada.

Luego de eso, abrí la repugnante puerta de aquella detestable mansión, encontrándome cara a cara de la familia Hollaburn. Sabía que ellos no tenían la culpa de mi asquerosa familia, pero no podía evitar querer depositar la culpa en terceros.

—Retz, todo se acabó aquí.

Fue breve y preciso, suficiente para la colera y para la confusión de ambas familias. Ellos desconocían, que realmente la única razón por la que yo seguiría con ella, ya no estaba.

Si, realmente la única razón de llevar un compromiso con ella, en contra de mi voluntad, fue aquella amenaza de mi hermano mayor, pretendiendo perjudicar el bienestar de Gon.

Aquel día decidí, que, si quería darle un futuro digno de él, debía alejarme, que no podía conectarlo con mi familia. No obstante, eso fue un error, y soltar tu mano, fue tu punto de quiebre.

Necesitaba verte, a pesar de lo dañino que eso se volvería en un futuro. Pero era necesario sentir tu frío cuerpo, tu cuerpo inmóvil, ver como estabas dentro de una hermosa caja de madera, dispuesto a irte. Pero, aun así, estoy seguro, que mi mente sería incapaz de asimilar las cosas, comprender decisiones, que tal vez nunca olvidare.

¿Era hipócrita? La verdad si, hice de la vista gorda cuando te maltrataron. Siempre supe que ellos andaban detrás tuyo, esperando el momento de quiebre. Prometí nunca dárselos, no obstante, lo hice.

Pensé que todo eso sería mejor, en lugar de lo que era capaz de hacer aquellas siniestras personas con las que compartía sangre. No pensé que para ti sería tan horrible, como para llegar a ese punto.

Siempre escuchaba a las personas hablar de los apellidos, de la diferencia de renombre que había entre ambos. Sin embargo, nunca me importo, y aquello no se había vuelto nunca algo primordial para amarte.

Me hubiera gustado saber que estabas tan mal, ¿¡Por qué nunca me di cuenta!? Yo no lo sabía, Kurapika y Leorio se veían igual que yo ante la noticia, ninguno lo sospecho, te sentías solo y nadie lo tomó como importante. Pensamos que lo superarías, que solo era cosa de tiempo, que me olvidarás, ninguno pudo adivinar que una luz tan hermosa, dejaría un vació solitario y oscuro, menos, por una decisión propia.