Un día, por azares del destino, Mu de Aries y Linda, una chica normal, se conocen y poco a poco van desarrollando sentimientos por el otro.
Acompañalos a través de esta historia.
Los personajes no me pertenecen, algunas imágenes tampoco.
Esta histor...
Era un día como cualquier otro tanto para como los Caballeros de Athena, como para nuestra protagonista.
Aunque, no siempre que los días empiecen como cualquier otro, significa que no se volverán especiales o que no te darán sorpresas.
Linda, se despertó e hizo su rutina de todas las mañanas como siempre para después ir a su trabajo. Su lugar de trabajo era un laboratorio químico.
Lo que ella no sabía es que gracias a su trabajo conocería a su media naranja.
Pero no nos adelantemos. Linda estaba en su puesto de trabajo cuando su jefe la mando llamar.
Linda fue a ver a su jefe, tal y como se lo habían dicho.
-Buenos días ¿Me mandó llamar?- preguntó Linda después de haber saludado.
-Buenos días- devolvió el saludo el jefe de Linda- Efectivamente te he mandado llamar. Veras, recientemente, me llamó un amigo que vive en Grecia y me comentó que abrirá un pequeño laboratorio a las afueras de un pueblo llamado Rodorio, claro que sin afectar el ecosistema del lugar- comenzó a explicarle la situación- Naturalmente, necesitara personal para el laboratorio. He decidido que te reubicaras para trabajar en Grecia, con un ascenso ya que serás supervisora en el lugar y un pequeño aumento de sueldo. Además de que nos hemos encargado de conseguirte una casa en Rodorio para que te mudes ahí; nosotros nos encargáremos de la cuenta de la luz y el agua pero la cuenta del gas, las compras y el resto de los gastos (Osea, ellos no pagarán el internet ╥﹏╥ )
Era una propuesta difícil de rechazar, sobre todo por el hecho de que no le estaba preguntando si podía mudarse, le estaba prácticamente ordenando que se mudara para trabajar en otro país, que ya tenía la casa en la que iba a vivir preparada y también el lugar en el que iba a trabajar de ahora en adelante.
Linda estaba algo (muy) sacada de onda con lo repentino que era todo. Su jefe le acababa de decir que se tenía que mudar a Grecia y que ahora trabajaría allá y lo que le preocupaba a Linda no era el tener que mudarse por trabajo no, era como se lo diría a su madre. Ya se podía imaginar el reclamo que le haría su madre cuando le dijera que se tenía que mudar por su trabajo.
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Cuando Linda salió de su trabajo, decidió que primero iría a la casa de sus padres para hablar con ellos y después iría a su casa para preparar sus maletas por que, para rematar, su jefe le había dicho que mañana a las 9:00 a.m. salía su vuelo hacia Grecia. Serían 15 horas y 10 minutos de vuelo. Además la diferencia horaria es de ocho horas, así que cuando llegara a Grecia serían las 8:10 a.m. del día siguiente. Afuera del aeropuerto estaría esperándola un taxi que la llevaría hasta Rodorio, a la casa en la que viviría de ahora en adelante. Lo demás dependía de ella.
Durante el camino a casa de sus padres, Linda, estuvo pensando la forma para decirle a sus padres para que ellos no se alteraran... Demasiado. Llegó a la casa de sus padres y entró saludado a su mamá y también a su papá.
