Desde bien pequeño, el chicle siempre había sido el dulce favorito de George. La textura, el sabor, el color. Todo acerca de ese dulce le fascinaba y lo seguía haciendo, aunque ya era un adulto.
Ese día volvía a la ciudad donde se crió.
"¿Por qué no voy a visitar mi ciudad aprovechando que ha llegado el verano?"
Pensó. Su plan era quedarse un tiempo en esta, para recordar los viejos tiempos y también ver cuánto había cambiado.Su familia ya no vivía allí tampoco, porque se mudaron a la ciudad donde vivía actualmente cuando cumplió 16 años, dejando la casa en la que se crió y a sus amigos de toda la vida atrás.
Así que no, no venía a ver a ningún familiar. Simplemente venía por la nostalgia y para pasar sus vacaciones.
Iba escuchando música de la radio y masticando chicle, como lo hacía todo el tiempo, mientras conducía hacia la ciudad en la que creció.
"Parece que me estoy quedando sin chicle, tendré que ir a comprar más." Pensó al ver que efectivamente solo le quedaba un paquete de chicle en el coche y ya se estaba a punto de acabar.
Pero antes tenía que descargar las maletas en el apartamento que había alquilado para estar durante el tiempo que se quedara.
Y así lo hizo. Una vez llegó al piso en el que se quedaría, aparcó el coche y fue a la recepción para que le dieran las llaves para poder entrar.
Una vez ya tuvo las llaves, subió a la planta donde estaba su apartamento.
"Mmm...25...26...27... ¡Oh! Aquí está."
Pensó al encontrar el apartamento número 28, que era el que le correspondía. Insertó la llave y abrió la puerta."Wow, pues no está nada mal". Dijo al ver el apartamento.
Era bastante grande y tenía todo lo necesario: un baño, una sala de estar, un dormitorio con una cama bastante grande y una pequeña cocina.
También tenía televisión y bañera.
En efecto estaba muy bien para el mes durante el cual se quedaría a vivir.Entró a la habitación y dejó la maleta que llevaba, era muy grande y pesada, lo contenía casi todo. También dejó una mochila y una bolsa de gimnasio, en las que había las cosas que no cabían en la maleta.
Iba bastante cargado, porque se iba a quedar allí un més, pero llevaba lo más necesario.
"Creo que se me olvida algo... ¡Cierto! Tengo que ir a comprar chicle."
Tan pronto como se acordó de ello, salió del apartamento y lo cerró con llave, para dirigirse a buscar una tienda donde vendieran chicle.
Empezó a caminar observando su entorno.
"Pues la verdad es que no ha cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí" Pensó mientras veía que las cosas estaban prácticamente iguales. Eso le alegró, ya que le preocupaba que hubieran cambiado demasiado las cosas así que ya no tenía nada de lo que preocuparse.
George siguió caminando un rato más hasta llegar a una tienda que parecía nueva. Además esa tienda le venía de maravilla ya que parecía que era de dulces. "Aquí seguro que tienen chicle. Espero que haya variedad y no solo de una marca... Bueno echémosle un vistazo." Pensó mientras abría la puerta de la tienda para entrar.
La tienda era muy bonita y estaba bien estructurada. Estaba todo muy ordenado. Tanto, que incluso tenían los caramelos ordenados por colores. Empezó a buscar la sección de los chicles, que encontró bastante rápido, gracias al orden de la tienda.
"Creo que me llevaré dos cajas de estos, una bolsa con unos cuantos de estos y.... ¡Anda! ¡Pero si tienen mis chicles favoritos!" George se entusiasmó al ver eso. Obviamente se tuvo que llevar 6 paquetes de sus chicles favoritos, como buen adicto que era.
Después de coger todo lo que necesitaba se dirigió hacia la caja registradora. Al llegar vio como detrás de esta había uno de los empleados de la tienda: Era un chico, más o menos de la edad de George y era muy apuesto. Era alto, rubio, con pecas y tenía unos ojos verdes color esmeralda que penetraban a cualquiera que los mirara fijamente.
"Wow qué chico más guapo." George pensó que lo dijo en su mente, pero para su desgracia lo había dicho en voz alta sin querer.
"Gracias, tú también eres un chico muy apuesto" El empleado le sonrió y le guiñó un ojo a George. El cual ante esa acción se sonrojó un poco, pero lo disimuló buscando su cartera en los bolsillos y dejando los chicles que iba a comprar en el mostrador.
"Wow, ¡sí que te gusta el chicle!" Dijo el apuesto empleado al ver la cantidad de chicle que George se iba a comprar.
George simplemente lo miró y dijo "Sí, bueno se podría decir que tengo una adicción." "Ya lo veo ya." Dijo el empleado mientras iba calculando el precio total. "Mi nombre es Clay, pero mis amigos me llaman Dream, porque siempre voy soñando despierto." Dream le dedicó una sonrisa."Bueno... Mi nombre es George." Dijo aún algo avergonzado por lo de antes."Encantado de conocerte George. Bueno el total de tu compra serán xx dólares." George le dio el dinero y empezó a coger los paquetes y bolsas de chicles.
"Oye por cierto, ¿crees que me podrías dar tu número? Si te apetece, claro. Es que me has caído bastante bien." Dijo Dream mientras le seguía sonriendo.
"Oh, está bien supongo...Tú también me has caído bien..." Dijo George sonriendole torpe y tímidamente.Dream le dio un papelito y un boli que había por el mostrador y George le escribió ahí su número. "Bueno pues parece que esto es todo. Nos volveremos a ver ¿no?" Dijo Dream, mirándole con esos preciosos ojos verdes. "Supongo..." Dijo George.
Definitivamente no se le daba bien esto de hablar con la gente.
"Entonces hasta la próxima. Me guardaré tu número, guapo." Nuevamente Dream le sonrió. George se avergonzó mucho por las palabras del empleado, así que quiso irse de allí lo más rápido posible.
Cogió la bolsa con los chicles que acababa de comprar y salió de la tienda casi corriendo, con la cara completamente roja.De hecho, George se fue tan apresuradamente que se dejó uno de los paquetes de su chicle favorito en el mostrador.
Su reencuentro sería antes de lo que creían, después de todo.
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Notas:
Y bueno hasta aquí el primer capítulo. Espero que lo hayas disfrutado mucho. Tan pronto como pueda subiré el segundo. ¡Dicho esto, nos vemos en el próximo capítulo! ^^
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Bittersweet candy [DNF] 🍭🍬
FanfictionEn esta historia George, un chico adicto al chicle, va de vacaciones a la ciudad donde se crió y se encuentra con que han abierto una nueva tienda de dulces en la que trabaja un empleado que se hace llamar "Dream". A partir de ahí se va creando una...