𝐎𝐍𝐄 𝐃𝐀𝐘, 𝐎𝐍𝐄 𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑 [𝐓𝐘𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆]

P R Ó L O G O

Está bien, Taehyun, tú puedes hacerlo.

Sólo no lo arruines, es fácil.

Sólo debes ir, saludar y preguntar por el empleo.

Todo eso sin quedar babeando por el vendedor.

Creo que eso es lo más difícil de esta misión.

Kang Taehyun se debatía entre ir a la floristería que frecuentaba hace ya unas semanas con la excusa de llevar flores a su abuela.

La verdad era otra, bueno, la primera vez que fue sí era con intenciones de llevar un enorme ramo de flores a su abuela.

Pero las siguientes veces no tanto.

Y es que había quedado flechado del vendedor desde que lo vio por primera vez.

Creyó que sólo sería algo pasajero, ya que su amor por él era netamente por su físico y su linda carita de ángel.

Eran pocas las palabras que habían podido compartir pero eso le bastó para hundirse hasta el fondo.

No diría que estaba enamorado, era muy pronto para eso.

Lo que ocurría era que sentía una profunda atracción hacia él.

Kai Kamal Huening.

El dueño y vendedor del lugar en el que muy pronto trabajaría.

Apenas vio aquel cartel en la ventana en el que expresaba la necesidad que tenía por contratar a otra persona para que lo acompañase en su labor, surgió la idea de ir a solicitar el empleo.

No podía ser tan malo, sólo tenía que conocer las flores que le pedían, sus cuidados y todo, era sencillo, ¿No?

Pero bueno, más fácil decirlo que hacerlo.

Y es que sus pies llevaban alrededor de treinta minutos pegados en la acera, sin moverse ni un milímetro de su posición.

Estaba nervioso.

Más que nervioso.

Sentía que iba a morir.

Un ligero ruido a su lado llamó su atención.

La puerta de cristal de la hermosa floristería se había abierto, dando paso a su más imposible amor quien lo veía con una sonrisa juguetona.

Cómo amaba esa sonrisa que mostraba todos sus dientes.

—Taehyun, ¿Vienes por las flores de tu abuela de nuevo?— Quería gritar de la emoción, el chico sabía su nombre, eso era su mejor avance hasta ahora.

—De hecho no, vine porque yo... eh...— Al ver que no saldría nada coherente de su boca sólo pudo señalar con su mano el cartel.

—Oh, ya entiendo, ¿Te interesa el empleo?— La vista de Taehyun estaba puesta en el suelo y allí continuó, sólo restándose a asentir levemente con su cabeza. —¿Sabes que tienes que hablarme, verdad? No puedo darte el trabajo si no dices ni una sola palabra.

—Yo quiero el empleo, Kai— Murmuró levantando un poco su vista, el menor sonrió enternecido por el comportamiento tímido de su mejor cliente.

—Está bien, es tuyo, empiezas el lunes, vete preparando— Sus palabras causaron un sobresalto en Taehyun, quien se le quedó viendo entre sorprendido y extrañado.

—¿Así nada más? ¿Tan fácilmente me das el trabajo?— Sus palabras no pudieron contenerse y es que, ¿Qué clase de loco da trabajo sólo porque se lo piden?

—Oh, ¿Quieres que te haga hacer alguna otra cosa? ¿No te gustó el hecho de obtener el empleo sin un desafío de por medio? Porque puedo hacerlo si quieres— El mayor de ambos se apresuró en negar desesperadamente.

—Está bien, sí quiero el empleo, es sólo que, ¿No es usual que hagan una entrevista y esas cosas antes de contratar a alguien?— Kai lo miró entendiendo su pregunta y sin más estiró su mano para acariciar el cabello contrario.

—Claro que es lo que se hace, y lo haría con cualquiera, pero creo que a ti ya te conozco un poco, por lo que no lo veo necesario, has frecuentado tanto este lugar que incluso creo que hay quienes ya creen que trabajas aquí— Las mejillas de Taehyun estaban coloradas, lo sabía, lo podía sentir por el gran calor que atacaba su rostro.

—Emm... muchas gracias, Kai, me retiro— Hizo una reverencia de noventa grados perfecta y se dispuso a irse sin esperar una respuesta, ya había avanzado unos metros cuando recordó algo muy importante. —¿A qué hora debo estar aquí?— Al no estar tan lejos sólo tuvo que levantar un poco la voz y el contrario lo oyó perfectamente.

—A las nueve con treinta de la mañana estará bien, ya que abrimos a las diez y media, si eso está bien, es una hora antes porque debes ayudarme a organizar algunas cosas— Terminó de explicar.

Taehyun asintió con la cabeza a manera de despido y se fue de ese lugar con una sonrisa.

¡IBA A TRABAJAR CON SU CRUSH!

Y aquí amigos, es donde la historia comienza.