Capítulo 6

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Las puertas de la institución educativa fueran abiertas de par en par permitiendo la salida a todos sus estudiantes, entre tantas personas que habían allí, destacaba una que siempre iba con una gorra o un gorro, y no lo hacía porque quisiera o le gustara, sino que era para cubrir una de sus diferencias con el resto de personas, una que cuando era más pequeño lo llevó a ser el blanco de burlas o incluso de algunos que querían hacerle estudios y tenerlo encerrado como conejillo de indias.

Salía de aquel edificio acompañado de su mejor amigo, ambos reían y conversaban tranquilamente, hasta que el más alto divisó la silueta de su rubio compañero un año mayor. El de orbes azules al verlo primero se aseguró de verificar con su mirada quien era la persona a un lado del de cabello rojo, pero su estado alerta se disipó al comprobar que se trataba de un omega y del mejor amigo de Pérez.

-Entonces nos vemos mañana, Willy- Se despidió el de orbes bicolor, acercándose al rubio.

-Nos vemos mañana en la noche, H. Adiós Gustabo- Saludó, recibiendo un movimiento de mano por parte del ojiazul y caminó en otra dirección donde le esperaba una alfa, la misma con la que Horacio le gustaba molestarle.

-Y ¿Qué se supone que hay mañana en la noche?- Preguntó intentado que su voz saliera desinteresado aunque claramente era lo contrario.

-Kate hará una fiesta, será en su casa- Comentó comenzando a caminar lentamente junto al mayor.

-Ya, entonces deberíamos avisarle a los chicos que mañana tenemos que salir y volveremos tarde- Dijo para seguidamente sacar su móvil y entrar un rato a ver las notificaciones de sus redes sociales.

-¿Volveremos?- El rubio hizo un ruidito en forma de confirmación ante la interrogante. -De hecho quiero ir solo-

García detuvo su paso de golpe, levantando su vista del teléfono para mirar fijamente al menor y buscar algún ápice de que estuviera bromeando con él, pero al no distinguir nada de eso, su ceño se frunció al igual que la mueca en sus labios.

-¿Pero qué di...- Se vio cortado al notar como una persona aparecía de la nada y velozmente envolvía en un fuerte abrazo al omega que tenía a su lado.

Inconscientemente comenzó a gruñir con molestia hasta que logró distinguir la cabellera del italiano, al igual que esos orbes celestes que lo observaban con burla. Rodó sus ojos azules cuando el más alto comenzó a restregar lentamente su cabeza sobre la de Horacio, mirando fijamente a Gustabo todo el tiempo con una sonrisa socarrona.

-Ya ya, si sigues así vas a dejar al descubierto sus orejas- Pronunció mientras intentaba deshacer el abrazo que tenía el Gambino contra Pérez. -Y tú ¿Cómo es eso de que irás sólo?-

-¿Ir solo a dónde?- Interrogó Toni, quien acababa de llegar, sumándose a la conversación.

-Horacio quiere ir a una fiesta mañana por la noche y quiere ir solo- Acusó rápido, sin quitar su mirada inconforme sobre el omega en ningún momento.

-¡No seas chivato, perraco!- Se quejó cruzando sus brazos, mientras desviaba su cabeza a un lado con molestia y hacía un pequeño puchero con su labio inferior. -No sé porqué le molesta, sé cuidarme sólo-

-Cachorro- Llamó dulcemente el mayor de los cuatro, obteniendo la mirada del pelirrojo. -Sabemos que puedes defenderte por ti mismo, pero eso no quita el hecho de que aún así es peligroso- Se acercó a él colocando sus dos manos en la mejilla del menor y con sus pulgares acarició cada una. -Sabes que hay muchas personas gilipollas que podrían lastimarte no sólo por ser omega, sino también por tu naturaleza-

-Lo sé, pero será simplemente una fiesta como cualquier otra- Soltó un suspiro dejándose mimar por el italiano. -No estaré sólo realmente, muchos compañeros del curso estarán ahí, Willy también irá- Informó en un tono bajito sin hacer contacto visual con el mayor.

-¿Qué te parece si ahora vamos a casa y hacemos un acuerdo con un par de condiciones?- Habló después de unos segundos obteniendo una mirada sorprendida de esos orbes bicolores.

-¡Pero Toni!- Intentó refutar el ojiazul pero rápidamente se calló al recibir un golpe detrás de su cabeza por parte de Carlo. -¡Cabrón!-

Horacio simplemente soltó una pequeña risita que hizo que los alfas Gambino sonrieran de medio lado, pero aún así el rubio más bajo seguía soltando maldiciones en murmullos inaudibles. El par de hermanos guiaron a los menores hasta donde habían dejado el vehículo, cuando estaban a unos metros de llegar pudieron ver un patrulla con dos agentes pasando muy despacio por donde estaba el coche estacionado, como si supieran a quienes pertenecía y estuvieran analizándolo. Redujeron un poco su andar al caminar, al menos hasta que el vehículo policial se perdió de vista al girar en una esquina, recién ahí se aproximaron sin perder el tiempo y subieron para alejarse de aquel lugar.

Entre los cuatro debatieron que almorzarían, finalmente decidieron comer en algún local de la ciudad y el destino ganador fue en una hamburguesería. Aparcaron el vehículo en un estacionamiento que había detrás del local, caminaron hasta entrar al recinto y conseguir una mesa para poder comer. Almorzaron tranquilamente entre bromas y risas, obviamente tampoco faltaron las peleas entre Carlo y Gustabo, ya que el italiano de vez en cuando le pedía al omega que le diera unas papas a la boca y el menor en su inocencia obedecía el pedido del Gambino, ocasionando que el de orbes oceánicos se quejara e interviniera intentando arruinar los planes del rubio cenizo, aunque claramente este no se rendía y volvía a probar nuevas estrategias para acercarse al pelirrojo.

Aunque había algo diferente esta vez, si hubiera pasado esto mismo en el pasado, cosa que sucedía, el omega le daría de comer a Gustabo también para que se tranquilizara y no se pusiera molesto, pero hoy no fue así. El de heterocromía no repetía esta acción con García, incluso en todo momento evitaba un prolongado contacto, ya sea visual o físico con aquel alfa rubio, algo que no solamente extrañó a Gustabo, sino también a Toni que siempre estaba atento ante los comportamientos de sus menores.

-¡Ah! Por cierto, Horacio- Llamó el rubio cenizo mirando fijamente al menor, a la vez que obtenía la atención de todos en la mesa. -¿Saldrías conmigo esta noche?-



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Contigo - GustacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora