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Narrador (3).

Un nuevo día empezaba en el hermoso porto Rosso, luca se despertó apenas se asomaba el sol, no quería perder mas tiempo y decidió arreglar los presentes que trajo para su familia marina. se encontró con el señor marcovaldo arreglando una red junto al leal machiavelli y los demás gatitos al salir de la casa, se despido contento avisando que llegaría hasta mañana al medio día.

Sonrió mirando el mar, a pesar de que ayer se transformo por completo ya extrañaba a su amado pueblo marino, los regalos eran algunas especias y pepinos para su abuela, decidió ir con una pequeña pantaloneta y una camisas de tiras amarilla, uguale ad Alberto, sonrió de manera boba ante su repentino pensamiento sumergiendo su pies para sentir el agua fría para después mirar al fondo como una figura conocida que saltaba entre el agua, hablando del rey de roma.

Espera, el no podía verlo, se adentro de una salpicada al agua, nadando entre las rocas esperando a que no fueran tan notorias sus escamas verdosas, cuando creyó que no lo había notado pudo sentir la larga y ancha colar alrededor de su cadera que lo hizo girar para encontrarse con los grandes colmillos apunto de comerlo.

-Boo!-

-Alberto no es chistoso!-trataba de apartarlo con sus brazos, gracias a las medusas su cola podía sostener la bolsa que traía- no te atrevas a morderme- dijo cuando el monstruo morado se encontraba apunto de morderle la mejilla-

-¿Pensabas dejarme atrás, burbujitas?-daba pequeñas mordidas a las regordetas mejillas verdosas, riendo al ver el pequeño puchero en la boquita de luca - bien bien, te soltare si me dejas ir contigo a donde tus padres- afirmo enrollándose mas en el cuerpo del mas pequeño.

-Andare- declaro con un suspiro apartándose del mas grande, Alberto lo siguió con una sonrisa de victoria.

tardaron unos 10 minutos en llegar a los campos marinos, saludando a algunos vecinos con alegría, Alberto pudo interactuar con mas de su especie al venir cada verano a ver a la familia paguro, ganándose varios amigos.

Daniela se encontraba cortando algunas algas cuando vio a su cachorro nadar a toda velocidad hacia ella con una gran sonrisa en su rosto, floto de manera animada con los brazos abiertos para recibir a su hijo con un fuerte abrazo.

-Luca, il mio bambino!- grito con entusiasmo al tener a su hijo entre sus brazos, giraban entre risas tratando de pegarse mas al otro, ante la alegre mirada de Alberto.

-Oh mamma te extrañe muchísimo- declaro separándose un poco para ver la carita feliz de su madre- les traje algunas cosas y Alberto vino conmigo-

-Ciao signora paguro- el de escamas moradas se acerco y abrazo por un momento a Daniela, esta lo recibió gustoso, mirando de reojo a su hijo quien se encontraba con la cabeza a gachas- que tal han estado?-

-bueno, desde la semana pasada que viniste todo bien. Pero vengan! coman un bocadillo y tu luca-señalo a este- ve y saluda a tu nonna, esta en su habitación-

Luca asintió con entusiasmo nadando para entrar a la pequeña casi, volteando para ver al amor de su vida hablando felizmente con su madre, sonrió para si mismo y entro para encontrar a su abuela mirándolo desde la mesa.

-nonna hola!-se acerco para darle un corto beso en  la mejilla escamosa haciendo reír a la mayor- 

-Es bueno verte luca- dijo despacio, después de todo los años ya le estaban afectado- como te fue en la escuela, ya te graduaste?-

-Si abuela, estaré aquí un poco mas del verano-sacaba las pequeñas botanas en frascos  de cristal, la abuela lo recibía feliz- aun no se si quedarme o irme, quiero enseñarle a los demás lo hermoso que es el mundo y poder enseñar cosas básicas humanas a los demás monstros marinos-

NEL TUO SORRISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora