Mire alrededor y me encontraba sentado en una banca de un hospital, nada atractivo que remarcar. Podía recalcar que conocía a una sola alma allí, por solo una mísera alma humana estaba sentado allí como un tonto. Ahora me había escapado de la fiesta donde debería estar porque no podía soportar los lugares con esa gente. Ahora solo podía pensar en hacer una cosa, podía decir que era un completo imbécil, ya que prefería trabajar en lugar de "divertirme" como lo llaman u otras cosas para poder distraerme y así poder quedarme sentado atrás, y observar el mundo y el paso de la gente.
Sin embargo aún no podía olvidar el trabajo que tenía que hacer. Estaba buscando una cara en particular porque había ido allí solo por ese hombre. Y pretendía quedarme en un lugar apartado, sentado solo hasta que lo divisara.
Me levante lentamente de mi cómodo asiento mientras caminaba con paso calmo, a un lugar particular. La entrada de ese lugar.
Unos enfermeros corrían mientras sujetaban el metal al lado de una camilla que arrastraban a toda prisa. Encima de la camilla había un hombre, que sangraba por todas partes, claro está, seguramente fue gracias a un accidente de automovilístico. Encima de ese hombre estaba lo que llamaban doctor, estaba empañado de sangre del contrario, pero de igual manera sus manos seguían en el pecho del hombre hacia movimientos rítmicamente, tratando así de salvarle la vida. Una mujer claramente mayor lloraba en el trayecto tuve la suposición de que era su esposa.
Un sollozo de felicidad escapo de sus labios agrietados y llenos de sangre por el accidente. Cuando en la habitación, había un monitor de los latidos que regresaron de ese hombre. Pero no me importaba él.
El doctor allí felicito a sus ayudantes, pero todos estaban ocupados en sus asuntos para poder tomarlo en cuenta, él sonrió y se dio la vuelta, me quite el sombrero que siempre me acompañaba en estas ocasiones especiales, ahora se detuvo cuando noto mi presencia.
Sonrió, cuando me dijo- ¿Puedo ayudarlo en algo?
De mi chaqueta sacaba una tarjeta, comencé con una voz neutral- Jiang Fengmiang, profesión doctor, padre de dos hijos, y una esposa ¿Correcto?.
Levante la vista mientras me topaba con su ceño fruncido. Él volvió a sonreír y dijo- Correcto ¿en qué puedo ayudarlo?
- Bien -asentí, mientras continúe, sin una pisca de emoción en mi voz- Hora de muerte 22:45 pm, causa de muerte exceso de trabajo, sígame por aquí.
Estaba a punto de caminar cuando él me detuvo- ¿Q-que?, joven no bromees con eso.
No le respondí, cuando dirigí mi mirada al otro lado de la sala de urgencia, en una camilla descansaba un hombre con su mismo rostro, al lado dos chicos lloraban, una chica abrasaba a su madre mientras sollozaba. La mujer que era abrasada, estaba sentada sin hacer un movimiento. Pero en sus ojos se podía ver el enrojecimiento de aguantar las lágrimas.
- No quiero repetir lo dicho -Fruncí el ceño. Siempre era la misma mierda, de no creer, suspire cuando en contra de mis palabras repetí- Jiang Fengmiang, profesión doctor, padre de dos hijos y una esposa, muerte a las 22:45pm, causa exceso de trabajo. Ahora bien, ya deje esta mierda, y por favor mientras tengo paciencia sígame, gracias.
Él hombre estaba incrédulo por sus palabras, mientras su mirada entornaba entre mi sonrisa forzada y esas personas, el camino lentamente mientras acariciaba la cabeza de los dos chicos, con un abraso al final, ellos solo soltaban "Tío Fengmiang" o "Padre". Solo pensé que los humanos son estúpidos, eso no valía la pena, con ello esa persona igual nunca regresarían. De pronto levante una ceja, cuando el hombre abraso, aquellas mujeres que estaban sentada, a cada una la beso en la mejilla cuando soltó- Lo siento mi señora, en realidad tenías razón, debí...-d-debí quedarme en casa a descansar cuando lo gritaste en aquella ocasión.
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Love me like you do. -XueXiao-
RomanceUna caricia, me condena a mis pecados. Una mirada, me hace querer huir de ti. Una sonrisa tuya, esa aquella que anhelo, pero no la merezco. Tú eres como el color blanco, mientras a mí me representa el negro. Nunca harán un contraste reluciente, ni h...