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—¿Que es esto?- pregunto el pelirrojo por el auricular mientras tocaba las teclas para mover a su personaje en Minecraft.
—Mi casa- contesto Waratta obvio. Había tardado mucho pero por fin logró terminar su casa; era obvio que estaba orgulloso, una casa de 3 pisos con iluminación natural, ascensores automáticos y un sistema de defensas. Las horas de tutoriales habían servido.
Ambos chicos eran muy diferentes, por un lado Karma prefiria el modo survival, eso explicaba su casa de tan solo 3 bloques de alto y 2 para el espacio, mientras que su inventario estaba lleno de comida para sus aventuras y un montón de huesos y carne podrida. A diferencia de Majitsu que no podía ni caminar por los ruidos feos que escuchaba, si jugaba en survival lo hacía en pacífico aunque siempre cambiaba a creativo para hacer las casitas o mejorar alguna aldea que encontró; pero esta vez se había pasad haciendo también un gran jardín y una casa para sus 45 perros. Amaba los perros.
Karma vio su casa y después la de Waratta, estaban alejadas por más de 80 bloques y eso no le gustaba.
Kar_ma cambio a modo creativo
—¿Karma-kun que haces?- pregunto al ver como el avatar de armadura de hierro y casco de diamante volaba sobre la casa sin decir nada.
Un mechero y dinamita apareció en su mano—¡Karma espera!
—¡JAJAJAJAJA!- la risa malevola del pelirrojo se escuchaba mientras llenaba la casa de dinamita.
—¡kARMA!- el oji-verde cambio de llevar una galleta a una espada de diamante y comenzar a atacar al terrorista envano.
Para mala suerte de Akabane, Waratta era el creador del mundo y con eso podía decidir y cambiar los controles de survival a creativo.
—¡Waratta eso no se hace!- lo regaño cuando cayó al piso haciendo que se lastime, aún así en segundos prendió una dinamita levantando la furia de ojos bonitos.
—¡E-Espera Waratta! ¡Waratta-kun!- empezó a llotiquear cua do se dió cuenta que cayó en la casa de los 45 perros los cuales comenzaron a atacarlo cuando Majitsu le pegó.
—¡Mi casa!- el estallido de la dinamita sumado a las 132 más por dentro y fuera de la casa.
—¡Waratta ayúdame!- dijo corriendo y saltando de los perros ya con medio corazón de vida.
—¡Waratta! ¡Sabes lo que me costó reunir esos materiales!- dijo cuando murió y perdió los 32 stacks de materiales y 11 diamantes.
—Mi casa- la cara de Karma cambio al escuchar la voz temblorosa de Majitsu por los auriculares.
—Construiré otra- dijo con firmeza— y nuestras casas van a estar juntas.
—Mmmm~ había preparado una habitación para ti- el avatar de Majitsu se fue al gran pozo juntando los bloques que estaban volando.
—¿Una habitación?- dijo con cierta felicidad
—Si... Y ahora no te pienso hacer ninguna habitación- dijo volando con dinamita a la casa de tierra de Karma.
—¡No espera! ¡Ahí tengo muchas cosas!- ¡Boom! Exploto todo llevándose el preciado stack de diamantes que junto con esfuerzo.
—¿Y esta flor?- pregunto Majitsu al ver una flor amarilla flotando. No pensaba que Karma juntaba también esas cosas.
—Dámela- a la mierda con los diamantes, le había quedado la flor que le dió Majitsu y que por lo visto, ya se había olvidado.
La risa del pelimarron hizo que Karma se agache y lo mire raro.
—Vamos a hacer nuestra casita- dijo comenzando a volar por dónde estaba el bosque en busca de un nuevo lugar.
—Debajo de la tierra- agregó el pelirrojo.
—No, una de 2 pisos y otras 5 casas más con aldeanos y mis perros.
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