Entre en la clase, registre con la mirada toda la clase, Alec ya estaba sentado, dormitando sobre el pupitre, las chicas "guay" se contoneaban delante del equipo de fútbol, él único ajeno a todo este jaleo parecía Robert, él estaba con las piernas cruzadas sentado en la mesa más lejana agachado y escribiendo con el móvil, la luz del sol que entraba desde la ventana que tenia a su espalda hacia que pareciera la entrada al paraíso. Sin dudarlo mucho, le guiñe un ojo a Alec al pasar junto a él, cosa que el me devolvió en forma de una sonrisa diabólica y pase de largo, de él y de mi habitual silla. Me acerqué a Robert por la espalda, él tenía los cascos puestos, ¿siempre está con ellos puestos? Aun más despacio me acerqué a él, justo cuando iba a decir algo sonó el timbre, y entro la profesora, él se sentó en la silla sin percatarse de que yo me había sentado en la silla que estaba a su lado. Robert se quitó los cascos apresuradamente y saco el libro, historia, odio esta asignatura, si ya están todos muertos, me entretuve toda la clase mirándole, medio sonreía a veces,¿le gusta la historia? La profesora nos mando un ejercicio demasiado fácil, estaba terminado en menos de cinco minutos. Quedaban diez minutos de clase y la profesora ya había recogido. Volví a mirar a Robert, dibujaba, me acerqué aun más e hice un esfuerzo para no estallar a carcajadas, dibujaba un oso de peluche, madre mía, ¿Se puede ser más mono? Me incline aun más hacia él, dejando apenas un centímetro entre nosotros y le susurre al oido
-¿Tanto miedo tienes al amor? - Él se sobresalto y se quedo mirandome, desde tan cerca sus ojos llenos de sorpresa parecían inhumanos, de un profundo azul, del mismo color que el mar embravecido tras una tormenta, no podía apartar la mirada
-¿Q-que?- parpadeé y me aparte un poco, no demasiado, seguía siendo demasiado íntimo-This is gospel- Dije cómo si nada, poniéndole aun más nervioso si cabe.-Si me amas dejame ir- Él se sonrojo aun más
-¿M-me oiste?- aww, bajo la vista avergonzado, fuera de bromas, era demasiado lindo, ¿Que mierdas? Las chicas son lindas, los tíos no, pedazo de gilipollas.
-Era difícil no hacerlo
-Y...Yo..
-Tranquilizate. Cantas bien. No tanto como Brandom Urie, pero es que eso es imposible- Antes de que yo me diera cuenta él se había avalanzado contra mi y me había abrazado. Casi por instinto le devolví el abrazó y me fundí en él, olía a lavanda, de forma tenue. Dioses...