Parte 2.

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La música estaba tan alta que se sentía mareado. 

Era la primera vez que estaba en aquel bar de ambiente. Nunca antes había escuchado de él y eso le resultaba raro, pues debido a su trabajo tenía cierto conocimiento de todo tipo de locales en la ciudad. 

Para su seguridad había un guardaespaldas, Lee Minhyuk, camuflado entre el gentío, con el que compartía un pinganillo por si las cosas se salían del plan. 

La esposa del sujeto le había comunicado por mensaje que el susodicho iba a ir a la "galería" aquella noche, por lo que San organizó un dispositivo rápido para reconocer el terreno. 

Llevaba dos días de inactividad después de que concluyera el caso del señor Min, y se sintieron como unas pequeñas vacaciones. Se había centrado en el auto cuidado, tomándose su tiempo para cocinar algo delicioso y pasarse por el centro de estética para hacerse un tratamiento facial completo. 

Se lo merecía, pero sabía que no le duraría mucho. 

Esos días también los había dedicado a investigar un poco los perfiles en redes sociales de Jung Wooyoung. No encontró nada relevante en los primeros quince minutos, y justo cuando estaba a punto de rendirse vio algo que encendió sus alarmas de detective. 

En su Facebook no pudo encontrar la gran cosa porque era privado, pero su Instagram era otra historia. Aunque aparentemente no hubiera fotografías con otras personas a parte de su esposa y (lo que San asumió) sus perros, encontró algo en sus seguidores. 

Gracias a las fotos que su jefe le había proporcionado el día que le asignó el caso pudo darse cuenta de que entre sus seguidores estaba aquel con el que estaba en el callejón. 

"@/leefelix" 

El usuario no tenía la cuenta pública, pero había un enlace en su biografía que llevaba a lo que parecía un portfolio de modelo. El chico era modelo. 

Cuando San pudo ver al joven en su esplendor, con su pelo rubio, su rostro angelical lleno de pecas, sus ojos oscuros y sus labios rebosantes se dio cuenta de que tal vez tenía un problema entre manos. Si ese era el prototipo de persona que le gustaba al sujeto iba a ser difícil llamar su atención.

Tampoco sabía si tenía relaciones activamente solo con una persona o con varias, pero San lo averiguaría pronto. Ese día, al descubrir que posiblemente Jung Wooyoung se viera atraído por los rubios, aprovechó su cita en el centro de estética para que le decolorasen el cabello. Solo por si le daba algunos puntos más. De todos modos, no tenía nada que perder. 

Se vistió acorde a la ocasión, dejando las formalidades a un lado. Al fin y al cabo, el sospechoso era de su misma edad e iban a visitar un club. Una camisa vaporosa con transparencias gris, y unos vaqueros negros ajustados hacían el atuendo, acompañado de unos collares de cuero delgados y un poco de maquillaje para resaltar sus ojos. 

Se miró al espejo una última vez antes de salir del apartamento, haciendo su ritual de siempre para darse ánimos previos a la seducción. 

No sabía qué tan complejo podría llegar a ser una persona de su edad, pues la mayoría de sus casos habían tenido sujetos mayores de cincuenta, y siempre caían a sus pies. Pero ¿Jung  Wooyoung? Nadie lo sabía. 

Las luces chocándole en los ojos le hicieron salir de su ensoñación. Escuchaba unas interferencias en su pinganillo, como si Minhyuk le estuviera intentando hablar. Miró a su alrededor dándose cuenta de que lo había perdido e intentó deshacer sus pasos. 

Estaba tan aturdido entre la música y el balanceo de la gente que no vio como alguien iba a pasar delante suyo con dos copas en las manos e inevitablemente se chocaron, haciendo que el líquido se derramase sobre ambos y el suelo. Por suerte, la otra persona estaba sujetando los vasos firmemente y no se cayeron al suelo. 

Saccularius ~ WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora