Mientras se comenzó a secar con la toalla, sentía con mas fuerza la llamada de aquel libro, en la librería de la casa, el chico se puso el pijama y negó con la cabeza, era una locura sentir como un montón de hojas supiera su nombre y encima de todo que el solo le pudiera llamar. Subió hasta su habitación y antes de entrar no pudo más, fue hacia la librería y cogió ese libro. El libro de portada rosa, el chico suspiro al ver lo que ponía en sus hojas, tonterías de brujería sin fundamento, sin realidad, como el Necronomicón que venden en internet.
Hasta que se quedo fascinado ante un capítulo, era el que mas le llamaba la atención ¿Qué perdería si lo usara?
La directora Murphy respiro con calma, era increíble, pero en el último momento había conseguido una profesora, para dar clase los próximos días, parecía que tendría que dar las clases, hasta que ella apareció frente a su puerta. Ella sonrió entrecruzando sus dedos, mirando aquella mujer, de unos 30 años, de 1,70, pelo castaño oscuro, piel blanquecina, cuerpo enfundado con una americana negra, una blusa escotada mostrando un generoso escote, una falda muy corta para sus largas y perfectas piernas. Su maquillaje de color oscuro, que le daba una pinta de semi gótica.
-Erica, sabes me has salvado este ultimo día, pensaba que tendría que dar clase, hace tanto tiempo que los temas de historia lo habían abandonado, lo tenia algo oxidado ¿Me puedes contar algo de ti?
Erica sonrió al escuchar aquella pregunta:
-Bueno soy nueva en el pueblo, si le pregunta a cualquier habitante del lugar, no existía hasta hace unas horas para ellos, vine fugazmente de Nueva York, cuando supe la oportunidad de dar clases....
Murphy asintió con la cabeza al escuchar lo que le decía aquella chica, mientras comenzó a escribir un informe, bajo su cabeza y Erica, extrañamente miro su generoso escote, cogió las solapas de su americana y comenzó hacer leves movimientos para ver como sus apretados senos se movían como si fueran flanes, parecía que aquella mujer no había tenido senos tan grandes o hasta parecía que nunca había tenido. Eran tentadores para ella.
La directora levanto su mirada, cuando la joven profesora bajo sus manos hacia sus piernas y sonrió, siguió escribiendo, mientras que la joven se comenzó acariciar la silueta apretada de sus caderas con esa mini falda.
Las dos mujeres salieron del despacho de la dirección, la directora le explicaba todos los secretos de trabajar en aquel instituto, extrañamente la joven profesora parecía fascinada su forma de andar, parecía que aquella mujer hacia poco tiempo existiera y su cuerpo le guardaba tantos secretos. Las dos mujeres Murphy le enseño la clase donde daría pasaría casi toda la semana dándole lecciones a los chicos:
-Bueno aquí tienes todo lo que necesitas, tus libros de historia, tus libretas para los exámenes y para anotar lo que necesites, los viernes hay reunión para hablar sobre los alumnos...Bueno yo te dejo, hace una semana que no tengo mas vida que encontrarte contigo.
La veterana directora al salir de la clase cogió su móvil y respiro con calma, sonrió e hizo una llamada, por fin podía tener la cita con la chica que había quedado durante semanas y por el trabajo no podía ni respirar, menos tener vida privada:
-Elisa prepárate que vamos al cine, después a mi restaurante italiano femenino y termínanos en mi casa, por fin puedo quitarme mis problemas de encima, por fin.
Erica se sentó en el gran sillón que estaba en frente a su mesa, cogió uno de los libros que estaba frente a una lampara y trago saliva, tanta información para sus clases le comenzó asustar "¿Pero?" Al intentar levantarlo a peso, con sus finos brazos, el peso y las fuerzas hizo que se cayera de espaldas, solo se podía ver sus largas piernas con medias oscuras moviéndose sin parar, hasta que uno de sus zapatos se cayó de su fino pie:
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Una vida magica
Teen FictionEric llega a casa de su tia y ella esconde muchos secretos