capitulo 3

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--- no despierta Grace. Pogo llama a Tamara.

Dijo Reginal preocupado por la salud de su hija número dos, Teresa. Según los estudios que él le realizo, Tamara, su hermana congeló su corazón, si no la salvan ella moriria, habia que descongelar el hielo que habia, la jóven estaba dormida hace dos dias y sus hermanos quienes no le daban importancia ahora estaban pendientes de ella, su hermana Maria intentó curarla con sus poderes pero fue envano.

--- ¿papá?

---Tamara, congelaste el corazón de tu hermana.---dijo sin rodeos provocando que la chica se paralizara y negara con la cabeza, su mano voló hacia su boca y comenzó a llorar, si! Tamara no le hablaba pero era su hermana y la queria.

--- y-yo no quise....es tú culpa! Te dije que no sabia controlar mis poderes bien y aún asi quisiste que los usara!!!

Un gritó quebrado salió de sus labios y Reginal solo la miró pues él nunca supo demostrar cariño.

--- Tienes que descongelarla...

---¿c-como?

--- tú congelaste su corazón, tú puedes descongelarlo.

La chica negó con la cabeza, ella no conocia bien su poder y le costaba entenderlo, no sabia como curar a su hermana.

--- l-lo intentare...

Ella se acercó a Teresa y lentamente apoyó sus manos sobre su cuerpo, una en su pecho y la otra en su estómago, se concentro y una luz salia de sus manos, una luz de un tono azul claro. El hielo fue absorvido por dicha luz y luego de unos minutos Tamara respiro agitada y su energia se agotó. Número dos reaccionó sentandose en la camilla con su pecho agitado, parecia confundida y miró a su hermana quien habia caido al suelo por la energia que perdió.

--- ¿Tami?

---Teresa...

--- pensé que...

--- estas bien, yo-yo te salvé, no soy mala.---dijo ella con una sonrisa, pues, apesar de haber congelado el corazón de su hermana tambien pudo descongelarlo.

--- gracias.

Dijo Teresa amable y con una sonrisa.

--- Tus signos vitales estan estables, hija. Tú y número cinco tendran que quedarse en revisión esta noche.

Reginal informó y las dos asintieron, luego de unas horas, ambas estaban en camillas, dormidas.

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--- como estan?.---dijo Cinco.--- dime que estan bien...

--- lo estan, hijo, estan descansando.

--- gracias al cielo.---dijo Allison.--- podemos verlas?

---No creo que sea prudente Allison.---Vanya respondió.

---Mañana ellas podrán hablar y estar con ustedes, ahora estan durmiendo.--- mencionó Reginal, para luego irse a su oficina.

---Iré a verla...---Cinco se teletransportó sin dejar que los demas respondieran.

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--- Teresa, aprovecho que duermes porque si estuvieras despierta no podria decirte que te quiero. Te quiero mucho y me gustas.---él sujeto su mano y sonrió dulcemente.--- eres hermosa incluso cuando duermes. No soy bueno para ti. Tengo que llevar mi familia a casa y no puedo evitar esto, no pude evitar enamorarme de ti. Tengo miedo.

--- Ella no te escucha pero yo si.---Cinco se asustó y soltó la mano de Teresa rapidamente.--- la quieres?

--- mucho, Reginal.

--- sabes, ella sufrió mucho y sufrira más porque ambos sabemos que tú te iras y ella quedará con el corazón roto.---Reginal suspiró y colocó su mano en el hombro de Cinco, ambos se miraron y el jóven sonrió.--- ya la vi sufrir mucho. No quiero verla llorar...

--- tú nunca te preocupaste asi por nosotros, porque?

--- hijo, yo siempre me preocupe, no lo demuestro. Te diré un secreto. Cuando ustedes dormian yo iba y los arropaba, los estudiaba tambien, me sentia orgulloso por cada logro que tenian, siento haber sido un mal padre. Pero los quiero, a todos.

--- papá, perdón por no hacerte caso..

--- esta bien, me alegra que fueras tan fuerte como para revelarte contra mis ordenes...

--- prometeme que cúando vuelva, cambiaras con ellos, no dejes que te odien como mis hermanos y yo llegamos a hacerlo, tambien lamento eso.---Cinco tenia uma expresión triste y Reginal hizo algo que nunca pensó que haria, le dio un abrazo. Un abrazo de padre e hijo, Cinco sonrió contra el pecho de su padre, siempre soño con un momento asi.

--- lo prometo.

--- nos vamos en una semana, hice los calculos correspondientes...

--- ese es mi hijo.--- dijo orgulloso, para luego alejarse.

El joven se despidio de Teresa y regreso al cuarto que comparten para seguir haciendo calculos y que todo salga bien al momento de irse.

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