Capitulo 3: Felling Good

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En el primer mes Huā Chéng, descubrió lo fácil que resultaba estar al lado de Xiè Lían, su conversación fácil y fascinante, su punto de vista objetivo y meditado, descubrió que Gege era una persona enfocada y muy muy prudente. Compasivo y dulce, rasgos que el mismo Hua Cheng ya había experimentado, Gege era una persona suave pero muy fuerte, comprometida y hermosa y su lista de cualidades con respecto a él también crecía, aunque ahora percibía los pequeños defectos de la personalidad de su Gege, descubrió que su autoestima había quedado lastimada después de su caída, y que por consiguiente su Gege solía minimizarse bastante. Esto era algo que Huā Chéng estaba dispuesto ayudar. Quería que Gege fuera menos descuidado con respecto a su persona, quería que él supiera que estaba bien pedir y esperar por que él se merecía todo. Esto ni siquiera evitaba un poco lo bien que pensaba de sus virtudes. También había descubierto que... aunque había creído que la danza no era para él, tal vez y solo tal vez, con una buena guía, podía hacerlo. Xiè Lián era un excelente mentor.

En el segundo mes Huā Chéng confirmaba que su percepción de la danza era muy distinta a lo que imaginaba y también comprobó no por primera vez, que su Gege podía ser la persona más tirana cuando se trataba de la danza, pero también era la persona más dulce del mundo, cierto día del mes terminaba de ducharse después de la práctica cuando su móvil sonó; ilusionado corrió por él pensando que tal vez era Gege. No se había equivocado pero el motivo de su llamada había hecho que la sangre en sus venas se congelará. Un Xiè Lián avergonzado había jadeado por teléfono diciendo atropelladamente que acaba de caer de su motocicleta. Un pequeño gato andrajoso había cruzado su camino de regreso a casa y Xiè Lián había dado una vuelta cerrada evitando golpearlo, pero perdiendo el control de su motocicleta. Había descubierto el terror cuando Xiè Lián simplemente dijo que no sabía a quien llamar y que él simplemente estaba a mitad de la carretera, solo... Huā Chéng simplemente había quemado el hule de sus neumáticos para alcanzarlo. Y también había sido la primera vez que Huā Chéng había querido gritarle. La imagen de Xie Lian sentado y herido a un lado de la carretera, con una mejilla raspada, su cazadora y pantalones rasgados por un lado y su brazo caído, había quedado impreso en su mente para siempre. Sin embargo, su gentil y dulce Gege estaba quieto no solo por el dolor que parecía tener y que dejaba una fina capa de sudor en su rostro, el pequeño cachorro andrajoso estaba en su regazo ronroneando. Esa noche los neumáticos de E-ming habían dejado una marca de hule quemado en la carretera... este había sido el mes más difícil. Su hermoso Gege se había partido en dos el brazo de su mano predominante. Y había pasado un poco mas de una hora en el quirófano. Huā Chéng estaba asustado.

En el tercer mes. Huā Chéng, se maravilló con el ático de su Dianxia descubriendo que él vivía encima de su propio estudio. Se había ofrecido a cuidarlo de la lesión que había provocado su caída. Y a pesar de que su Gege se había negado mucho al principio, dos clavos, una cirugía y un mes de hospitalización habían terminado por ayudarlo a asumir el papel de enfermero de su Gege. Poco a poco se deslizaba en la rutina cotidiana de Xiè Lián, poco a poco conocía más y más del ser humano detrás de su leyenda. Xiè Lían poco a poco se abría a él contando cosas tan simples como su color favorito, su cena preferida por que usaba esa colonia o el shampoo en su regadera. Con su mano predominante lastimada Huā Chéng había insistido en asistirlo prácticamente todos los días, cocinar con él, mirar la televisión o simplemente tirarse uno al lado del otro para hacer de compañía, compartiendo secretos o historias de vida le daba una sensación domestica y familiar que nunca había experimentado, también alimentaba sus esperanzas. Descubrir a Xiè Lían como persona mantenía su corazón lleno de pequeños infartos continuos, una sonrisa casual o un roce tranquilo, poco a poco lo volvía codicioso, y eso comenzaba a doler.

En el cuarto mes. Xiè Lían aún se disculpaba por hacerlo "perder el tiempo" cuidando de él, cuando la realidad era que, Huā Chéng se encontraba más que fascinado con la tarea, aunque había días en las que la sombra de la duda lo empañaba, y su deseo codicioso le preguntaba ¿que hacía? Había días en que Xiè Lían era demasiado bueno a sus ojos, demasiado vulnerable o demasiado fuerte, entonces el monstruo implacable y posesivo que estaba atrapado en sus entrañas le exigía hacer algo. Huā Chéng había descubierto que el deseo podía ser peor que cualquier veneno, sin embargo estaba dispuesto a tomarlo hasta la última gota. Se había vuelto complaciente y suave al lado de Xiè Lián, descubrió que podía hablar sin sarcasmo y suavemente, se frustro al notar que tal vez no era el más adecuado para consolar a alguien, y también descubrió que la enorme fortaleza de arrogancia y dureza que había construido en torno suyo, se convertía en un castillo de arena cuando Xiè Lián lo miraba, sonreía y le pedía algo. En ese caso particular, la reapertura del estudio. En el cuarto mes Huā Chéng había decidido reanudar las clases y volverse el asistente provisional de Xiè Lián en el estudio. Había llevado a su Gege abajo y por primera vez en más de un mes la pesada cortina de acero se alzó una vez para que "Crowned Flower studio" abriera sus puertas.

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