《 Si estuvieras en Enhypen 》

<3

[Es como una continuación de lo que pasó en el último cap de JayMi. Esta serála manera de relatar la relación de Jay y MeiHao, por capítulos. Entonces casa vez que publique un cap que se llame "<3" es sobre estos dos :>]

—No me has preguntado oficialmente, ni me has llevado a una cita. Dime tu, don Juan.— le reclamaste un poco indignada por las circunstancias, éste rió nervioso, evadiendiendo tu mirada.

Después de este momento no volvieron a hablar del tema, tampoco era de gran interés. Los dos sabíais que os gustabaís mutuamente, lo teníais claro. No erais amigos pero tampoco pareja, no había nada definido.

Un día salisteis por la noche por las calles, costumbre que habíais cogido para que la gente no os reconozca y solo parezcais una pareja normal.

Estabaís en un banco hablando tranquilamente de temas varios, nada del trabajo, no os gustaba hablar de ello cuando estabaís juntos. Dejaste de hablar para contemplar las estrellas, preciosas. Jay también observó las estrellas, le parecían fascinantes, empezó a apreciarlas más una vez te conoció.

—Mimi.— te llamó la atención, sin apartar la mirada del cielo le respondiste tranquila. —¿Qué somos realmente?— te tomó desprevenida la pregunta.

No esperabas eso, nunca pensabas sacar tu el tema seriamente, siempre bromeabas sobre ello. Pero sabías que está vez Jay lo preguntaba seriamente, también te incomodaba en cierto modo este tema.

Con algo de temor bajaste la mirada para dirijirte a su bello rostro, no esperando encontrarte con su profunda mirada esperando el contacto visual.

—No lo sé. Amigos es muy poco, novios nunca lo hablamos.— le respondiste seriamente, con un pequeño puchero adornando tus labios.

—¿Qué te gustaría ser? Creo que los dos necesitamos definición para saber cómo actuar con el otro y los demás.— explicó serio, su cara no decía absolutamente nada. No sabías cómo reaccionaría a tu respuesta.

A lo mejor el quería ser solo amigos, y todo esto sea demasiado. O a lo mejor quería ser pareja, y esto sea muy poco.

Tras este debate interno, y largos segundos donde la tensión en el aire y su mirada presionandote intencionalmente te ponía cada vez más nerviosa, al fin respondiste mirando al suelo.

—Novios, quiero que seamos pareja, Jay.— soltaste en un suspiro, preparándote para lo peor.

Los segundos pasaban y no había respuesta, por lo que con un puñado de valentía le miraste, solo para encontrarte con la mayor sonrisa que hubieras visto en alguien. Jay apoyo delicadamente sus manos en tu cara y se acercó para besarte de tal manera, que sentiste las típicas mariposas mariposas el estómago. Estas no eran de nerviosismo, de ansiedad y miedo; sino que eran mariposas de tranquilidad, seguridad y confianza. Te sentiste tan feliz.

Os alejasteis del beso después de unos cuantos segundos. Los dos altamente sonrojados, qué lindos. Reisteis soltando todo el estrés y preocupación que teníais y volvisteis a acercaros para daros un pico.

—Dios, pensé que me ibas a decir que solo querías ser amigos, ¡casi me da un paro cardíaco!— reclamó en broma y los dos reisteís tranquilamente.

—¡¿A ti casi te da un paro cardíaco?! ¡Señor, me estabas mirando de tal manera que casi me desmayo! ¡Pensé que tu solo querías ser amigos!— le reclamaste de vuelta, pegándole suavemente en el hombro.

—¡Pero si me gustas desde I-land!—

—¿No que te gustaba desde que estaba con Heeseung? ¡Mentiroso!— le reclamaste con un puchero en modo de aegyo.

—¡En ese entonces solo me atraías!— te agarró de la cintura y besó tus labios para intentar quitarte el puchero, consiguiendolo y sacandote una sonrisa.

—Entonces oficialmente somos novios, ¿verdad?— preguntaste asegurándote de todo, ofreciendo tu mano.

—Sí, señora.— agarró tu mano, estrechandola.

—25 de mayo, 05:05 de la mañana, me gusta.— chequeaste para tener una fecha, sonreíste estrepitosamente por la hora, Jay te miró con curiosidad.

—¿Qué significa? ¿Por qué te gusta tanto?— preguntó sabiendo que había una razón.

—05:05, hora espejo. Esta significa que hay un amor cerca de mí, que me conoce bien y por quien debo mantenerme firme. Supongo ese amor eres tú.— le miraste con ojos enamorados, él igual.

—Wow, también me gusta.— te sonrió de vuelta, entendiendo el porqué es tan bueno.