En contra de mi voluntad (omegaverse)

IV

De la nada mi corazón comenzó a latir haciendo que mi lobo se pusiera en alerta, no puede evitar soltar un rugido diciendo _ MÍO, esto provocó que el supuesto beta incrementara su olor y soltara un sonoro gemido. Inevitablemente mi instinto me hizo sujetarlo fuerte de la cintura y estamparlo contra la pared haciéndolo soltar un quejido por la impresión, el beta me abrazo pegando su cara a mi pecho aumentando mis ganas de tomarlo en ese preciso instante. Repentinamente ella apareció en mis recuerdos, con su deslumbrante sonrisa que te hacia mantener viva la esperanza de que no todas las personas en este asqueroso mundo eran una mierda, ese recuerdo cambio bruscamente a uno en el que ella yacía inerte en su cama, rodeada por un enorme charco de su propia sangre.

Me aparté bruscamente y comencé a caminar con dirección al salón ignorando el quejido en forma de reclamo por parte del beta y el gruñido que soltó mi lobo al sentir lejos a su omega. Espera .... ¿Dije omega?

_si estúpido, ese es mi omega y si le pasa algo por dejarlo solo jamás te lo perdonare_ dijo ......, mi lobo

_ja como si me importara tu perdón_ le respondí mientras seguía caminando

_lo pueden violar, de verdad ¿no te importaría que le pueda pasar lo mismo que a ella? _ dijo con un tono decaído

_ ¡no te atrevas a compáralos! _ grite recordando nuevamente la sangrienta escena

Caminé devuelta hacia él y pude verlo retorciéndose apoyado en la pared haciendo un inútil intento por caminar. Para llegar más rápido a la enfermería y olvidarme de todo este asunto, lo cargue en modo de princesa, mientras caminaba el beta hundió su nariz en mi pecho para sentir mi olor, haciendo que su olor incrementara. Esto hizo que mi pantalón se sintiera más ajustado, sin tomarle mucha importancia continúe caminando, pero en los pasillo siempre se nos quedaban mirando y algunos alfas intentaban acercarse para quitarme al beta. Esto me estaba haciendo enfurecer y gruñir a todo el mundo, lo cual no tiene mucho sentido ósea no siento nada por este tipo entonces ¿Por qué carajos me molesta la sola idea de que otra persona sienta su aroma? ¿Y porque demonios un supuesto beta tiene este delicioso aroma? Continúe haciéndome preguntas y sin darme cuenta llegamos a la enfermería. Al entrar busqué con la mirada al enfermero, al no encontrarlo decidí dejar al beta en la cama para buscar algún supresor, pero no contaba con que este se aferrara con más fuerza a mi haciendo que mi nariz se junte aún más a él. No pude contenerme y comencé a lamer su cuello haciéndolo soltar pequeños quejidos. Inconscientemente liberé mi aroma y deslicé una mano dentro de su camiseta para quitársela mientras me apoyaba en la otra, comencé a jugar con esos lindos botones rosa haciéndolo ahogar varios gemidos que eran muy audibles, aunque el continuaba mordiéndose los labios para intentar no emitir sonido.

Elevo suavemente sus caderas intentando quitarse sus empapados pantalones y al quitárselos vi que llevaba puesto una lencería color vino que lo hacía lucir aún más sexy y por primera vez en mi miserable vida entendí lo adicto que puedo hacerme a una persona, más concretamente a él. Justo en ese momento fue donde mandé todo a la mierda y me subí encima de él comenzando a repartir besos por todo su cuerpo dejando una que otra marca. Cuando estaba a punto de quitarle las bragas alguien entró.