Hasta nunca, daddy [𝙺𝙾𝙾𝙺𝙹𝙸𝙽]

Cᴜᴀᴛʀᴏ

Eran las dos de la madrugada, hora la cual JungKook solía llegar desde hace unas semanas, sin embargo, SeokJin ya no le esperaba como lo hacía antes.

Cuando este entró a su hogar sintió un cosquilleo en el pecho, ya lo venían sintiendo hace días, aunque no conocía el por qué, una vez más lo ignoro y se hizo a un lado para darle el paso a una atractiva joven que venía junto a él.

Minutos después de que se escuchó el cerrar de la puerta se oyeron unos jadeos los cuales el menor, que estaba en su habitación, podía escuchar muy bien, como de las noches pasadas.

Ya era algo a lo que estaba acostumbrado, pasaba cada dos o tres días desde hace, aproximadamente, un mes. La primera vez que los escucho, su corazón se oprimio ya que escuchar los gemidos de alguien más y soportar que su pareja le esté siendo infiel en la misma habitación donde se prometieron tantas cosas, era algo que lo hacía sentir una persona miserable.

¿Había hecho algo mal? De ser así, quería hacer todo para solucionarlo, el sigue amando a JungKook, no le importa lo que haya hecho, el amor que le tiene es como el de la primera vez que hicieron el amor. El era el hombre que había elegido para pasar su vida juntos, aquel que ahora estaba junto a otra persona que no era él.

Trató de dormir, no quería escuchar más.

Cansado, sin poder soportar más, sacó una maleta de debajo de la cama y se dirigió a su armario. Con lágrimas corriendo por sus mejillas guardó la mayor cantidad de ropa. Estaba cansado, harto, y sobretodo, dolido.

Tratando de cerrar la maleta, recordó en todo lo que había pasado junto a JungKook. Los viajes, sonrisas, caminatas y escapas, sonrió triste mientras sus labios se curvaban hacia abajo y soltaba sollozos. Al parecer JungKook era feliz sin el, Jin siempre hará todo para que la persona que más ama sea feliz, aunque eso signifique dejarlo.

Su mirada se dirigió a una hoja de papel y un lápiz a su lado, con una idea en su cabeza, se dirigió a los objetos. Le dejaría una carta.

De: SeokJin
Para: JungKook

Duele saber que ya no me amas, duele saber que eres feliz sin mi, pero duele más saber que necesito irme.

Cuida de ella, como alguna vez yo cuide de ti, tampoco te olvides de ser feliz. No la descuides porque se lo que se siente y que caigas en un pozo que pensabas que ya no ibas a caer o en el que no te gustaría caer no es lindo.

Desde mi habitación puedo escuchar que la están pasando bien, pienso en como la estarás tocando, seguro con delicadeza, amor y con cariño. Así como lo hacías conmigo, me sentía en el cielo, sintiéndome como la persona más afortunada y feliz por ser a quien más amo y poderte tenerte a mi lado.

Dudo que me sigas amando como yo te amo a ti. De verdad lo dudo, todas tus acciones, engañarme, abusar de mi, golpearme. Me prometiste que nunca haríamos nada que yo no quisiera, ¿Dónde quedo aquella promesa?, todo esto duele y ya no puedo más, hyung.

Aquel día, en la mañana, me sentí tan sucio y adolorido, hice como si no pasara nada, como si nada de eso hubiera sucedido, tu despertaste como cualquier otra mañana. No recordabas nada y yo solo pude odiarte un poco por aquello.

Perdón, intente cambiar para ser mejor, de verdad, te lo juro, créeme que lo hice, pero al gmfinal me rendí porque me di cuenta que nada funcionaba. Cuando entro con aquella chica me di cuenta que por más que intentará, no podría conseguirlo, esa es una de las razones por las que me voy.  Estarás bien, estoy seguro de ello, espero que seas muy feliz.

No me olvides el amor que tengo y que te entrege, no lo olvides.

Cuando te sientas mal, recuerda las palabras que te susurraba cuando enfermabas, los mimos que te hacia cuando discutias con tus padres... o cuando te entregaba mi cuerpo.

Hasta nunca, daddy.

No iba a mentir, aquel papel se encontraba con rastros de lágrimas que caían sobre el. Jin seguían llorando, sorbiendo su nariz y parándose de donde se encontraba sentado, dejó la carta sobre el escritorio, y después de agarrar su maleta, se dirigió a la puerta de su habitación, se dio media vuelta, quería ver por última vez aquella habitación.

Pasando por la habitación de su mayor, con lagrimas aún cayendo, esbozó una triste sonrisa. Bajó con mucho cuidado de no hacer ruido, no quería interrumpir a su hyung.

Suspirando al llegar a la puerta principal, se cuestiono unos segundo el salir o no, pero ya no había marcha atrás y salió de allí.

‐adiós, te extrañare‐

Durante dos días se quedó en un hotel, tomaría un vuelo hacia Busan. Anteriormente se había dirigido al aeropuerto y había encontrado tal vuelo disponible, pero el vuelo seria en un día y medio, solo quedaba esperar.

En esas 48 horas, su celular no paraba de sonar, razón por la que lo apagó y quitó el chip. Agarró su maleta y tomó un taxi para dirigirse al aeropuerto. Intentaría rehacer su vida.

¡Muchas gracias por leer!

28/Julio/2021