- Amor voy a hablar con Gonza, si querés espérame en la pieza que cuando termino voy - le digo a cande mientras agarra una bolsa no sé de qué y se la lleva a mi habitación.
- Bueno dale, te espero - me dice y asiento.
Narra Cande Siiii llegó mi momento de vengarme al fin Tomás Campos no sabes con quién te metiste para que te pasen éstas cosas. Si me hubieses dejado ganar lo hubiese hecho un poco más tranquila, pero NO. Agarré una bolsa que adentro tiene un traje de enfermera que me lo compré hace poco que cuando lo ví me quedé enamorada. Él está por hablar con Gonza y va a hablar en el comedor, entonces lo que voy a hacer es ponerme el traje y aparecer delante de él mientras está en la llamada.
Luego de unos minutos me terminé de poner el traje y me acerqué a la puerta para ver si ya estaba en llamada o no y sí ya estaban hablando, voy a esperar un ratito más y salgo para mi momento.
Lo que me puse es esto:
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Salí de la habitación y fui hacia donde estaba él en silencio y me puse al lado de la columna de la pared para esperar y salir directamente para que me vea completa.
Lo veía hablando y cuando salga no sé cómo va a reaccionar jaja pobre esperancito.
Es hora.
Salí y cuando me vió casi le agarra un infarto.
- Te gusta lo que ves? - le susurro muy silenciosamente ya que estaba hablando con Gonza y había mucho silencio. No quería pasar vergüenza y que me escuche.
Me pongo de rodillas arriba del sillón masajeando y apretando mis pechos mientras me muerdo el labio, el no daba más de lo excitado ya que llevó una mano a su bulto muy disimuladamente ya que le empezó a doler. Después de eso pasé mi dedo por mi lengua y fuí bajando la hasta llegar a mi intimidad y empezar a tocarme de arriba a bajo mientras miraba tiraba mi cabeza hacia atrás y miraba su bulto.
- Espera Gonza busco algo y vuelvo - le dice a Gonza como puede.
- Si dale cenfe - le dice.
Viene hacia mí y me acorrala contra la pared, me agarra fuerte del pelo y me dice el el oído...
- Termino y te hago pollo - me dice para no después antes de irse darme una nalgada fuerte a lo que me doy vuelta y me dejó su marca de la mano.
Yo le susurré un "mm si claro".
Narra Tomás Candela y la concha de tu madre, no podía controlarme al verla con ese traje y los movimientos que hacía no ayudaban para nada. Tuve que llevar mi mano a mi pija porque el dolor era insoportable. Ya la voy a agarrar y va a ver qué con el jefe no se juega.
- Si dale hermano, nos vemos besos a Vir - le digo a Gonza terminando la llamada.
- Candela vení para acá - le digo gritando ya que se había ido.
