Versión 2.

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La casa de los Tweak estaba a unos metros de distancia, por lo que aceleré el paso. Hoy después de cuidar a Tweek en el hospital salí a la universidad. Después de un laborioso y productivo día, necesitaba descansar.

Tweek tenía leucemia. Solo supimos hasta hace aproximadamente unos meses. Vivíamos juntos y ese día que nos enteramos lloramos, Tweek me decía todos los días que lamentaba no estar bien para mí, a lo cual yo le decía que no era su culpa y que siempre, siempre yo estaré para él. Hoy ví a Tweek muy tranquilo, pero me dijo algo que me dejó en shock.

- Craig, si muero quiero que seas feliz, no te detengas por mi, eso no me gustaría.-

- Honey, estarás bien. Yo sé que algún día saldremos de esto, lo prometo.-

- Te amo, Craig.

- Yo a ti, Honey.- Dije besando su mano que tenía un anillo de compromiso que le había dado hace un año.

Tweek se veía mejor cada día, pero siempre me decía cosas como "Si algún día muero, si algún día muero". Me hace sentir mal que diga esas cosas.

Llegué a casa de los señores Tweak y saludé cordialmente. Al llegar noté que había tazas en la mesa, junto con un té hirviendo, no entendía porqué había té si la familia Tweak consumía café. Solo iba a pasar a saludar y dejarles dinero para lo que necesitara Tweek que me habían dado mis padres.

Me invitaron a sentarme en la mesa y me sirvieron un humeante té. Le puse un poco de miel para endulzarlo, además del frío que hacía ya que estaba a punto de llover.

- Hijo, queremos platicarte sobre algo, no queremos que te alteres, por favor.- Mencionaba el señor Tweak.

- No, claro que no, ¿Qué pasa?-

- Antes que nada, agradecemos mucho todo lo que estás haciendo por Tweek. Entendemos que la carrera es algo importante pero valoramos mucho lo que haces de quedarte con Tweek en las noches, cuidarlo, apoyar para su tratamiento, y cosas así.- Decía la señora Tweak mientras Richard daba un sorbo de distracción.

Yo detestaba mucho tratar de descifrarnos, estaba entrando en desesperación hasta que ví que lloraban.

- ¿Qué está ocurriendo? Si es sobre Tweek, vayan al grano.-

Noté que al mencionar el nombre de Tweek, la señora Tweek lloraba por él.

-... Cariño, el doctor nos dijo hace una hora que Tweek puede morir en cualquier momento.- Dijo y rompió en un desgarrador llanto.

Al escuchar eso, casi escupo el té que prepararon. Ese sorbo de distracción fue erróneo. Fue erróneo buscar descifrar. Necesitaba ir a ver a Tweek, verlo antes de morir. Salí corriendo y busqué un taxi, mientras los padres de Tweek me seguían. Llegamos al hospital, intenté no llorar, sentía algo por dentro que se rompía. Al llegar a la habitación de Tweek, ví que estaba despierto, pero débil. Me acerqué.

- Honey, ¿Estás ahí?...-

-... Si...-

- Honey, yo...- Antes de decir algo, rompí en llanto.

-...Craig, no llores...por mí. Sé feliz...te lo mereces.-

- Honey, no sabes cuánto te amo. Nunca te olvidaré. Siempre te extrañaré. Te veré en cada maldita estrella que vea en las noches. Tú serás la estrella más linda que vea.- A esas alturas ya estaba llorando en las piernas de Tweek. Los padres de Tweek miraban la escena, tratando de no llorar.

Sentí que Tweek acariciaba mi cabello, tal como lo hacía en las mañanas.

- Craig... te amo, los amo a todos. Gracias...-

Té para tres. (ONE - SHOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora