parte única.

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créditos al respectivo autor/a de la imagen.

༺ ☾ ༻

Miraba el cielo teñido de sangre junto a Aki a mi lado, observando a personas correr de aquí para allá junto a sus maletas, junto a sus niños llorando desgarradamente pidiendo éstos que lo que estaba pasando, fuera solamente una sutil y horrible pesadilla la cual se despertarían pronto. Pero no, ésto desgraciadamente no era una pesadilla.

Ésto era real, real como Aki acariciando mi cabello y diciendo lo lindo que me veía luego de un horrible llanto. Y es que me había puesto a llorar, arrodillandome frente a él. No quería morir, no quería que mi precioso amor muriera hoy. Pero la humanidad estaba condenada, y hoy sería el último día, la última noche.

La última noche que estaría con el amor de mi vida. Mi última noche con Aki.

Y nuevamente mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, en verdad quería que mi amor viviera una larga vida, una la cual hubiera tenido una familia, una esposa y muchos hijos. Y yo claramente habría estado feliz si eso hubiera ocurrido. Pero desgraciadamente estaba condenado al igual que yo, al igual que todos. Y eso me ponía jodidamente triste.

– Hey, mírame.

Cogió mi mentón con cuidado y le miré.

– Ya no llores, precioso... Ésto acabará pronto. Y sonrió.

Todos los malos pensamientos, todos los malos recuerdos habían desaparecido, todo lo que pasaba afuera se habia esfumado con sólo ver esa sonrisa suya. Esa sonrisa tan sincera y hermosa que me trajo de vuelta a la vida, y es que vivía por su sonrisa, vivia por aquellas palabras llenas de dulzor y madurez tan características que sólo Aki poseía.

– Te amo.

Dije observando sus preciosos ojos profundos y azulados, es que amaba a éste hombre, daría mi propia vida por éste hombre. Le amaba tanto que realmente no tengo las palabras exactas para decirle todo lo que sentía.

Estaba realmente satisfecho con mi vida, porque le tenía a él. ¿y es que acaso moriría feliz? Ese es mi mayor deseo.

– ¿Quieres bailar?

Asentí con mi cabeza y cogió mi mano de inmediato y me apegó a él, minutos después una melodía lenta sonaba en la radio y comenzamos a balancearnos al ritmo de la música.

Nada nos importaba ahora, ni por el toque de nuestras manos, de nuestros cuerpos... él sabe lo que sucedería... pero el mundo está por acabar ¿Por qué no sentir su tacto por última vez?

Me abracé a su trabajado y fuerte cuerpo, en verdad no quería separarme de él. Sin pensarlo nuevamente estaba llorando en su pecho. Pero levanté de inmediato mi cabeza para mirarle luego de oír un pequeño sollozo. Él estaba llorando.

– N-no llores...

Dije intentando secar sus lágrimas suavemente con la palma de mi mano.

No miento cuando digo que mi corazón se rompió en ese momento cuando sonrió a pesar de que lágrimas brotaban de sus ojos con facilidad.

– Tú dijiste que ésto ya pasará... sólo... abrázame.

Al terminar esas palabras, él rápidamente me abrazó fuertemente y lentamente su llanto se fue incrementando, haciendo que yo también llorara. Era simplemente inevitable no hacerlo escuchando sus sollozos y gemidos salir de su boca. Acariciaba sus cabellos largos con mi mano, amaba hacerlo, nunca me cansaría de acariciarlo.

– Te amo tanto.

Escuché a mis espaldas e inconscientemente sonreí entre lágrimas.

– Te amo mucho más.

As the World Caves In, akiangel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora