-¡ Por favor no me dejes!- sonaba el grito desgarrador de una voz rota.
-Volveré por ti Nina, lo prometo- pronunciaba una voz que se iba alejando.
Abrí los ojos de golpe y suspiré,- Menos mal que solo ha sido un sueño- respiré aliviada y bajé las escaleras de mi cuarto para saludar a mi madre, pero casualidad, ya se había ido.
Sin pensar mucho me hice el desayuno y me asomé a la ventana, parecía que alguien se acababa de mudar a la casa de enfrente. -Bueno, ya lo descubriré en clase- terminé mi desayuno y subí a la ducha mientras se escuchaba como una música desde fuera.
Al salir de la ducha agarré mis cosas para ir a clase, y vi salir de la casa de enfrente a una chica de mi edad, así que me acerqué a ella.
-¡Hola!, Vi que te acabas de mudar a la casa de enfrente y bueno, me supongo que no conocerás a nadie. Soy Nuria, encantada- le dije sonriendo. La pobre me miró un poco aturdida pero me devolvió la sonrisa.
-Sí bueno, tengo un primo en este barrio pero en la escuela no conozco a nadie- la vi un poco tímida asique rápidamente le cambié de tema - Bueno si quieres puedes venir conmigo a clase, porque imagino que iremos a la misma escuela- sonreí un poco y seguimos caminando hasta llegar al instituto.
Al cruzar la entrada vi a Mario con sus amigos y me acerqué a saludarlo con un beso -Hola amor, como fue tu fin de semana?- me quedé sonriéndole y me miró con su cara de enfadado. - Fatal, perdí en el Fifa contra Jaime, LO VES NORMAL?!?!?!? Contra Jaime- resopló y cambio su cara para echarme una sonrisa. -Por lo demás ha sido genial, una pena que no te dejaran salir, la fiesta fue increíble.
-Y las tías también- soltó Jaime. uno de sus mejores amigos.
-Joder Jaime, podías callarte la boca. NURIA!- cuando soltó el grito yo ya había salido corriendo al baño de la mano de María; a ver, sabía que me engañaba en esas fiestas, pero lo quería demasiado como para dejarlo, y seria una humillación todavía mayor ya que es popular.
-Nuri, que narices ha sido eso? Como dejas que te trate así? Acaso estás tan ciega como para estar con alguien que te humilla constantemente?! Dios. -María se quedó callada de golpe y me pidió perdón por la charla, si que en verdad tenía razón. Solo estaba con el por amor, y el corazón roto ya lo tenía.
-No tenía que hablarte así Nuria lo siento, pero me da mucho coraje; y eso que solo he visto cinco minutos. A saber el tiempo que llevas aguantando esta humillación.
Me sequé las lágrimas y le di un abrazo, era la dosis de realidad que necesitaba desde principio de curso, cuando acepte ser su novia.
-Iré a hablar con el, a ver si puedo arreglar la relación- sonreí a María y lo fui a buscar a fuera.
Al salir por la puerta lo volví a ver hablando con sus amigos y lo llamé para hablar, por lo que se acercó a mí con esos aires que siempre lleva encima.
-¿Que quieres?- me miraba por encima del hombro, con superioridad, pero lo quería, Asique respiré profundo y le solté lo que quería decirle:
-Creo que deberías centrarte en nuestra relación si es lo que quieres, y si no deberías dejarme. -Me miró sorprendido, supongo que no se esperaba que le hablara así, pero me contestó con tranquilidad, quizás demasiada:
-Está bien. -me dio un beso en la mejilla y se dirigió a su clase, ignorando a todos sus amigos, los que se me quedaron mirando un poco bastante mal; Asique me fui de vuelta con María, lista para entrar a la segunda clase del día, ya que había perdido la primera por la charla del baño.
-Lo hice, le dije que se centrara en mi. -le sonreí a María mientras decía mi frase pero rápidamente se me borró la sonrisa al verla decepcionarse de mi y señalar a la esquina de la pared, donde estaban Mario y una chica besándose.
-Esta vez voy yo. -María me miro y me guiñó un ojo, cuando se acercó a ellos y sin mirarlo porque no quería ver que pasaba, oí un golpe fuerte y un par de gritos.
-¡SERÁS ESTÚPIDO! Tienes a una chica estupenda que te quiere y solo estás haciendo el imbécil jugando con todas. El día que quieras algo real nadie va a tomarte enserio y ojalá nunca te pase lo que estás haciéndole a Nuria. Porque un corazón roto duele más que cualquier bofetada que te pueda volver a dar.La vi acercarse a mi con una sonrisa dibujada en los labios mientras al mirar hacia Mario solo podía ver a un chico confundido a la vez que una chica lo consolaba restregándose. Si que hice bien en hacerme amiga de esta chica, pensé para mi; le devolví la sonrisa y la acompañé hasta su clase.
Las dos clases a las que fui hoy fueron bastante aburridas la verdad, ciencias e historia; nada que me sirva especialmente por lo que me hayo esperando a María en la puerta de su clase.
-Ey, ¿qué tal? -la miré con una sonrisa de lado y la vi al lado de alguien más.- Hola, soy Nuria encantada- le di dos besos y retomé mi mirada hacia María. El chico que iba a su lado no llamaba realmente mi atención, era un niño un poco más alto que yo, con el pelo negro y largo; lo único que me gustó fue que iba escuchando música hasta que me vió hablarle.
-Lucas, igualmente- me saludó con la mano y rápidamente vino María a hablarme mientras me agarraba del brazo para llevarme adelante. -Él es mi primo Lucas, es un poco... especial- se volvió a mirarlo y estaba imitando una batería con las manos. Solté una pequeña risa y volvimos la mirada. -No, no es guapo- me soltó.
Me quedé un poco sorprendida a ese comentario, el chico, o bueno, Lucas no me parecía un chico guapo, no era feo, ni mucho menos; simplemente no era mi tipo. -No dije que fuera guapo- me reí y lo fui a llamar para que se uniera a la conversación. -¿Os apetece pasar la tarde en mi casa? No es la gran cosa pero podemos estudiar y picar algo.
-Por mi está bien- dijo Lucas en alto antes de volver a colocarse sus cascos.- Eres la vecina ¿no?- asentí con la cabeza.- Ya se donde es pues, nos vemos allí.
Miré a María bastante sorprendida, me pensaba que era un chico normal, pero tiene pinta del típico chico salido de Wattpad. Me reí yo sola en voz baja, leer demasiado estaba afectándome un poco ya. Saqué el teléfono y llame a mi madre para avisarla de que íbamos, aunque de poco servía; lo raro sería que me atendiera la llamada. Suspire y me fui a casa a comer. Me esperaba una tarde bastante larga.
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Cuando termine de comer empecé a recogerlo todo para que cuando llegaran los Díaz estuviera todo listo y ya pudiéramos ponernos a lo nuestro. Estaba colocando la comida en los boles cuando María entró y me ayudó a preparar lo que faltaba.
-Tu primo parece un poco raro, acaso es Escorpio o Capricornio? Porque se le ve muy solitario. -me reí con ella y me quede observándola un segundo.- Virgo. Tú eres virgo, ahora adivina el mío.
-Nuria no me digas que crees en estas cosas -se empezó a reír de mi pero cuando me vio ponerle ese puchero de perro rodó los ojos.- Cáncer o piscis, aunque tiro más por el primero, si fueras piscis hubieras sabido alejarte sola del chico. -me sonrió y la miré con perplejidad.
-2 de julio, total y completamente cáncer. Tú?
-12 de septiembre, Virgo. Y Lucas 13 de enero, Capricornio.
-DIOS SOY BUENÍSIMA. Lo sabía, se os nota en la cara -me eche un rosa hasta que Lucas timbró en mi puerta. -Pasa, está abierto.- sonreí y fui a mi cuarto a por los libros.
Cuando baje ya estaban comiendo y sentados en el sofá, pero sin mucha intención de trabajar. María tenía la tele puesta y estaba viendo un concierto de Taylor Swift en la television. Cuando me vio me grito que bajara a cantar con ella y, así empezó la tarde, sin ánimos de estudiar y sabiendo que no haríamos nada más productivo que la sesión de cardio como bailarinas de Tay.
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Nuestra canción [EN PAUSA]
RomanceEl pasado no cambia y el futuro no se puede planear, y eso Nuria Torres lo sabe perfectamente cuando un torbellino cambia su vida radicalmente.