Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen fueron padres de mellizos.
El lobo blanco ya no es solitario pues su otra mitad siempre estará con el.
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Habían pasado dos lunas desde que se enteraron que Sansa esperaba a su primer bebé, por lo que la pelirroja mostraba ahora un pequeño vientre de cinco lunas, mientras que el vientre de Valyria se hinchaba más y más, según el maestre solo faltaban días para que nacieran los príncipes, todos los maestres seguían buscando menciones de vidriagón pero nada conseguían, los dragones estaban cada vez más y más grandes pero quien sobresalía era Balerion era dos veces el tamaño de sus hermanos.
Esa mañana Valyria llevaba un lindo vestido blanco que hacía resaltar su vientre, se encontraba acostada en su habitación viendo a la ventana, esa mañana sus bebés se mostraban más inquietos, a su lado estaba Sansa con su doncella Hilaria y su septa quienes no se habían separado de ella en ningún momento, sus pensamientos se vieron interrumpidos por el ruido de la puerta abriéndose quien entraba era Lady Catelyn, con una sonrisa y en sus manos tenía un pequeñas mantas.
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-Mi Lady.-saludaron su septa y doncella.
-Te he traído unos regalos.-contestó Lady Catelyn avanzando hasta Valyria.
-¿Regalos?-pregunto Valyria enderezandose.
-Bueno más bien son para mis nietos.-respondió y extendió unas pequeñas cobijas hechas de piel de lobo.-Las hice yo misma desde que me enteré que sería abuela.
-Son muy hermosas, muchas gracias.-dijo Valyria tocando las suaves mantas.
-Se que has combatido en guerras, pero nada se compara con traer a tus hijos al mundo.-dijo Lady Catelyn tomando las manos de Valyria.-El campo de batalla de casi todas las mujeres es la cama donde se da a luz.
-Tengo un poco de miedo.-dijo Valyria
-Todo estará bien yo estaré a tu lado.-dijo Lady Catelyn.-Al igual que Jon, Robb y Sansa.
Continuaron platicando un poco más hasta que Valyria prefirió salir a caminar un poco, caminó un poco hasta que se encontró con Tormund, así que decidió caminar con él, Tormund le ofreció su brazo para comenzar a caminar.
-¿Cómo te sientes joven loba?-pregunto el pelirrojo comenzando a caminar.
-Estoy bien, algo cansada.-respondió Valyria.-¿Cómo es más allá del muro?
-Todo es blanco, no ahí castillos, dormimos en tiendas o cabañas.-respondió Tormund.
-Me gustaría ir algún día tal vez cuando la guerra contra el ejército de muertos acabe y ganemos.-dijo Valyria suspirando.
-Serán bienvenidos.-dijo Tormund.
Siguieron caminando hasta donde se encontraba Brienne y Podrick practicando con la espada, Brienne se distrajo un momento mientras veía a los recién llegados, Valyria por su parte alzó la mirada encontrándose con Sansa por lo que subió hasta donde se encontraba y siguió viendo la práctica.
