En cuanto me desperte recibí un mensaje de Claudia. No sabia muy bien si leerlo o no, pero la intriga me superaba.
'Antes de nada no te enfades con Frank ni le comentes nada, como sabes estoy en Los Angeles y paso eso y bueno, Frank va a venir al hotel en el que me encuentro, cuando venga te llamare para que veas que lo que siente por ti es amor verdadero, solo cogeme y escucha, no me quiero llevar mal contigo'
Después de releer el mensaje unas cuantas veces decidí que lo mejor sería esperar su llamada; fui al salón y coloqué unas mantas en el suelo, también coloqué los juguetes de Claire y fui a por ella. Me tumbé en suelo a jugar con la pequeña cuando la veo intentar gatear, la cogí y la puse en la otra esquina pues ya casi no habia mantas y el suelo estaba muy frío. Después de tiempo intentandolo, ya gatea.
"¿Dónde esta la cosita que más quiere papi en este mundo?" Dijo cogiendo a la pequeña y dandole un beso. Levanté la mano. "Es un amor diferente, boba" me dio un beso y dejo a Claire en el suelo otra vez. "Voy a dar una vuelta que llevo ya bastante tiempo editando"
"Frank" le mire.
"Dime"
"Te amo"
"Y yo" sonrio y se fue.
Ahora solo quedaba esperar la llamada de Claudia, de mientras me puse a jugar con la niña hasta que se canso y se durmió en mi pierna, la cogí y la llevé a su cuarto, la arropé y subí sin hacer ruido a por mi movil. Espere 10 minutos y recibí la llamada.
"Hola, Frank"
"Claudia"
"Lo que pasó hace tiempo... Yo no se muy bien porque acepté, yo quiero a mi novio y haria cualquier cosa por él"
"Te entiendo"
"A Brad le amo, cosa que no me pasaba contigo..."
"Bueno"
"¿Tú amas a Summer?"
"¿Qué si la amo? Ella es diferente a las demás personas, ella es realmente especial. Nació con un propósito, y es que a medida que iba creciendo, en su espalda se iban formando unas preciosas alas imperceptibles a la vista humana. Inconscientemente consiguió elevarse un par de centímetros, tras un poco de práctica alcanzó unos cuantos metros, pero cuando realmente estaba logrando sostenerse en vuelvo, tuvo su primer golpe, y por ende, su primera caída. Aquel golpe inauguró lo que pronto se convertiría en una larga e interminable lista de derrotas psicológicas que dejaban profundas huellas físicas. Para cuando la ví de nuevo, ya no tenía alas. La vida, celosa, le arrancó cada una de sus plumas hasta que no quedó nada. Y en los ojos de ella se reflejaba todo; las batallas perdidas, el dolor acumulado, la ausencia de esperanza y el miedo a tan siquiera volver a mirar al cielo. Enamorarse de ella fue fácil y con el pasar del tiempo, yo la quería cada día un poco más. A veces conseguía hacerla sonreír, y de alguna inexplicable manera, eso me llenaba. Una fría noche de Diciembre, ella se desnudó ante mí y me mostró sus cicatrices. Con lágrimas resbalando por sus ojos, me contó la historia detrás de cada una de ellas, y antes de romper en llanto, me abrazó fuertemente. Ahí fue cuando descubrí que yo también tenía un propósito. Mi propósito era devolverle sus alas. Y a eso me dediqué. No voy a mentir diciendo que fue un camino recto, al contrario, estaba lleno de engañosas curvas y peligrosas pendientes. Tuvimos un par de recaídas, pero logramos sobrellevar todo.
Tiempo después, los resultados se empezaban a hacer notar. Lentamente, de su espalda salieron alas que se iban llenando de plumas, y yo sí era capaz de verlas. Era algo hermoso, pero aún quedaba un gran obstáculo que superar: el miedo que se la había formado a volar.
Decidimos hacer pequeños intentos con cortas distancias, y a medida que ella recuperaba la confianza en sí misma, aumentamos la altura. Recuerdo la primera vez que la vi elevarse. En ese instante, supe que tenía que dejarla irse, pero la felicidad que sentía al verla sobrevolando las nubes era mucho mayor que cualquier sentimiento que podría albergar mi corazón. Hoy en día, vivo con ella, y me hace el hombre más feliz del planeta. A veces se queda toda la noche conmigo, abrigándome con sus alas y al día siguiente compartimos un buen café. Otras veces me insiste en que la deje llevarme a las alturas y enseñarme el paraíso, pero siempre respondo que no porque tanta belleza en tal magnitud no es apta para un simple mortal. Yo en realidad estoy bien así, en este mundo hecho un caos, es donde pertenezco. Y soy feliz viéndola cumplir sus sueños y como somos una familia.""Wow. Increible"
"Lo sé" se le escapó una risita nerviosa "demasiado cursi, pero es lo que siento y ahora si me perdonas me tengo que ir, tengo una hija con la que jugar y una mujer a la mimar"
ESTÁS LEYENDO
En busca de un "Felices para siempre" [Staxx] TERMINADA
RandomPara los que piensan que el amor verdadero algún día muere.