Rasones de mis sueños

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Una mano te toca, con miedo te das la vuelta y ves a Mike cin una mirada interrogante en la cara.

"Dios, hombre me has asustado" Le dices colocando una mano en tu pecho

"Pude notarlo"
Te responde Mike y con una mirada extrañada te pregunta
"¿Qué estad haciendo aqui? ¿Terminaste el gimnasio? Porque tambien necesitamos ayuda con..."

"No, no he terminado" dices antes de que acabe la oracion. "Oye, uh, ¿Alguien trajo niños?

" No que yo sepa, pero trata de terminar ese suelo pronto, necesitamos ayuda con equipo electrico" dice terminando la conversacion

Asientes y te diriges al gimnasio, mientras desenredas tus auriculares. Solo dos minutos después de haber empezado a trabajar, escuchas esos malditos niños de nuevo. Esta vez, parece como si se estuvieran burlando de ti. Piensas que se volverán a escapar y la risa se detendrá, a si que decides continuar con lo que estabas haciendo y lo ignoras. Pero no se va, incluso, podrías asegurar que se hace más fuerte y más irritante.

“¡¿Qué?!” Gritas a los niños, pero siguen riendo. Esta vez, arrojas tu martillo a la pared, porque a estas alturas, no tienes ganas de jugar. Corres hacia el ruido, con la esperanza de atraparlos. Con cada paso que tomas, los armarios que cubren el pasillo se estremecen y se sacuden. Tus pasos resuenan por las escaleras. Ya no te importa tu trabajo en el gimnasio, ni la construcción, ni nada. Solo encontrarlos y deshacerte de ellos.

A medida que corres, te das cuenta que la escuela se ve más limpia y alegre. La pintura no está astillada, ni la cerca oxidada…

“Pensé que lo estaban destruyendo, no que le harían una renovación.” Te dices. Sigues corriendo, hasta llegar comedor. Sentiste que habías corrido en círculo, pero esa teoría se fue en cuanto llegaste a la cafetería. Te das cuenta que en el comedor, las mesas están instaladas, y los pisos limpios. Las papeleras y mesas parecen estar cubiertos con migas y la leche derramada en algunos sitios. Esto no tiene sentido, si hace dos minutos las mesas estaban rotas, y todo parecía estar cubierto de polvo. Te detienes y mirar a todo, confundido completamente, hasta que la risa te sacó de sus pensamientos, una vez mas.

Una vez que vuelves a correr, la risa se ​​detiene. No, no como la broma de hace rato, todo el mundo al mismo tiempo se frena. Junto con las risas, tus pasos paran, como si trataras de encajar en el entorno.

De pronto, una pequeña risita se escucho en el baño. Sonríes, pensando:

“Oh, ahora los tengo”, mientras caminas hacia el baño. A diferencia del resto de la zona, el baño era un completo desastre. Las bisagras de las puertas de los establos y los grifos están terriblemente oxidadas, y baldosas completamente rotas. Pateas fuertemente la única puerta, tirándola, con la esperanza de hacer frente a uno de esos pequeños bastardos, pero no hay nadie allí.

“¿Qué diablos?” Dices en voz alta. Jurarías que escuchaste una risa proveniente de esta área exacta, ¿cómo no puede haber niños? Te das vuelta hacia el grifo, y giras el pomo. Crees que si se salpicas tu cara un par de veces, te recuperarás. Por supuesto, no sale agua. De repente, ves algo en la esquina del espejo que te hace atragantarte con tu propio aliento.

Sentada en la esquina de la habitación, junto a la puerta, se encuentra una pequeña niña. Sus ojos, miran a los tuyos. Excepto, que ella realmente no tiene ojos, solo mármoles blancos que parecen demasiado grandes para su cráneo. Y no son sólo sus ojos, todo en ella no es normal. Su piel se le pega al hueso, haciendo que sus articulaciones se vean. Su pelo esta enmarañado y lleva un vestido blanco roto, manchado con suciedad y sangre. Y entonces comprendes todo instantáneamente, como si una pared de ladrillos cayera sobre ti.

Lo que parecen ser los restos de un cadáver en descomposición, es en realidad la chica que aparece en tus pesadillas. Sus labios se curvan lentamente revelando un terrible conjunto de dientes afilados. Gritas y sales corriendo del baño. A la salida, te das cuenta de que el edificio volvió a tener su aspecto normal, sucio y descuidado. Al doblar a la esquina, te encuentras con Mike.

“¿Qué demonios estás haciendo?” Dice claramente frustrado, “Esta es la segunda vez que abandonas tu puesto de trabajo.”

“¿¡Qué carajo está pasando aquí!?” Gritas, exigiendo una respuesta. Mike te lanza una mirada amenazadora, y te dice:

“¿De qué estás hablando? Nada está pasando aquí. Escucha, si te sientes un poco enfermo puedes ir a casa. ”

“No, estoy bien.” Respondes, “Te prometo que voy a terminar esta vez. Ahora, ¿dónde está el camino de regreso al gimnasio? ”

“Sube las escaleras y en el pasillo a la izquierda, verás las puertas dobles para llegar. Te acompaño”

Mientras los dos van a ver tu trabajo, una duda emerge de tu cabeza.

“Hey,” Le preguntas a Mike, “¿Por qué este lugar quedo cerrado? Parece como si todo el mundo se hubiera ido un dia y jamás regresó. ”

“Bueno,” Inicia Mike mientras el sonido de sus pasos resuenan en todo el hueco de la escalera, “Una chica joven, estudiante, murió aquí. Al parecer, era demasiada tristeza para los niños a educar y siempre andaban deprimidos. Por lo tanto, con la esperanza de borrar el incidente de su mente, se los trasladó a una escuela diferente. ”

Un escalofrío recorre tu cuerpo, desde los pies a la cabeza.

“Exactamente cómo murió?”

Mike no respondió hasta cruzar la puerta doble del gimnasio.

“Ella cayó desde un pasamanos y se rompió el cuello.”

Tragas saliva, mientras Mike sale de la habitación.

“Apresúrate, que ya es tiempo que hubieras terminado” Dijo antes de azotar la puerta

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