Una violeta insegura (IzuJirou)

Capítulo 15: Marcas de quemaduras

N/A: 2021 ni siquiera podría darnos una semana, ¿verdad?

(Un día después)

Kyouka se puso sus pantimedias negras y sus zapatos, estirando sus brazos sobre su cabeza mientras bostezaba. Sus jacks se extendieron, deslizándose por las mangas de su chaqueta de uniforme todavía en la cama. Levantaron la ropa, permitiendo a Kyouka deslizar sus brazos por las mangas y abrocharse.

*Toc Toc*

"Kyouka," dijo Mika, asomándose por la puerta abierta. Su voz en un tono burlón. "Tu novio está aquí."

"Él no es mi..." Una sonrisa floreció lentamente en el rostro de Kyouka. "Oh, espera. Sí, lo es. Bajaré en un segundo."

Mika puso los ojos en blanco, pero tenía una sonrisa en su rostro cuando salió de la habitación. Agarrando su bolso, Kyouka salió de su habitación y bajó las escaleras para encontrarse con el rostro de su recién adquirida pareja. Izuku estaba en su teléfono revisando las últimas noticias sobre héroes cuando escuchó pasos que se acercaban. Mirando hacia arriba, vio a Kyouka acercándose a él.

"H-Hola."

Kyouka agarró la corbata mal atada de Izuku y se la arregló. "Tengo la sensación de que no estás haciendo esto bien a propósito, así que puedo hacerlo todos los días".

"Sí y no. Y-y-yo todavía no sé cómo atarlo bien, pero no he intentado aprender, así que todavía puedes atarlo."

Terminando con la corbata, Kyouka se rió entre dientes. "No me verás quejándome."

"Oh por favor." Ambos adolescentes se volvieron para ver a Kyoutoku con los ojos medio cerrados sentado en el sofá con café en la mano. "Es demasiado temprano en la mañana para tanta dulzura. Te ruego que vayas a la escuela".

Sonriendo, Kyouka se cruzó de brazos y se volvió hacia su padre. "¿Qué? ¿Demasiado pronto para amenazar a mi novio?"

"Nunca es demasiado temprano para eso. Hablando de eso, Midoriya, ¿sabías que tengo un arma?"

"Es una pistola Nerf".

"¡Oye!" Kyoutoku gritó, un dedo apuntando a los adolescentes. "Cualquier cosa puede ser un arma en las manos adecuadas".

Poniendo los ojos en blanco, Kyouka agarró la mano de Izuku y salió por la puerta. "Adiós, viejo."

Bajando los escalones y hacia la acera, Izuku miró a Kyouka. "Él ... Él en realidad no tiene un arma, ¿verdad?"

"¿Estás bromeando? ¿Sabes lo estrictas que son las leyes de armas aquí? Además, estoy bastante segura de que gritaría como una niña pequeña si disparara una escopeta. ¿Y por qué todavía le tienes miedo?"

"La primera vez que lo conocí estaba vestido con una capa negra y amenazaba de muerte. Es impredecible. Tengo todas las razones para tener miedo si hago algo mal".

"¿Sabes lo que es realmente divertido? Te has estado preocupando por lo que mis padres te harían si hicieras algo mal, pero seamos honestos. Soy a quien debes tener miedo".

Izuku respiró hondo, con los ojos muy abiertos. "Ese es realmente un buen punto".

"Sobre todo porque si haces algo mal, lo más probable es que yo sea el que esté más cerca de ti".

"¿Q-qué harías, exactamente?"

Kyouka sonrió, bajando la cara de Izuku para darle un casto beso en los labios antes de susurrar: "Espero que nunca lo averigües". Ella tomó su mano de nuevo, conduciendo a Izuku por la acera mientras un escalofrío recorría su espalda.