•.¸♡ ꜰɪʀꜱᴛ ʟᴏᴠᴇ ♡¸.•

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Camino apresuradamente por las calles de Busan.El tráfico me impide correr como desearía. Los semáforos en rojo detienen mi andar, provocando en mí una desesperada ansiedad.
Al otro lado de la acera logro divisar aquella edificación y mi nerviosismo se dispara en todas direcciones de mi cuerpo.
Cuando al fin logro cruzar la calle, me detengo con piernas temblorosas en la entrada principal del instituto Busan Foreign School.
Por un momento mis pensamientos se nublan y me pregunto ¿qué demonios estoy haciendo aquí?

Mi corazón late eufórico, pero mi cabeza no deja de darme vueltas.
¿Realmente quiero verla? Una vez más. Perderme en sus preciosos ojos pardos enmarcados en pestañas largas y rizadas. Enloquecer con su delicioso aroma a vainilla y su adorable sonrisa de pequeños dientes. Sus labios rojos y delgados, añorarlos sobre los míos. ¿En verdad quería sentir de nuevo la desesperación de no poder tomarla?

Sí. Lo quería.

Sin darme cuenta, mis pies comenzaron a llevarme dentro del instituto. Caminaba por los pasillos arrepintiéndome más cada paso que daba. No había rastro de algún estudiante por aquí, pues aún era horario de clases, todos debían estar en sus respectivos salones.
Era el único que corría de un lado a otro, buscando a alguien que me indicara su paradero.

— ¿Puedo ayudarte en algo?

Una chica de largos cabellos castaños se postró frente a mí. Sus manos jugaban con nerviosismo con el borde de su falda y mordía levemente su labio inferior.
Ni siquiera vi de dónde salió, pero el que llevara el uniforme reglamentario me dejaba en claro que era alumna de esta institución.

— ¿Sabes dónde puedo encontrar la sala de profesores? -pregunté, apresurado y un poco desconfiado.

— ¿Eres de este colegio? -negué. — Lo supuse, no te reconocía, además tu uniforme no es el mismo. -señaló lo obvio, impacientándome un poco. — ¿Te transferirás aquí? -volví a negar.

—Sólo quiero llegar a la sala de maestros. -quizás mi tono tajante y cortante no era el adecuado, pues a fin de cuentas ella era mi única esperanza dentro de éstos enredosos pasillos.

— Ou, ¿buscas a alguien en específico? -su curiosidad podría parecerme adorable en otro momento, pero no ahora. Lo único que me provocaba era la necesidad de darme media vuelta y continuar mi camino solo.

Que fue exactamente lo que hice.

— ¡Oye, espera! -su mano sobre mi muñeca detuvo mi andar, despertando una ofuscación dentro de mí.

— ¿No tienes una clase que tomar?

— ¿Eso no debería preguntarte yo a ti? ¿Te saltaste la escuela para venir a acá? -de nuevo curioseaba en mi vida, como si nos conociéramos desde siempre.

— ¿Eso te incumbe? Suéltame -intenté soltarme de su agarre, pero me fue imposible. Esta niña era molesta.

— Oppa, lo siento. Sólo quiero ayudarte. -bufé, odiaba que me llamaran así. — Sólo dime a quién buscas, a esta hora la sala de profesores está sola. Si fueras más listo lo supieras.

Era cierto. La mayoría de los profesores se encontraban dando clase dentro de las aulas. Que idiota.

— Así que, a quien sea que estés buscando, no lo encontrarás ahí.

Lo pensé con claridad y entendí que estaba perdiendo más tiempo del que debería. Ella saldría de trabajar en cualquier momento y yo ni siquiera confirmé que vendría a verla, por lo que nunca se enterará de que vine. Mierda.

— Lee BinJi. -susurré. Hacía tiempo que su nombre no salía de mis labios y lo sentí. Cada sílaba, cada letra salió de mi corazón.

— ¿BinJi? ¿La consejera? -asentí. — ¿Qué es tuya? ¿Es tu hermana? ¿Es tu prima? ¿Una amiga?

First Love ➵ JJGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora