Odio a la luna, la desprecio. Me ha quitado lo que más he amado, me ha quitado a mi sol. Mi todo. Odio a la luna porque siempre obtiene lo que quiere, la odio porque siempre gana, odio a la luna porque es hermosa, magestuosa, eterea. La luna ordena todos cumplen, la luna habla todos escuchan, la luna llora y todos la consuelan. A veces pienso, ojalá fuera más como la luna. Pero no puedo, es imposible, un ser tan diminuto e incompetente nunca, jamas, podría siquiera compararse con ella. La luna, no es mala, de hecho eso es lo que más odio de ella.
La luna no me ha quitado nada por que desde un principio el sol nunca fue mio, el solo decidio partir tras la luna, y siendo sincera brillan hermoso juntos, yo ni siquiera brillo. La luna es amable, yo no, la luna es inteligente, yo no, la luna es independiente, yo no soy capas de valerme por mi misma, la luna es majestuosa, yo soy diminuta.
Yo no odio a la luna, yo me odio a mi misma por no ser como ella, me odio aun más por odiarme y sin duda también odio...
