Esta era una tarde seminublada, en la cual me dirigía gustoso a mi ciudad, después de una larga semana de estudio intensivo, pero siento algo extraño, como si se estuviera eliminando la gravedad y al ver a mi lado izquierdo noto que el autobús está callendo, no pude hacer más que gritar.
Momentos después sentí un intenso dolor recorriendo todo mi cuerpo y sin embargo unos segundos después desapareció.
Al abrir mis ojos pude ver que estaba en un tipo de cielo, podía ver mi ciudad natal desde ahí, la cual reconocí inmediatamente, y lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.
Nunca en mi vida había sentido un vacío tan intenso, nunca podría volver a ver la tierra que me vio nacer, no podría visitar a mis seres queridos y nunca podría despedirme de ellos.
Entonces escucho una voz que me dice: Hola, veo ya te enteraste que estas muerto, yo soy el encargado de explicarte como son las cosas.
Yo: ¿Eres dios? O ¿estoy en el purgatorio?
Voz misteriosa: No, eso no existe, déjame explicarte yo soy algo así como un guía para los muertos.
Hablemos varios tipos de guías para cada tipo de humano, buenos y malos y eso determina su destino.Yo: no lo entiendo
Voz misteriosa: Bien, te irás a donde tu creas que mereces ir, no existe tal cosa como un cielo o un infierno, pero puedes ir a tu percepción de cualquiera de estos si tu sientes que lo mereces.
Un ejemplo de esto es que en tu corazón siempre guardas todos tus sentimientos, y al haber sido una persona mala inconscientemente vas a lo más parecido para ti a un infierno, básicamente creas una dimensión, que es a donde crees o quieres ir.
La culpa es el peor enemigo de las malas personas, y sus guías se aseguran de que ellos crean que merecen ir al infierno, porque así será imposible que las malas personas tengan buenos finales.Yo: ya veo, así que ¿a dónde iré yo?
Voz misteriosa: Parece que sigues sin entender, solo dime a donde quieres ir y si crees que lo mereces irás ahí en la forma que a ti te gustaría.
Yo: Quiero ir a danmachi con los poderes del poderoso rey de Uruk, Gilgamesh.
Voz misteriosa: Bien, tu solicitud fue aprobada, concedido.
Entonces tengo la sensación de que estoy cayendo.
Yo: Oye espera, todavía no se utilizar sus poderes.
Voz misteriosa: Eso lo tendrás que aprender sobre la marcha, mi trabajo está terminado.
Entonces aparecí de pie en una calle medieval con ropas de la época, así que comencé a preguntarle a algunos aventureros que estaban de pie enfrente de una taberna.
Yo: Buenas tardes, ¿alguien de ustedes sabe donde puedo encontrar a la familia hestia?
El aventurero que parecía líder me contestó: Claro que si, mira vas hasta el final de la manzana y das la vuelta a la izquierda, después caminas hasta que veas un gran árbol, de ahí vas a ver justo enfrente del arbol un callejón igualmente a la izquierda, y saliendo del callejón verás una iglesia abandonada, ahí es donde recide la familia hestia.
Yo: Muchas gracias.
Estaba muy nervioso enfrente de la puerta de la iglesia, ahí empezaría mi vida como aventurero, y aunque no sabía cómo utilizar mis poderes sabía que los tenía y eso me tranquilizaba.
Tomé valor y me decidí a tocar la puerta y solo se escucha un " Ya voy" de quien suponía era la diosa hestia.
Hestia: Buenas tardes, ¿puedo ayudarte en algo?
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Reencarnando como gilgamesh en Danmachi
RandomEs una historia solo para entretener y ningún personaje me pertenece.