1. Lindo conejito

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Comenzo a intentar escapar en cuanto me vio, salto de mis manos y casi sale del kiosco pero la lluvia lo detuvo.

—Esta bien —me agache y saque el suéter que guarde allí en la tarde—. Ven aquí conejito, estoy segura de que tienes frío.

Estire el suéter aún sin soltarlo, el conejo movía su nariz olfateandolo, espere pacientemente, se acercaba de a poco, al final dió un salto al suéter; lo abrace tratando de transmitirle mi calor, incluso lo puse debajo mi chaqueta con una mano lo sostuve y con la otra tome mi bolsa y la use para tapar al animal, ahora sin detenerme corrí a mi casa; ya en el elevador revise al pequeñín, parecía haberse quedado dormido.

Al llegar a casa, lo deje junto con mi suéter en el sofá y fui por una toalla pequeña y una grande, en cuanto tuve en mis manos la toalla lo primero que hice fue secarme el cabello, regrese a la sal y el conejo seguía dormido, con toalla pequeña comencé a secarlo, pero se despertó mientras lo hacía, cuando se comenzó a mover desesperadamente lo solté, ví la toalla, estaba sucia, cuando busque al conejo me preocupe al no verlo, lo encontré temblando detrás de este. Lo deje allí y fui a la cocina, saque zanahorias y lechuga ya previamente lavadas, me senté en el piso frente al sofá y estiré mi mano con las verduras.

—Ven conejito, no te haré daño —baje mi mano—. Puedes comer esto.

El se acercó olfateando, parecía nervioso, me alegro que ya no temblará tanto; se acercó con cuidado, fue un proceso largo, cada que hacía un movimiento el se asustaba y retrocedía, con una paciencia que no sabía que tenía avance con cuidado hasta que se sintió lo suficiente tranquilo como para dejarme cargarlo, decidí darle un baño; cuando cerré la puerta del baño el pareció saber lo que pasaría ya que intento saltar fuera de mis brazos, lo sostuve y comencé a llenar la bañera, dejé la toalla que estaba usando en mi cabello en el perchero.

—No llene mucho la bañera así que puedes sentir el fondo —le dije al conejo en mis brazos que ahora temblaba, lo baje lentamente y al sentir el agua tibia se calmó un poco—.

El baño no duró mucho pero fue un poco difícil, cada vez que me movía cerca el se asustaba e intentaba correr el agua quedó gris y yo estoy empapada, pero valió la pena ya que bajo todas suciedad encontré un hermoso pelaje castaño claro, lo seque un poco con una toalla seca y lo puse sobre la tapa del inodoro, aprovechando que estaba tranquilo me bañé rápidamente.

Al terminar lo cargue y fui a mi habitación, mi pijama consistía en unos shorts cortos y una camisa enorme, me seque el cabello con el secador y de paso seque al conejito. Estaba dormido de nuevo, se veía demasiado tierno, entonces decidí que ya era hora de dormir; al despertar el conejito estaba dormido a mi lado, lo desperté con cuidado, al verlo no podía evitar sonreír es una ternura; lo deje en la cama y fui a hacer el desayuno, en un plato pequeño puse zanahorias y lechuga, los dejé en el piso; unos segundos después lo escuché comer.

Me bañé después de desayunar y me prepare para llevar al veterinario al conejo; en la consulta me dijo el doctor que es macho y está un poco desnutrido, también me recomendó seguir dándole las zanahorias y la lechuga, compré unos platos para él, unos juguetes y una cama. Al llegar a casa le dejé comida y agua su cama junto al sofá y los juguetes.

—Tengo que irme pequeño —le dije cuando lo ví en el sofá—. Regresaré tarde del trabajo, mañana comienzan mis vacaciones.

Jungkook

Mi nueva ama es hermosa, cuando desperté con su hermosa sonrisa me sentí tranquilo, decidí que está ves permanecería como conejo para que ella no me abandone, se acercó para acariciar mi cabeza y me dió un beso, entonces se fue. Aproveché para explorar su casa solo tiene dos habitaciones un baño, la sala y la cocina, pero es un bonito lugar el olor de mi ama está por todos lados, y el piso está caliente, se siente bien no tener frío, me siento agradecido con ella, y tengo miedo de que me pueda abandonar cuando se entere lo que soy.

Está oscuro y mi ama todavía no llega, ¿Y si no vuelve?, ¿Si me deja aquí encerrado?, miles de dudas llegaron a mi mente, pero me ví interrumpido por el sonido de la puerta, ella anuncio su llegada y yo salte hacía ella emocionado.

—Hola conejito, ven con noona —me llamo abriendo sus brazos, salte en ellos—. ¿Me extrañaste?.

Solo dejé que me mimara, entre sus brazos me sentía protegido, me emocionaba la idea de que apartir de hoy ella se quedaría en casa la mayor parte del tiempo, quiero conocerla, se ve que es buena y muy amable.

Híbrido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora