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Izuku: Luego de llegar al tártaro, un grupo de villanos y reclusos, me golpearon durante muchos días, los oficiales no hacían mucho ya que no les causaba interés que un supuesto traidor sea golpeado, aunque algunos si lo veían mal y trataban de controlar las cosas, pero todos aquí sabemos que muchos golpes ya habían llegado desde antes de entrar, la enfermería de la prisión no hacía mucho, pero un día me canse y decidí defenderme como pude, no logre mucho, apenas podía esquivar la muerte y en un descuido, un tipo tenía desodorante en aerosol y con un serillo empacaron a quemarme mientras otros me tomaron por la espalda, se divirtieron mientras yo casi pedía piedad, pero en unos de sus intentos de tortura, casi llegan a mucho, si saben de lo que hablo, por lo cual, con el poco de fuerza que me quedaba mordí la nariz del sujeto y se la arranque, luego de eso tomaron alcohol de la enfermería que habían robaron y le bañaron el brazo en esa cosa para luego incendiarme vivo, si no fuera porque los aspersores detectaron el humo de mi piel, ya estaría muerto, luego de eso me dejaron podrirme en la zona de alta seguridad, ya que no querían otro muerto pero tampoco defenderme, apenas pude comer algo, hasta que simplemente un día ya no tuve fuerza para seguir y perdí la conciencia esperando a morir, un oficial al que le tome algo de aprecio, trataba de curarme, pero el solo a escondidas no pudo hacer mucho y la enfermería de una prisión donde no quieres que salgas pues no tienen los implementos necesarios.

Todos quedaron horrorizados por lo que escucharon del chico, si lo que dijo era verdad, no solo los reclusos lo atacaron, sino que los guardias no hacían nada por ser otro sentenciado, eso solo demostraba que no hacían un buen trabajo, la decadencia de un sistema era demostrada de esa forma.

Izuku: Pero me quedó algo muy en claro, el lado bueno y el lado malo no existen, solo la justicia, no somos lo suficientemente consientes como para saber qué es lo mejor para los demás, por lo que será mejor para mí seguir mi camino por lo que crea mejor, y no por lo que una sociedad liderada por corruptos y por tantos falsos héroes diga, ya para mí no hay verdaderos héroes, solo gente que es usada como carne de cañón y los que decidimos que hacer por voluntad propia.

Muchos querían decir algo, pero no les salía del pecho las palabras, algunas personas de hecho tenían lágrimas en los ojos, por impotencia o por tristeza. Pero para Izuku era solo algo normal ya nombrarlo, obviamente le dolía recordar eso, pero tu mente y su corazón ya estaban endurecidos por la vida y por la gente que le mostró como eran realmente.

Izuku: Muy bien, si no hay más nada que agregar, me gustaría descansar, ¿podrían retirarse?

Nezu: No se preocupe joven Midoriya, ya nos retiramos, gracias por su tiempo.
Todos empezaron a salir, querían decir y preguntar más, pero ya tenían claro que no podrían averiguar mucho, tenían claro que el joven estaba bien y era lo importante, mientras esto ocurría, Melisa veía a Izuku, sabía que lo quería, y estaba dispuesta a luchar por él, pero entendía que el no era el mismo, quizás no había cambiado mucho, o quizás sí, lo que tenía claro es que lucharía a su lado, sea para bien o para mal de la sociedad, ya tenía claro que la quería y como quería las cosas, su padre por otro lado, al igual que el rubio raquítico, que no lo había dejado de mirar hasta que se fue de la habitación, creían que el joven seria el mismo joven a legre y sonriente con el pasar de los días, quizás meses, porque tenían esperanza en ello, pero lo que nadie sabía, ni el mismo joven peliverde, es que muy en el fondo el sentimiento de odio había nacido de una forma muy arraigada, que luchaba con su amor por la justicia y el bien, un punto en donde el bien tenía las de ganar, pero como un ser de posibilidades ilimitadas, tenía conocimiento pleno del bien y del mal, solo tenía que descubrirlo, y un anfitrión de otro planeta, sacaría a relucir sus más profundos sentimientos, tanto bueno como malos. Cuando ya todos salieron y dejaron al chico solo, esté solo se acostó en su camilla, reclinando el espaldar, solo se quedó allí, no quería pensar, pero tenía dudas, que paso con el mundo mientras estuvo encerrado, que paso con aquellos que no le dieron la espalda, y más importante, donde están los desgraciados que lo dejaron en aquel estado tan asqueaste y deprimente, lo más probable es que tengan un plan para volver a intentar matarlo, una forma de callarlo, de mostrarle al mundo que tanto poder tienen y como lo pueden manejar a su antojo, pero aunque él no sabía cómo, buscaría venganza, y sin duda alguna, una forma de sacar del camino, a mucho0s héroes corruptos, pero, su Diana en el campo de tiro, era aquel hombre que controlaba los hilos, ese que bestia de traje y no tenía miedo de ensuciarse las manos para conseguir lo que quiere, y al igual que aquel hombre, el entrará en su mundo, pero bajo sus reglas, para usar todo lo que tiene en su campo y en su poder, para llevarlo a la locura, antes de quitarle esa meta que durante tantos años ha buscado, solo necesitaba una chispa para encender esa llama de venganza, pero no sabía el cómo o mejor dicho, no se había dado cuenta del cómo.

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