Prólogo.

7 0 0
                                    

Sabía muy bien lo que me esperaba al seguir ese auto negro. No tenía ni la más remota idea de a dónde se dirigía, pero estaba más que segura que su destino no traería nada bueno. Pasados varios kilómetros, el auto llegó a su destino. "Motel el gran castillo".

-Vaya circo de mierda que me espera- pensé, sin saber que estaria en lo cierto.

Pasillos de color rojo neón, habitaciones con intensos gemidos. Justo lo que se espera de este tipo de lugares.
Habitación 612, en frente de esta me encontraba. Con el pase que me dieron gracias a un soborno y un poco de coqueteo con el encargado. Tomé un pequeño suspiro, y abrí la puerta delicadamente. Una sala con todo tipo de juguetes, un baño con cristales transparentes y una cama con dosel. Las cortinas de este último, se encontraban cerradas. Y aún así se podía ver perfectamente las siluetas desnudas ante mi.
Sigilosamente me escondí detrás de un mueble de cuero, tomé mi celular y marque el contacto guardado como: "Esposo❤️".
Timbró por primera vez dando a la habitación una melodía.

~T-te están llamando~- Dijo la acompañante entre jadeos. -Contesta, a lo mejor es tu esposa.

-Ella puede esperar.- Dijo él con tranquilidad. -De seguro solo está llamando para joderme con cosas de la empresa.

-No la hagas esperar, estoy segura de que sospecha de nosotros. -Insistio.

-Luego le contesto, y si sospecha, Algo me inventaré. Tranquila, a ella la tengo en la palma de mi mano. -Dijo con suficiencia.

-Por lo menos escríbele un mensaje para que se quede tranquila. -Replicó.

-Bien. -Dijo saliendo de ella y tomando el teléfono.

"Esposo❤️: Linda, estoy ocupado en una conferencia. Luego te escribo.

Yo:Ah, ¿Sí?"

-De saber que las conferencias serían así de emocionantes... -Dije saliendo de mi escondite y sorprendiéndolos por completo. -... Créeme, cariño, yo nunca faltaría a ninguna.

-Bbebé, puedo explicarlo. -Dijo Robert, tratando de hablar.

-No necesito explicaciones, ya lo sabía. -Hablé mirando su entrepierna erecta. -Linda. -Me dirigí a la chica. -¿Alguna vez has hecho un trio?

~~

Confusión, eso era lo que se expresaba en el rostro de mi esposo. De seguro jamás imagino lo que le esperaba. De seguro jamás imagino que su "Esposa" fuera un detector de mentiras andante. Pero de mí, se puede esperar que hasta mi sombra salga sin ningún rastro de luz.

~Doncel~



DONCELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora