Ladybug y Chat noir se encontraban sentados en uno de los tantos edificios de París después de haber echo su patrulla diaria.
Ambos no decían nada, el simplemente admirándola a ella, y ella concentrada en mirar el paisaje que les rodeaba mientras pensaba en una sola persona, aquella qué le había robado el corazón cuando le había entregado su paraguas negro y le había hablado con tanta sinceridad. Aquella qué ella pensó que había sido el causante de aquella goma de mascar en su asiento cuando realmente había sido: Chloé, la persona que le había echo la vida imposible desdé qué puso un pie en el Instituto Françoise Dupont.
—¿Por qué me miras tanto?
El, qué hasta ese entonces seguía admirando su belleza se percató de qué aquella ninfa había virado el rostro y ahora estaba observándolo —Yo… lo siento…ah…no quise…perdón si te…
La azabache comenzó a reír por como sus palabras salían cómo balbuceos. En ese mismo instante Chat noir sintió cómo todo a su alrededor desaparecía dejándolos nada más a él y a ella cómo los únicos protagonistas, olvidando a los pocos carros qué deambulaban por la calle, olvidando su pregunta principal y dejando qué su corazón latiera fuertemente cómo siempre lo hacía cada vez qué se encontraban para combatir a un nuevo supervillano y no dejaba de admirar todos y cada uno de su movimientos.
—Gracias por eso…
—¿Gracias, gracias por qué? —Contestó con otra pregunta el de traje negro y temática de gato.
—Por siempre estar conmigo y para mí…
—Somos un equipo, ¿no?
Ella asintió y no dijo más, volviendo a posar su mirada en el hermoso panorama.
—Ladybug... —Volvió a nombrar él —¿Puedo?... Tengo, algo qué decirte...
—Habla. —En respuesta, el rubio abrió y cerró la boca sin lograr emitir palabra alguna —¿Es sobré la patrulla?
Bajó la cabeza y apretó sus manos a sus costados. Sabía que si volvía a traer el tema a colación acerca de sus sentimientos, significaría que arruinaría este momento tan grato con su lady. Sabía que de nuevo, ella se sentiría incómoda como había sucedido la vez que había derrotado a Glaciator, el heladero de los enamorados. Sabía que posiblemente ella trataría de decirle de la mejor forma qué ella no estaba enamorada de él y que aún seguía estándolo de aquella persona misteriosa de la qué ella tanto le hablaba y al mismo tiempo, él no conocía.
Así que decidió mejor quedar callado.
Pero en ese momento, sus palabras filtraron lo que su corazón ocultaba y reprimía. Cómo sucede cuando quieres, pero no puedes decir algo que tienes atorado, pero simplemente terminas por decirlo.
—Es sobre tu y yo, sobre… nosotros…
—¿A qué te refieres con “Nosotros”?
—Ladybug yo te… yo te amo…
Su respiración se volvió irregular cuando de pronto, Ladybug se encontraba a sólo milímetros de sus labios. Juraría que ella sabía perfectamente que su corazón latía fuertemente tras su pecho y su traje de látex.
—Yo también…
Y sólo faltó eso para que todo dejará de funcionar a su alrededor. Ahora ella se encontraba con sus labios unidos a los suyos, en un tierno y casto beso. Su yo interior estaba que no cabía de la emoción. Pudo imaginarse a un montón de minis Chat's festejando sin parar y sin poder contener aquella emoción qué tan sólo dos palabras le había ocasionado. Aquellas dos palabras que había deseado escuchar desdé qué había notado que el había comenzado a tener esos sentimientos por ella. Aquellas dos palabras que no había escuchado desde que su madre había fallecido y desdé qué su padre se había alejado tanto de el.
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Ella simplemente NO te ama ( Ladynoir )
Humor-Ladybug... -Volvió a nombrar él -¿Puedo?... Tengo, algo qué decirte... -Habla. -En respuesta, el rubio abrió y cerró la boca sin lograr emitir palabra alguna -¿Es sobré la patrulla? -No..., no del todo... -ella junto sus cejas aún sin entender nada...