Blue ¡! 𝙅𝙤𝙝𝙣𝘿𝙤

𝟎𝟑. 𝗨¡!♡˖ Unimos nuestros caminos.

𝗕𝗟𝗨𝗘

蓝色的¡!♡  Oye, espera,
creo que me
gustas demasiado.

🥐

Un año había pasado desde toda la mudanza y Johnny seguía sorprendido de no haber tenido una recaída en ese pozo profundo llamado depresión.

No era un secreto, toda su familia estaba consiente del estado mental del adolescente y por ello eran cuidadosos, lo llevaban con un especialista y le recordaban a cada rato que debía de tomarse su medicina a la hora correcta.

Johnny por dentro agradecía tener unos padres tan amorosos y comprensivos que supieron actuar en cuanto lo vieron mal, no hubiera sabido que hacer si es que la situación resultaba mal.

—Yo creo que te gusta —dijo Mark empujando a su mejor amigo.

Ah, el enano de cabellos rubios había sorprendido a Johnny días atrás con su llegada repentina al país, resulta que los padres de Mark también tenían que regresar por asuntos de su trabajo y el chico les rogó hasta de rodillas por conseguir vivir en la misma zona que su mejor amigo o una que estuviese cerca.

Terminó por ser su vecino, lo cual era muchísimo mejor.

—No creo —Johnny pensó un poco y arrugó su nariz. —Nunca me había gustado nadie, ayúdame.

—¿Cada que está a tu lado sientes que una manada de elefantes recorre tu estómago hasta el punto de querer hacerte vomitar?

—Mark, eso es asqueroso.

—¿Si o no?

—Bueno, sí.

—Bro, te gusta —Mark pellizcó la mejilla de Johnny. —Ay mi bebé ya está creciendo, me siento como una madre orgullosa.

Doyoung entró por la ventana de la habitación de Johnny, para el chico de cabellos castaños ya era bastante normal que su otro amigo entrara de esa forma, pero Mark se asustó y le aventó una lata de refresco en la cabeza.

—¿Qué hice para merecer esto? —se quejó Doyoung sobando su frente. —Hola Mark...

—No entres así, pensé que eras un ladrón —dijo Mark colocando una mano en su pecho.

—Así entra el, déjalo —Johnny inmediatamente defendió a Doyoung haciendo que su mejor amigo lo mirara indignado, completamente indignado.

El pelinegro decidió taparse los oídos pues sabía lo que se venía, y dicho y hecho, Mark comenzó a gritar dramáticamente que como era posible que lo defendiera a el y no a su mejor amigo de toda la vida, aquel que lo había visto desnudo más de tres veces.

Ok, Doyoung no necesitaba saber eso.

Mark se fue del lugar fingiendo estar enojado, solo utilizó eso de excusa para dejar a su mejor amigo solo con el chico que le gustaba, no era tonto, se notaba a kilómetros que a Doyoung también le gustaba Johnny. Más que nada por la cara que hizo al entrar y verlos tan cerca.

Solo esperaba que no fueran celos tóxicos porque ahí si huía del país junto con Johnny para evitarle traumas de una relación tóxica.

—Mark me cae muy bien —dijo Doyoung una vez sentado al lado de Johnny, el chico lo observó durante unos segundos e hizo un puchero. —¿Sucede algo?

—¿Me vas a cambiar por Mark?

Si algo tenían en común ese par de mejores amigos es que ambos eran dramáticos a su manera, Mark gritaba e incluso pataleaba, y Johnny hacía pucheritos.

Quería besarlo, necesitaba besarlo.

—Claro que no, tu eres my one and only —Doyoung picó el puchero de su amigo con su dedo.

—Estaba hablando con Mark sobre algo —Johnny suspiró cuando los nervios volvieron a hacerse presentes y sus mejillas se tornaron de un intenso color rojo de solo pensar que al fin lo diría. —Y creo que me gustas.

—¿Crees? —el pelinegro recargó su cabeza en uno de los hombros del chico.

—No lo sé, me siento bien cuando estoy contigo —Johnny recargó su cabeza encima de la de Doyoung sacándole una risita. —Es como lo que me dijiste con la canción de Blue, solo que yo al verte o escucharte me pongo feliz.

—Me pasa exactamente lo mismo, pero yo sí estoy seguro de que me gustas.

Se separaron y se miraron a los ojos durante unos segundos que parecieron una eternidad, la mirada de Johnny se dirigió a los labios del pelinegro y este pasó su lengua sobre ellos, gesto que hacía notar su nerviosismo.

Doyoung podía jurar que se sintió mareado con la simple cercanía que comenzó a tomar Johnny, y cuando por fin sus labios se unieron, sintió algo difícil de explicar en simples palabras.

Johnny mientras tanto sintió un revoltijo en su estómago como nunca antes, tal vez era a lo que se refería su mejor amigo pero de una forma muy bonita, como si mil fuegos artificiales explotaran al mismo tiempo o como si una guerra se estuviera desarrollando ahí mismo.

No tenían intenciones de parar y Doyoung lo confirmó cuando Johnny lo recostó en la cama y se colocó encima de el solo para seguir besándolo porque esa posición se le hacía mucho más cómoda que estar sentado.

Si viajara un año atrás y le contara al Johnny del pasado lo que estaba haciendo ahora, simplemente no lo creería, y es que la llegada de Doyoung a su vida le había afectado de una forma muy positiva. A su lado había aprendido muchas cosas, como el valorar cada momento que pasabas con una persona, agradecer por lo que tienes y a la vez aspirar por ser mejor, ver la vida de una forma un poco más alegre en lugar de estar viendo las noticias en tu celular pensando que el mundo se estaba acabando lentamente por culpa de la humanidad, todo eso gracias a un pelinegro hiperactivo que no se callaba nunca la boca.

—Creo que encontré una buena forma de hacer que hables menos —burló Johnny después de tomar un pequeño descanso de los besos, necesitaba aire aunque con Doyoung debajo de el viéndose tan perfecto le era difícil respirar.

—Eres muy malo conmigo —Doyoung hizo un pequeño puchero.

YangMi tocó la puerta de la habitación y ambos tuvieron que separarse rápidamente fingiendo no haber hecho absolutamente nada, ella sólo entrecerró los ojos y les dijo que bajaran a comer galletas que les había preparado, era más que obvio que habían estado haciendo, Doyoung tenía toda la ropa desacomodada y los labios rojos como las cerezas, y su hijo, bueno, se veía más bobo de lo normal.

Ay, el amor.