✨💍

310 48 28
                                    

Se miró al espejo, tomando una gran respiración. Sus cabellos rubios cayendo sutilmente sobre su frente, sus dedos largos y delgados pasando por ese hermoso y caro traje blanco.

Estaba bien, todo iba a la perfección, nada había salido fuera de lo planeado, nada podía hacerlo sentir inconforme, pero aún así, en su pecho había algo que no lo dejaba pensar con claridad, llenándolo de dudas e inseguridades.

-¿Todo bien?

Alejó la vista de su rostro para fijarla en la silueta que se asomaba gradualmente por el espejo.

Se quedó quieto, con la sensación de querer decirle algo, pero no pudo y simplemente calló y observó, volviendo a pegar la vista en su imágen.

Quizá era la corbata, o el traje, posiblemente su cabello o ese tono pálido de piel que había obtenido.

-Solo... Me estoy preparando.

JaeBeom, aquel amigo que tuvo desde que llegó a Corea le sonrió, esa sonrisa que derrochaba ternura.

Re-peinó su cabello hacia atrás, con ese corte mullet que llevaba, se veía bien metido en ese traje color vino y ese olor que desprendía a ser un tipo con bastante dinero.

Lim JaeBeom conoció a Mark en aquella agencia de entretenimiento, realmente no se habían podido comunicar el uno con el otro, habían hecho señas en toda su primera conversación y difícilmente se veía que pudiesen congeniar genuinamente.

Mark siempre fue de pocas palabras, JaeBeom siempre parecía un viejo lleno de bromas sin sentido, que a veces ni siquiera daban risa, era más gracioso observar esos gestos que ansiaban ver reacciones favorables que el mismo chiste en si y a Mark nunca le había molestado.

Se complementaban, como el yin y el yang. Precían contrarios, pero siempre lograban llenar esas partes faltantes del otro.

-Eres mi padrino de bodas, dime ¿Todo está bien?

-Pues, todo está saliendo perfectamente- rascó levemente su patilla, mientras sus ojos se movían a un punto al azar- todo va conforme a las indicaciones.

Una sonrisa se asomó en su rostro, un tanto preocupado de ver ese gesto inconforme de Mark frene a sus ojos.

-JaeBeom- lo hizo colocarse recto con ese tono fuerte y demandante.

-¿Por qué ese tono?

-Eres mi amigo ¿No?- cuestionó, como si aquella pequeña pregunta hubiese sido de vida o muerte.

-Por supuesto, casi doce años siendo amigos- asintió.

Mark bajó la mirada, captando la atención de aquel castaño, porque a pesar de todo ir bien, conforme el plan, había algo que no cuadraba, al menos eso pudo verlo en aquellos gestos extraños que estaba mostrando.

-¿Debería hacerlo?

JaeBeom ladeó su rostro, un poco confundido.

-Se más especifico, ¿te refieres a casarte?- su pregunta fue muy insegura, casi miedoso de aquello.

-Sí, quiero decir conoces a mi prometido, me conoces a mi ¿no es así?- dejó de mirar por el espejo, prefiriendo darle la cara - ¿debería hacer esto?

JaeBeom se vio sorprendido de verlo titubear, usualmente Mark era una persona que iba directamente por las cosas, no lo pensaba, no se arrepentía y sobretodo nunca dudaba, saltaba sin importar el resultado.

El castaño siempre era más temeroso, más analítico, mientras que Tuan simplemente saltaba por lo que deseaba.

-Pues... has salido con el por años.

HUYAMOS; os; bmarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora