My miracle. [Kacchako week 2021]

Día 3. Sol y luna.

—Estoy en casa. —un chico de cabello verde ingresó por la puerta de la entrada, la casa se escuchaba extrañamente silenciosa, ya deberían estar en casa. Caminó por el pasillo de la entrada hasta que vio a su pareja y a la pequeña niña en el washitsu de su hogar, se acercó con cuidado para no interrumpir a la pequeña que estaba concentrada en su oración y se sentó de rodillas al lado de su pareja.

— ¿Lleva mucho rato así? —susurró cerca del oído de su novio.

—No, cerca de 3 minutos. —respondió en susurros el héroe con poderes de fuego y hielo.

El silencio predominó durante unos minutos más, la pequeña bajó sus manos y luego centró su vista en las personas que cuidaban de ella.

— ¡Tío Deku! —el escándalo que reinaba en su hogar regresó en ese momento. La pequeña niña se abalanzó sobre él y lo abrazó lo más fuerte que pudo.

— ¿Cómo estuvo tu día, Katsura? ¿Te divertiste?

—Sí, la abuela Mitsuki me llevó a muchos lados hoy.—respondió feliz.

—Eso es bueno. —respondió con una sonrisa. — ¿Te parece si me lo cuentas en la cena?

— ¡Sí!

—Ve a tomar un baño en lo que Shōto y yo preparamos la comida. —recibió una afirmación por parte de la pequeña. Cuando la niña abandonó la habitación observó a su novio por unos segundos. —Gracias por recogerla.

—Sí, no es nada, también es mi responsabilidad. —se iba a poner de pie cuando su vista se detuvo en las fotos en el pequeño altar. — ¿Cambiaron las fotos? 

—La señora Bakugō le mostró fotos a Katsura, parece que ella le pidió varias de Bakugō para cambiarlas constantemente, quiere hacer lo mismo cuando vea a la señora Uraraka.

—Ya veo...

Hacían casi 6 años de la muerte del tercero y la novena, arriesgaron sus vidas protegiendo a toda la población de una prefectura mientras su pequeña hija estaba al cuidado de sus abuelos, con tan solo dos años de vida la pequeña había quedado completamente huérfana, sus mejores amigos habían dejado en claro algo desde que su hija había llegado al mundo, si les pasaba algo los únicos que podían velar por la vida de su pequeña serían Midoriya Izuku y Todoroki Shōto, nunca comprendieron el motivo, simplemente así lo habían decidido y sus padres y mejores amigos quisieron respetar sus deseos.

La pequeña de 7 años se había convertido en el centro de su mundo desde el primer día que la recibieron en su hogar, se habían dedicado a criarla como si fuera su hija y comprendieron porque sus padres la amaban tanto, era una niña realmente buena, no causaba problemas, era amable con los demás, sabía lo que debía y no debía hacer, hacía caso a todo lo que se le dijera. Se había convertido en la hija de ambos con el paso del tiempo, pero nunca le permitieron que los llamara padres, para la pequeña de rojizos ojos ambos eran sus tíos.

La niña no tiene recuerdos alguno de sus padres, tenía apenas un año cuando ocurrió el accidente, pero creció escuchando historias fascinantes de ambos, los increíbles héroes que eran, las muchas vidas que salvaron, pero la pequeña no era realmente consciente de que sus padres habían muerto.

Cuando Bakugō Katsura había cumplido 5 años e ingresado a una guardería infantil veía como todos los niños veían a sus padres, como se despedían de ellos a la hora de entrada, como los abrazan y saludan cuando los iban a buscar a la salida. Amaba a sus abuelos que la iban a recoger, amaba que sus tíos lo hicieran de vez en cuando, pero deseaba ver a sus padres, desde bebé le decían que estaban en una misión especial, protegiendo al mundo entero y que no tenían tiempo de volver a casa, por lo que ella debía ser una niña buena como ellos, para que cuando volvieran a casa pudieran estar orgullosos de ella. El día que preguntó por cuando volverían su tío Deku le contó una historia, no volvió a preguntar una fecha para su regreso, pero le gustaba escuchar la historia de vez en cuando, porque la hacía pensar lo valientes que son sus padres, y lo mucho que la cuidan.