Triángulo Amoroso

Nᴏ Mᴀ́s Sᴇᴄʀᴇᴛᴏs

Al día siguiente T/N se levantó más temprano de lo habitual, los rayos del sol estaban a penas asomándose sobre la muralla. No fue capaz de reconsiliar el sueño así que se colocó un atuendo casual, una corta camisa celeste que dejaba a la vista la mitad de su plano abdomen acompañado de pantalón negro azabache que le llegaba hasta los tobillos sujeto por una correa gris y unas botas descuidadas color marrón latte.
No se molestó en tener listo su uniforme de la legión así que haciendo el menor ruido posible para no despertar a Mikasa salió de la habitación.

Nuevamente iba a visitar a Annie, esa noche había tenido un sueño que consistía en un recuerdo de Bertholdt.

* * * * *

- Felicidades Bertholdt, heredarás al titán colosal - Dijo un Reiner de unos 11 años animadamente.

- G-gracias, pero no es para tanto - Musitó nervioso pero se notaba que una parte de él estaba felíz.

- ¿Cómo que no es para tanto? Ahora gracias a ti, tu familia podrá ser marleyana -

- Lo sé - Asintió - Eso me hace muy feliz.. -

* * * * *

T/N se dirigió al calabozo dónde se encontraba su ahora amada. Gracias a Dios no había nadie vigilando así que no tuvo dificultades en llegar a la habitación donde estaba ella.

- Por fin llegué, Annie - Susurró caminando tranquilamente hasta estar frente al cristal y sentarse sobre el suelo - Hoy soñé con uno de los recuerdos de Bertholdt - Dijo pensativa sin dejar de mirar a Leonhart - Él y Reiner hablaban de unos tales marleyanos.. ¿Qué son marleyanos? - Preguntó la chica sabiendo que no obtendría respuesta - ¿De dónde vienen?.. -

El silencio inundó el lugar sin embargo para T/N era como si realmente tuviera una conversación con Annie, se imaginaba sus respuestas, recordando su forma de hablar, lenguaje corporal. Aunque nunca habían tenido una verdadera conversación.

- Ayer pasé por un momento extraño con mi hermano - Murmuró - Seguramente te aburrirá pero quiero contárselo a alguien, igual no es como si pudieras oírme -

- ... -

- Anoche Armin quiso saber porque me distancié tanto de él y nuestros amigos pero no pude decirle la verdad ¿Cómo le diría todo lo que hago cuando vengo a verte? -

- ... -

- No quiero mentirle pero tampoco quiero perderlo.. ¿Qué debería hacer? - Suspiró con tristeza.

Pasaron las horas, ya eran las 10:00am y T/N seguía hablando sola en aquella habitación. Para su suerte nadie había interrumpido su pequeña reunión.
Todas esas horas se las había pasado hablando de su vida y lo que le había ocurrido en esos últimos días, recién iba a empezar aquel "ritual" que hacia todos los días que iba a verla.
Admirando su belleza T/N se embestía con un par de sus dedos bruscamente. Sus gemidos se volvían más sonoros e intensos con cada golpe en su interior, lo cual no le preocupaba. Ya lo había hecho cientos de veces sin ser descubierta.

- ¡Ahh! ¡Annie! -

El dolor comenzó a envolverla pero no era tan intenso como el placer que sentía en ese momento, en lo único que pensaba era una erótica fantasía con la chica que nombraba a gritos. La imaginaba acostada boca arriba debajo de ella lamiendo y chupando sus pechos mientras la masturbaba con una mano. La imagen mental la ponía loca..

- ¡Annie.! -

- ¿T-T/N? -

Una voz demasiado familiar se hizo presente. La chica detuvo sus embestidas pero su cuerpo empezó a temblar. No quería que ese momento fuera real. Lentamente volteó su cabeza hacia la derecha hasta ver de quién se trataba.

- ¿Q-qué haces.? -

- A-armin.. -

El rubio la miraba con el seño fruncido pero en medio de la confusión, no parecía molesto.

- ... -

Se produjo un silencio incómodo y alarmante entre ambos. Tras unos segundos el chico se acercó lentamente a su gemela arrodillándose para estar a la misma altura.

- ¿A caso.. esto era la verdadera razón por la que pasabas menos tiempo con los demás?.. -

T/N sabía que no podía seguir mintiendo, se le hizo un nudo en la garganta por la vergüenza que estaba sintiendo, impidiéndole hablar por lo que mirando al suelo asintió levemente.

- ... -

- Entiendo.. Es por los recuerdos de Bertholdt ¿Verdad? -

- ... S-sí -

El silencio volvió a hacerse presente, sin embargo está vez Armin estiró los brazos y abrazó a su hermana.

- No se lo diré a nadie - Susurró cerca del oído de T/N causando un leve cosquilleo en ella - Pero no quiero que sigas sufriendo así -

- ¿Sufrir? -

- Hacerte a ti misma todo lo que quieres hacerle a la persona que deseas - Volvió a susurrar.

T/N se dió cuenta de que Armin la entendía a la perfección, no tuvo que darle explicaciones. Parece que es verdad que entre hermanos se entienden sin palabras.

- Por eso, quiero que hagas en mí todo lo que deseas hacerle a Annie -

- ¿Eh? -

Esa afirmación dejó a la chica sin palabras ¿A caso había escuchado bien?

- No quiero que sufras más de esta manera, me ofrezco para saciar tus deseos - Musitó pegando sus labios a la oreja de su hermana.

- ¿E-encerio? -

- ¿Alguna vez te he mentido? -

- ... - Su hermano nunca había sido capaz de mentirle, siempre cumplía con su palabra - Pero ¿No te parece raro? Somos hermanos -

- Para muchos sería raro pero no para mí. Desde pequeños hemos hecho cosas que no suelen hacer los hermanos ¿Recuerdas? -

- ... -

Eso era cierto, desde antes de la destrucción de Shinganshina, ambos habían tenido sesiones de besos "inocentes" cuando tenían unos 5 años. Ya que veían a sus padres de vez en cuando juntar sus labios imitaban lo que ellos hacían y no les parecía extraño ni asqueroso.

- Sí lo recuerdo - Musitó con las mejillas sonrojadas tras recordar lo que hacían desde su infancia.

- ¿Entonces.. puedo? - Susurró para empezar a morder suavemente el lóbulo de la chica mientras con una de sus manos acariciaba el abdomen de ella, bajando lentamente hasta su intimidad.

- U-ujum - Asintió sintiendo como su rostro se ponía más cálido. Sin embargo le sorprendía la actitud tan dominante y arriesgada de su hermano, conociéndolo él nunca haría algo así y menos en un lugar "público".

- No hagas ruido ¿Sí? El capitán Levi podría escucharnos - Susurró Armin causando un escalofrío recorrer toda su columna.