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Las semanas transcurrían en Nerima Japón la situación estaba mejorando un poco, a un seguían con los protocolos de higiene, ciertos países habían logrado lo imaginable, al fin tenían una vacuna para poder erradicar el virus, que estaba atacando a todo el mundo, no era como tal la cura, pero esto podía protejer un poco el sistema inmunológico de cada ser humano, por lo tanto ya en varios países, podían realizar sus actividades de forma un poco más normal, pero eso no quería decir que puedas bajar la guardia todo lo contrario a seguir protegiendo tu persona y a los demás.

Akane por otro lado seguía con su vida, tratando de acoplarse a su nuevo departamento, lo que menos esperaba era la visita de su hermana mayor Kasumi, esto le sorprendió a ella no la esperaba.

—Kasumi ¿Que haces aquí?
—Necesitamos hablar Akane.
—De ¿Que quieres hablar? Si es de Nabiki mejor déjalo no tengo ganas de discutir.
—No es eso, solo que necesito platicar contigo de otras cosas.
—Y ¿Cuál es la urgencia?.
—Akane se ¿Que? no ha sido fácil para ti todo esto, y estoy arrepentida de mi actitud contigo, pero de verdad me está costando comprenderte, se que le prometí a mamá, que cuidaría de ti y no lo he echo bien, todo lo contrario me enojo contigo y no debería ser así.
—Vaya hasta que te das cuenta de las cosas hermana, mira Kasumi no estoy molesta contigo, solo que tú no has querido escucharme, siempre fui la hija, hermana renegada de la familia, pero yo soy así, se que tengo un carácter de los mil demonios e impulsiva, eso me a costado caro en mi vida, de verdad yo quería ser distinta, pero no puedo.
—Lo se Akane y no te culpo, sabes tú eres más parecida a mamá, por eso papá te consentía todo, siempre fuiste su favorita, estoy feliz por ti, tu has logrado muchas cosas en tu vida, tienes una carrera, un trabajo estable, tus ahorros, ahora hasta este pequeño departamento,
—Si, pero en el amor soy un desastre, de que me sirve todo eso, si no soy feliz, nunca lo he sido.
—Nunca digas eso Akane más bien te falta experiencia con los hombres en tu vida solo han existido dos Shinnosuke y Kuno.
—Si del primero ni me lo recuerdes, fue muy doloroso para mí, ese tipo solo quería abusar de mi, nunca me amo y Kuno fue peor estaba ciega, como les pude permitir tanto abuso.
—Akane, ya no pienses más en eso, míralo por el lado bueno ahora enfócate en ti, piensa solo en ti, eres libre, quiérete tal como eres, con respecto a lo de Kuno y Nabiki, hablé con ella seriamente, al menos ya no va a molestar.
—Menos mal sería el colmo que siguiera con lo mismo, además ya no importa lo que hagan esos dos.
—Por eso ni te preocupes ella no está con el, la ha rechazado un millón de veces.
—Enserio, bueno no me extraña ambos son iguales de prepotentes.
—Bien Akane me tengo que ir, hay muchas cosas que tengo que hacer, a por cierto también tenía ganas de darte una noticia especial.
—Cual dime.
—Vas a ser tía.
—¿Que, no enserio, estás embarazada?
—Si Akane tengo dos meses y medio de gestación.
—Hay hermana que gran noticia te felicito.
—Gracias hermanita estoy muy feliz.
—Y como no, que gran noticia Kasumi me da gusto, que por fin tu y mi cuñado van a crecer a la familia, lastima que papá ya no esté para celebrarlo con nosotros.
—El está presente siempre, tanto mi padre como mamá se que están felices de saber que muy pronto serán abuelos.
—Si tienes razón Kasumi, bueno entonces hay que prepararnos para la llegada de este angelito.
—Todavía falta mucho, mejor esperemos un poco más.
—Ha no de ninguna manera, muy pronto se llega el tiempo, además es mi sobrino o sobrina déjame comprarle regalitos.
—Esta bien Akane, gracias por preocuparte por mi.
—No me lo agradezcas somos hermanas.
—Bueno me voy tengo cosas que hacer, te llamo después.
—Si está bien, quieres que te lleve.
—No gracias no hace falta mira ya llegó Tofu.
—Bueno está bien cuidate mucho Kasumi.
—Claro que si te llamo luego.
—Si adiós cuídate.

Akane despide a su hermana mayor y cuñado, estaba muy feliz por ellos, pero de pronto recordó que ella también, en algún momento estuvo esperando a su primer hijo, el cual nunca llegó a conocer, por ese inesperado aborto que sufrió, rápidamente deja de pensar en ello, su celular comenzó a sonar.

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