Conocí a Ludwika hace unas semanas en la escuela. Era el día de la cocina internacional de la clase de primer grado de mi hija. Y una vez más yo elegí Suecia, por mis famosas albóndigas sin carne.
¡Mueran todos! ¡Los mate! ¡Lo hice! -dijo uno de los pequeños niños del salón de clases de mi hijo mientras estaban jugando con un par de dinosaurios de hule-
Quiero agradecer a todos los que participaron en este banquete ¡Si! - dice la profesora con entusiasmo mientras yo tomo algunas fotografías-
Verdad, que aprendimos mucho sobre la comida de todo el mundo¡Si! -contestan todos los niños-
Den a sus padres un gran aplauso -dice la profesora y enseguida todos comienzan a aplaudir-
¡Sonrían! -les digo a los niños mientras les tomo algunas fotos-
¡Cielos! ¿De donde saca toda esa energía? -dice una madre del grupo escolar mientras miraba de un lado al otro intentando encontrar una respuesta- Creo qué hay metanfetaminas en esas albóndigas -contesta otro mientras comenzaban a reírse burlonamente, por mi parte solo fingí no escucharlos-
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UN SIMPLE FAVOR
RandomPaulina, una madre soltera sedienta de emociones traba una amistad con la glamurosa Ludwika, quien le pide un pequeño favor, solo para desaparecer después.