Familia [LOKIUS]

1.

- ¿Es en serio? ¿En realidad quieres ir con...? - no supo qué palabra usar para definir al conjunto de personas por las que su pareja parecía tener tanto interés, decir la palabra 'familia' no era una opción por que él era su familia, él y los demás Lokis, ¿en qué momento pensó en dejarlos? ¿A caso ya tenía suficiente de ellos? ¿Algo hicieron mal? - ¿Quieres ir con ellos? - la cuestión quedó al aire con un montón de sentimientos emanados de el pelinegro quien estaba de pie en medio de la cocina, con semblante cansado, ojos llorosos y marcados de un horrible color púrpura a su alrededor.

- No es como lo dices, amor... yo solo... - el otro hombre habló con tanta frialdad que le causó un escalofrío en su espina dorsal a Loki, nunca, ni en una de sus tantas discusiones lo había escuchado así. ¿En qué momento cambió todo?

- ¿Tú solo qué? - preguntó poniendo su diestra en sus sienes, dando un leve masaje y después posando esta misma sobre la mesa para poder seguir manteniéndose en pie. Las últimas noches realmente las había pasado mal, no había dormido por que pensaba que si lo hacía, cuando despertara, Mobius ya no estaría ahí.

El silencio se hizo absoluto, Mobius no quería seguir viendo de esa manera a su Loki, pero algo le impedía hablar, consolarlo como deseaba y hacerle ver que todo seguía igual, Dios, él en serio creyó que todo estaba igual, pero no recordó que estar entre Lokis, entre ágiles mentirosos y entrometidos por naturaleza, descubrirían su más íntimo secreto o mentira al instante. Por más inocente que fuera esta.

Loki, cansado de esa situación salió a toda prisa de la casa, sin decir nada más. Si Mobius no quería decir nada él no lo obligaría. A penas cruzó el porche y miró a los demás Lokis que los miraban expectantes, su mirada era curiosa y triste también, al fin, uno de ellos fue quien puso en esa situación a la pareja, creían saber lo que estaba por venir y eso les dolía a todos ellos por igual.

- Estás siendo egoísta, ¿sabes? Todos - enfatizó con sus manos - lo estamos siendo. - dijo el Loki más viejo, el que aceptaba sus errores y faltas antes que los otros, el que siempre les hacía ver qué hacían mal y les obligaba a enmendar sus errores si era necesario. Parecía ser el papá o el abuelo sabio que todos necesitaban, quien los escuchaba y aconsejaba cuando algo les inquietaba. Ninguno de ellos podría salir de sus enredos por sí solos sin él y sin él también probablemente ya no estarían juntos.

- En realidad lo amo - dijo en a penas un susurro Loki, dejándose caer en el escalón junto a Alligator.

- Lo sé, todos lo apreciamos, pero él ya tenía una vida antes de nosotros, hay que entenderlo un poco.

- Tengo miedo - no pudo controlarlo más, soltó en llanto por primera vez desde que se enteró de lo que el amor de su vida escondía.

Todos guardaron silencio, los ojos de un par de ellos se cristalizaron al ver a Loki llorar de aquella manera. ¿Qué es lo que debían hacer para tranquilizarlo? Nadie sabía muy bien como dar afecto, como calmar a Loki ni a nadie como lo hacía Mobius, quien hasta ese momento no daba la cara, seguía dentro de la casa. Quien no parecía hacer ni un mínimo esfuerzo por salir a buscar a Loki. ¿En serio así terminaba todo?

- Él es igual a mí cuando era más pequeño - musitó el más joven. Quien se hacía responsable por todo, pues él había sido el que hurgó entre la pequeña maleta que Mobius muy bien les había dicho que no tocaran. Ahí encontró su mayor mentira y secreto. Una foto de su familia antes de que llegara a la AVT.

Todos lo miraron con el ceño fruncido.

- ¿Quién? - preguntó Sylvie.

- Su hijo.

Con aquello Loki terminó de romperse, si eso aún era posible. Él no había querido escuchar detalles sobre lo que encontró el joven y ahora que se enteraba de eso... se levantó del lugar y con su magia desapareció en un instante.