☆Tokyo Revengers✩ (𝑬𝑫𝑰𝑻𝑨𝑵𝑫𝑶)

♡𝑴𝒂𝒏𝒋𝒊𝒓𝒐 𝑺𝒂𝒏𝒐♡

Nunca debiste haber aceptado la oferta de tu amigo de presentárselo. Porque entonces nunca estarías aquí: sentado en tu escalera de incendios, lágrimas corriendo por tu rostro, dolor de corazón. Solo.
Pero, de nuevo, nunca habrías sabido lo bien que se sentía ser querido, querido por alguien como él.

Manjiro Sano.

O, como la mayoría de la gente lo conocía, y el nombre que pronunciaba en voz alta en la cama, con las uñas clavándose en su espalda: Mikey .
Vivir en la ciudad es caro, especialmente para ti recién egresado de la universidad. Por eso estás desesperado por un compañero de cuarto, cualquier compañero de cuarto. Permitió que el agente de bienes raíces se encargara de acelerar el proceso, desde la firma conjunta del contrato de arrendamiento hasta la organización de un depósito. Solo conociste a tu compañero de cuarto a través de una llamada telefónica que los conectó a los dos.

Por teléfono, su voz había sonado tan despreocupada, tan relajada, por lo que te habías estado preparando para que alguien perteneciente a esa voz entrara a tu apartamento, alguien con ojos amables y ojos caídos y somnolientos que combinaban con su voz suave.

Pero eso estaba lejos del hombre que entra ahora a su apartamento, llevando dos cajas apiladas una encima de la otra.

"Hey", dice, soplando un mechón de cabello rubio suelto de sus ojos. "Soy Mikey". La hebra no se mueve.

Parpadea. "¿Mikey?"

"Sí", dice, dejando las cajas junto a la puerta, usándola como tope para facilitar la entrada de otras cajas. "Gracias por permitirme unirme a ti como tu compañero de cuarto". Finalmente puede arreglar su cabello, y finalmente puedes ver sus ojos.

Son tan oscuros como el cielo nocturno. Igual de abarcador, también, ya que se siente incapaz de mover o redirigir su mirada. Hay silencio, hasta que Mikey vuelve a hablar.

"¿Y cual es tu nombre?"

Le das tu nombre, sintiendo como si algo se hubiera hecho irreversible a partir de este momento. Te preguntas qué es mientras lo ayudas a moverse en sus cajas. No se hace más conversación mientras ustedes dos hacen esto.

Al final de todo, cuando los dos se derrumban en los suaves cojines del sofá de la sala de estar del apartamento, Mikey es el primero en hablar.

"Tu nombre te queda bien, lo sabes. Tan hermosa como tú"

Su franqueza casual te sorprende hasta el punto del silencio, y puedes sentir tu corazón latiendo como un colibrí atrapado en tu pecho.

"Espero que nos llevemos bien como compañeros de cuarto", dice finalmente, extendiendo la mano con una dulce sonrisa.

La mano de Mikey está caliente al tacto, y tus mejillas se calientan cuando Mikey aprieta tu mano entrelazada con la suya.

"Yo tambien lo espero."

Llevarse bien como compañeros de cuarto tiene muchas definiciones para ustedes dos.

Compartes las tareas bien y eficientemente: intercambiando quién cocina y quién limpia, quién saca la basura los miércoles y quién aspira los domingos. Mikey es particular en cuanto a la organización de los alimentos, por lo que le dejas que se encargue de los comestibles y los guarde. Él te permite ir al baño primero cada vez y no se queja si estás haciendo ruido en la ducha.

Pero, últimamente, eso no ha sido un problema.

Porque ustedes dos se duchan juntos ahora: la polla de Mikey está profundamente dentro de ustedes mientras el agua tibia corre sobre su piel, y sus paredes se aprietan alrededor de él mientras el vapor se agita alrededor de ustedes dos como nubes.