SHE 1 (Trilogia Jenna y Alex)

capítulo dos

ALEX
Podía ver a Jenna ir de un lado a otro de su habitación desde mi ventana, era raro que nunca antes me hubiera fijado en ella, tenía una vista bastante clara de su habitación.  Fuera lo que fuera ahora Jenna estaba entrando en mi vida. El día anterior habíamos quedado para estudiar otra vez, esta vez fueron las matemáticas, no sé cómo pero en un momento me encontraba observando a dicha chica husmear en mis apuntes y lo disfrutaba, mucho, más de lo que me gustaría.

- ¿Alex? - sonreí saludándola con la cabeza - ¿Estabas espiando me? - claro que estaba haciendo eso, pero no podía admitirlo, no enfrente de ella.

- No para nada - Rei negando, su mirada se suavizó y entendí que estaba en un mal trance - Oye Jen ¿Todo bien? - había empezado a llamarle Jen hacia cosa de un día y a ella no le molestaba.

- si...- dudo un segundo - No ¿Puedes venir? - asentí, Jenna me ayudaba a estudiar pero también era mi amiga. No tarde más de dos segundos en cruzar la calle y ella ya se encontraba esperándome en su puerta así que no tuve que llamar.

- ¿Que ha pasado? - negó y me abrazó llorando - ¿Ha sido el? - asintió, Jen había empezado a salir con un chico de su curso, que ha decir verdad no me caía muy bien pero a Jen le gustaba mucho, creo que se llamaba Erik, el caso es que ese chico era un mierda y Jen se encontraba llorando por el.

- Lo hemos dejado - asentí apartando la un poco de mi - Bueno el me ha dejado - la abraze, ese chico debería empezar a correr si quería seguir vivo - ¿Te acuerdas de Laura? - Jen me contó que era la típica chica pija que lo quería todo. Asentí mirando a la chica en mis brazos - Pues están juntos, resulta que me engañaba con ella - mierda, estaba claro que el chico no apreciaba su vida.

- Oye Jen no llores por el - tire de su mano hasta llegar al salón, me senté en su sofá rojo y la senté a mi lado - Era un gran gilipollas - ella río - Que! Es verdad - amaba su risa y amaba ser yo el que la hacía reírse de esa forma.

- Si, un poco si - sonreí - Ademas, mamá me dijo que hay más peces en el mar - asentí quizá un pez como yo pensé, pero estaba claro que no podía estar con ella. - Bueno, esto...- sonreí, adoraba cuando Jenna se ponía nerviosa

- ¿quieres que veamos una peli o algo?- asintio riendo 

- ¿O algo? - Rei dándome cuenta de que esa frase había sonado muy mal. - Me parece bien, pero esta vez escojo yo - Rei negando, ella era adorable. 

- Me parece bien - Sonrei, pero despues rectifique mi respuesta - No pongas nada romantico porfavor - Observe como buscaba algo en su gran biblioteca de Netflix y sus ojos se pararon en una en concreto. Crepusculo.

- No te quejes, tu me has dejado escojer - Asenti, pero aun asi seguia sin ser muy fan de ese vampiro. Cuando hibamos por la mitad de dicha pelicula oi a Jen soltar un suspiro - Dios Edward es muy guapo - ¿El vampiro el pararecia guapo? 

- Edward esta sobre valorado - Ella nego rapidamente 

- A ti lo que te pasa es que no sabes apreciar la belleza de Edward - Esta chica definitivamente me volveria loco. 

- A ver- Ella levanto la cabeza para poder observarme, no me habia fijado que Jenna era mucho mas bajita que yo - No es tan guapo como yo, pero es aceptable - Sonrei a la chica que al instante me pego en el brazo, claramente no me habia hecho daño. - Auch ¿Oye que te pasa Jenabannena? - Esta nego irritada por el apodo que habia pronunciado, la noche anterior antes de irme de su casa se lo escuche a su padre y me parecio realmente adorable asi que yo tambien lo usaria 

- Callate porfavor intento apreciar la belleza de Edward - Entonces la coji y la sente encima de mis piernas negando, ella rio pero se acomodo en mi pecho sin dejar de ver la pelicula. 

Al rato empeze a darme cuenta de que la respiracion de Jen se habia calmado 

- ¿Jen? - Sonrei viendo como se habia quedado dormida en mi pecho, la cargue a su habitacion y volvi a bajar dispuesto a irme - Oh Señora Red - Susure encontrandome con la madre de Jen en la puerta 

- Alex - Sussurro ella - ¡Que susto me has dado hijo! - Sonrei 

- Perdon yo... -Deberia contarle lo del chico - Ya me hiba, Jenna esta dormida - Ella sonrio asintiendo - emm...- Me di la vuelta antes de que cerrara la puerta - No la despierte, ha tenido un dia horrible y lleva llorando horas. Solo eso - Rose me miro extrañada 

- ¿Llorando? - Asenti 

- Dejare que se lo cuente ella - Ella asintio sonriendo - Buenas noches Señora Red 

- Oh porfavor llamame Rose - Sonrei asintiendo - Buenas noches Alex 

Ver a Jenna llorar esa noche por ese chico me hizo querer arrancarle la cabeza, nadie en su sano juicio le haria daño a Jenna, ella era adorable, nunca habia hecho nada malo, almenos que pudiera saber yo, supongo que estaba dispuesto a protegerla de todos, ella ahora era como mi escudo, ella me hacia olvidar todo lo que dentro de mi casa era fundamental. Desde que mi madre se implico en mi vida lo unico que hacia era estar encima de mi, ella decia que queria ser buena madre pero, lo unico en lo que le importaba su hijo era en sacar dieces en todas y cada una de las asignaturas posibles. Mi madre qeria qie hiciera el batchillerato cientifico y cuando le dije que haria el de humanidades se enfado conmigo, se alejo y tube que pasar primero solo, sin ayuda de nadie, pero ahora habia recapacitado segun ella, aunque solo actuara como madre para los estudios y para lo otro nisiquiera se presentase. Mi vida era un completo caos y Jenna estaba haciendo algo con ese caos 

A la mañana siguiete no vi a Jen salir de su casa, algo raro porque solia salir a la misma hora que yo, ella no me veia pues yo me encontrava refugiado en mi coche, mi meta era algun dia ser capaz de acercarme para preguntarle si queria que la llevara. Al llegar al instituto un bulto de personas se encontraba en la entrada ¿Que mierda pasa hoy? 

Empeze a caminar hacia mi entrada, habia una persona en esa puerta que parecia muy pero que muy bajita para hacer batchillerato, a medida que me acercaba pude ver que se trataba de Jenna 

- Hola - Sonrei ante ella 

- Hola - Sonrio para mi

- ¿Qué haces aquí? - No quería ser descortés pero Jenna llegaría tarde a sus clases

- ¿Podemos hablar?- Asentí para que después Jena me cojiera la mano y me arrastrara hasta el gimnasio mugriento. - Le dijiste a mi madre que había estado llorando - Asentí con miedo, Jen realmente se veía mal. - Mierda Ale ¿que es lo que no entiendes? - Negué, al menos seguía usando mi apodo

- Es tu madre Jenna - Ella negó riendo

- No era necesario que supiera todo lo de Erik - Asenti arrepentido

- Lo siento - Susurre, pero ella negó

- Da igual - Sonreí pensando que ya estábamos bien, error - Me voy a clase no quiero estar con un soplón - Negué rodeando su muñeca con mi mano

- Vamos Jennabannena - Ella negó

- Suéltame o juro que chillo - Negué riendo

- No hay nadie cariño - Ella negó

- El entrenador está allí adentro y si te ve con su sobrina puedo jurar que te expulsara - Negué

- No le tengo miedo a tu tío - Ella rio, deshaciéndose de mi mano y corriendo hacia su entrada. La había cagado muy fuerte y tenía que arreglarlo como fuera.

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985 palabras