016| 𝐄𝐏Í𝐋𝐎𝐆𝐎

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𝐋𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐅𝐑𝐄𝐍𝐓É, sus excusas eran vagas e incoherentes, ya no quería oírlos, estaba dolida y decepcionada, me habían mentido todo este maldito tiempo

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𝐋𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐅𝐑𝐄𝐍𝐓É, sus excusas eran vagas e incoherentes, ya no quería oírlos, estaba dolida y decepcionada, me habían mentido todo este maldito tiempo

Ahora entendía todo, las llamadas de mamá preguntandome si todo estaba bien, las frías miradas de Emma, la incomodidad a la hora de comer, todo este tiempo había sido un engaño

Mamá sabía lo que sucedió, pero no formaba parte de la gran mentira que ellos me habían dicho

―No quiero verlos ni oírlos, tengo mucho en que pensar― sentencié

Salí de la casa sin ver a ninguno, me dolía por Wataru pero no quería decirle algo hiriente a él por accidente

Me detuve a pocos centímetros de la pista, tampoco quería accidentarme, otra vez. Suspiré sintiendo un lío en mi interior, todas mis emociones estaban revueltas y eso solo me hacía querer vomitar

―Debiste estar sorprendida― la voz de Emma llegó a mis oídos ―al no poder enfrentar sus acciones, te mintieron―

Ambas nos quedamos en silencio, el viento movió un poco mi cabello mientras cerraba los ojos y me mentalizaba lo que sucedería a continuación

―¿Por qué?― pregunté ―¿por qué hiciste todo eso?―

La miré, pero ella no a mi, su mirada estaba en un punto fijo, dirigí mi vista hacia donde miraba Emma viendo s un padre con su hija en brazos

―¿Sabes lo que se siente estar sola?― preguntó ―mi papá casi nunca estaba en casa, cumpleaños, festividades escolares, todo, mi papá nunca estuvo ahí― apretó los puños ―en algún momento, dejé de esperar a que viniera, ya lo había aceptado y podía vivir con eso, pero me sentía dolida, sola― suspiró ―cuando me enteré que papá se casaría con Miwa, me alegré, al igual cuando supe que tendría hermanos―

Un poco de viento movió su cabello, ella se cruzó de brazos y evitó mi mirada a toda costa

―Pero al llegar, supe que, por más que lo intentara, ellos jamás me considerarían una hermana, porque ya tenían uno― Emma me miró ―Hanami, tu habías crecido con todo el amor de tus hermanos y madre, a pesar que ella tenía que trabajar, sentía tanta envidia al verte, deseé tener tu vida― ella apretó los puños con fuerza ―así que comencé a mentir e hice que perdieran la confianza en ti, pero todo eso terminó cuando te accidentaste, la culpa los carcomía vivos―

No dije nada, devolviendo el silencio de antes, Emma había arruinado mi vids por envidia, es cierto, yo no sabía lo que era sentirse sola, jamás sentí que me faltara algo, pero esa no era excusa para hacer lo que hizo

𝐀𝐌𝐍𝐄𝐒𝐈𝐀 | 𝐛.𝐜 ; 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora