Capítulo 1

1.8K 176 27
                                    

Escrito por: KouriArashi

Traducido por: peoniesforLan
.

Desde que tenía memoria, Wen Qing y su familia visitaban las ciudades más cercanas a Yiling cada mes para vender sus medicinas y atender a sus pacientes. Se quedaban allá unos cuantos días con viejos amigos que dependían de sus habilidades médicas. Uno de los recuerdos más recientes de Wen Qing era de ella con su madre, quien le hablaba sobre cómo este tal ungüento podría ayudar con la gota [1] de mujeres mayores, cómo estas hierbas podrían aliviar los cólicos [2] de un bebé, o cómo este té podría mejorar la mala digestión de hombres mayores.

Luego de tres días, ellos volvían a su hogar, y Wen Qing se sentaba en un banquito que había en la oficina de sus padres mientras los escuchaba recontando historias sobre pacientes que habían visto, y los diferentes remedios que habían usado. Ella observaba cómo sus padres molían las hierbas, atendían sus jardines y hablaban sobre las distintas técnicas para suturar heridas o aliviar las náuseas matutinas de mujeres embarazadas.

Tras la muerte de sus padres, Wen Qing seguía sentada en aquella oficina y atendía los jardines, y leyó los libros de medicina tantas veces que, cuando cumplió los diez años, ya los tenía todos memorizados. Era cierto que Wen Qing no podía traer a sus padres devuelta, pero al menos estaba determinada en convertirse en una doctora tan buena como ellos, y haría que sus padres estuvieran orgullosos de ella.

Cuando sus padres murieron, Wen Ning y ella empezaron a vivir con su tía-abuela, mas le decían Granny porque todo el mundo la llamaba de esa manera. Ellos seguían yendo a las ciudades una vez al mes con el primo de su padre, quien se había hecho cargo de los pacientes (Wen Qing no creía que él fuera tan bueno en esto, pero en fin). A veces, uno de sus tíos o primos también los acompañaban para vender vegetales frescos allá, o para comprar cosas para la aldea.

Wen Qing seguía disfrutando de los viajes mensuales por el cambio de ambiente, mas también debía admitir que no le transmitían la misma felicidad de antes. Lo que más quería era mantenerse en contacto con los pacientes de sus padres. Ella les aseguró a todos que se esforzaría para convertirse en doctora, y que sería un honor atenderlos cuando fuera lo suficientemente adulta. Al decir eso, tuvo la sensación de que los adultos encontraron adorable que una niñita de diez años dijera algo así, mas ella lo estaba diciendo cien por ciento en serio.

Wen Qing decidió llevarse a su hermano con ella en los viajes, pues Wen Ning estaba teniendo un momento difícil, no tan solo porque aún no aceptaba que sus padres habían muerto, sino porque su condición había empeorado luego de lo que le sucedió con la estatua de "La Diosa Bailarina". Desde entonces, Wen Ning había cambiado de una manera que ella, siendo una niñita, no podía describir en palabras. A veces, Wen Ning se espaciaba y se quedaba viendo un espacio fijo por mucho tiempo. También solía olvidar a las personas, incluso a aquellas que conocía toda su vida. Sin embargo, nunca olvidaba a su hermana y a su Granny. De vez en cuando, le daba fiebre y se sentía muy débil aun cuando no había hecho nada para que terminara de esa manera.

La tercera vez que Wen Qing y Wen Ning fueron a la ciudad juntos, ella había visto a un cultivador de la secta Wen, por lo que se acercó a él con timidez para hablarle sobre la condición de Wen Ning en caso de que él supiera algo al respecto. Sin embargo, él fue muy grosero y desdeñoso. Le dijo—: Esa cosa le robó parte de su espíritu. Tienes suerte de que sigue con vida—Wen Qing se quedó boquiabierta cuando él dijo eso.

Sus padres tenían varios libros sobre enfermedades espirituales, y a pesar de que los libros no contestaron todas sus preguntas, al menos le aseguró a Wen Qing que la condición de su hermanito no empeoraría. A pesar de todo, ella continuó llevándoselo a los viajes de la ciudad, pues tenía la esperanza de que pudiera encontrar a un cultivador que fuera lo suficientemente amable como para decirle si había algo que ella pudiera hacer por él.

El тercer נoνeη мαeѕтro de Qιѕнαη Weη ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora