4

370 64 48
                                    

Atenea Wolfgang

Me estamparon contra la pared tapando mi boca y cerré fuertemente los ojos esperando algún golpe o algo por el estilo pero nada sucedió solo sentí como me soltaron.

- ¿¡que mierda haces aquí Atenea!?- me reclamo Damián.

-aaaaaah ¿me perdí?- me encoji de hombros.

El me miró serio por unos segundos y cuando me dio la espalda trate de salir pero un hombre entró quedándose viéndome por unos segundos.

-que!? Andas en un viaje astral o que mierda!?-me estaba alterando- Se que soy un monumento hecho por el mismo gabriel  pero una foto dura más hulk- dije irónicamente y el sonrió de lado.

Pude ver cómo Damián llegaba hasta donde nosotros y el hombre lo miraba serio ambos se quedaron mirándose fijamente por unos minutos

-¿que es esto una guerra de miradas o como?- pregunté.

Damián me miró mal y tomo fuerte mi mano para sacarme de ahí pero me solté causando que callera de culo al piso me queje y me levanté sacudiéndome me di vuelta y vi a un hombre guapo, bastante guapo pero lo ignore por completo el me dio una copa con diamantes y lo mire confundida.

- es para ti- fue lo único que dijo antes de irse.

-pero...

Mire el contenido de la copa y se veía bien pero y si me drogaban deje la copa a un lado y comencé a caminar a la salida cuando alguien me jala sentándome en su regazo trate de levantarme pero vi que era el rubio de la casa de Damián, Poe

-es de mala educación rechazar las bebidas que te ofrecen bomboncito- dijo a mi oido.

-no tomo- dije sin más.

-estoy seguro de que el contenido de esa copa te hubiera encantado- susurro a mi oído.

-porque tan seguro?- lo mire

La distancia entre ambos no era notable ya que nuestras narices estaban por rozarse y sentía su respiración chocar con la mía mis mejillas comenzaron a tornarse de color carmesí de inmediato, sus ojos eran hermosos y las luces me dejaban observarlos mejor, su mirada bajo a mis labios y inconscientemente me los relambi.

-porque soy Poe Verne- susurro acercándose a mi.

- no me importa que seas Poe Verne- dije

-debe importante porque esta noche repetiras mucho ese nombre- alzó su mano a mi cabello y lo coloco detrás de mi oreja.

Pude escuchar su risa al darse cuenta de que no había captado lo que dijo, abrí mis ojos y golpee su hombro el sonrió y tomo mi mentón acercándose peligrosamente a mi pero un jalón brusco me separo de el mire atras y vi a Damián enojado mientras me arrastraba por todo el bar hasta la salida, trataba de soltarme pero m era imposible.

Al estar afuera el viento frío choco contra mi cuerpo haciéndome estremecer a Damián no le importó y siguió caminando arrastrándome por el bosque me solté enojada y el me miró  camino hacia mi  estampandome con un árbol hice una mueca y el tomo mi cuello enojado.

- no quiero volver a verte cerca de Poe- dijo con furia.

Pero que le pasaba nosotros dos no éramos nada, ni amigos, ni novios quien le dijo que tenía derecho de exigirme esas cosas.

-no eres mi dueño Damián- hablé sería.

-claro que lo soy atenea- dijo demandante apretando el agarre en mi cuello.

-apenas y nos conocemos- dije.

-eso es lo que tú crees- susurro.

Trate de sacarmelo de encima pero unos pasos me interrumpieron Damián se pegó a mi cuerpo mientras hacía una mueca y asomó su cabeza por un lado.

-ay...

Trate de gritar pero el tapo mi boca impidiéndole me dio una mirada llena de fastidio y reproche, los pasos se fueron alejando poco a poco.

-sabes lo que pasara cuando se enteren de que no perteneces a nuestro mundo Atenea?- pregunto.

A dicho ¿su mundo?

-vivimos en el mismo mundo Damián- solté normal- ni modo fueras un alien.

- no- dijo girando los ojos- Atenea acabas de entrar a la boca del lobo- tomo mi menton- y muchas personas se dieron cuenta de que entraste a la cabaña.

-y a mi que?- pregunté

-pueden matarte- acaricio mi mejilla pero luego me solto bruscamente- al menos que estés conmigo.

-si tratas de coquetear conmigo pues lo estás haciendo mal- dije girando los ojos.

-no estoy coqueteando contigo- me miró.

-sabias que te seguia- lo mire y me acerque a el- ¿Cierto?

-no se de que hablas- me miró.

-no puedes mentirme, estas hablando con una mentirosa damian- dije

-pueden ser- dijo avergonzado

Sonreí y comencé a caminar a dónde según yo quedaba la casa.

-es hacia el otro lado- dijo Damián irritado.

-lo se- me di vuelta.

...

Estaba acostada en mi cama mirando el techo en pijama mientras pensaba en lo que pasó con Damián, cuando escuché un ruido en la ventana mire hacia allí y vi entrar a el rey de roma el camino a mi cama y tiró una carpeta en ella de mal gusto.

-por si no lo sabes existe algo llamado puerta- dije sentándome.

El no contesto y yo miré la carpeta la jale hacia mi, la inspeccione y Damián la abrió de mala gana frente a mis ojos dejándome ver mis datos de nacimiento, fruncí el ceño claramente confundida.

-porque tienes mis datos?- pregunté.

-porque no me dijiste que naciste el 9 del noveno mes?

-no me preguntaste- dije- además no confío en ti y con esto mucho menos, acosador- susurré lo último.

-no te acoso- se defendió.

- solamente tienes mi fecha de nacimiento, hospital donde nací, padres biológicos, edad, las escuelas en las que he estado, trabajos de mis padres y horarios de las cosas que hago, herencia en esa carpeta, para nada me acosas- solté con sarcasmo.

-solo te observó- lo mire con una ceja alzada.

-si aja- gire los ojos y me volví a acostar.

-has matado a alguien alguna vez?- pregunto.

Lo mire neutra y luego mire al techo sintiendo el colchón unirse a mi lado no le tome importancia a que se acostara a mi lado solo me perdí en mis pensamientos, solo me perdí en aquel horroroso pero satisfactorio momento.

-si

soy una ¿novena?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora