๑Día dos: Cita en el café

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Anna se sentó con delicadeza y sonrió hacia la vista de sus hermanos que disfrutaban de la salida de ese día, una salida para disfrutar y relajarse desde que encontraron a Emma y ella vivía junto a ellos de nuevo.

Había empezado en un grupo grande con toda la familia, y después de unas cuantas horas de paseo explorando la ciudad en la que estaban se dispersaron en grupos cuando cada quién quiso hacer algo diferente.

Anna dio leves soplos hacia su taza de café y tomó con cuidado, justo cuando Ray se dejó caer en la silla frente a ella con un suspiro y le sonrió.

──¿Cansado? ──Le preguntó ella cuando dejó su taza de nuevo sobre la mesa, y correspondió a su sonrisa.

Caminaron mucho después de todo, y Ray todavía se quedó un tiempo parado discutiendo con Norman y Emma sobre a dónde podrían ir luego. Aún les quedaba algo de tiempo antes de que llegara la hora en la que se reunirían con la familia.

Nota que es hasta ahora que Ray descansa.

Él negó con la cabeza. ──Nah, he caminado más que esto. ¿Tu que tal, Anna?

──¿Yo?, oh estoy bien, sí ──asiente un poco demasiado rápido, al ser tomada con la guardia baja. Sus mechones rubios se agitan y algunos se deslizan por su rostro.

Por alguna razón aquello le causa algo de gracia a su acompañante.

Anna puede ver su sonrisa burlona antes de que se oculte tras su vaso de café, sus ojos verde oscuro no dejan de verla y brillan de una manera que hace que ella voltee avergonzada.

Entonces Ray ríe ligeramente cuando termina y Anna mira curiosa hacia él.

──¿Qué?

──Nada, nada.

──Si no es nada no te rías ──Anna estira uno de sus pies hasta que choca con la pierna de Ray. No lo patea, fue un golpe suave sin la intención de lastimar pero eso, parece que le causa más risa al pelinegro.

Los ojos azules de la rubia se abren contemplando la escena, honestamente sorprendidos de que el mayor se esté burlando de ella; pero al final Anna no hace más que parpadear y reír pocos segundos después, uniéndose a él. La risa de Ray es contagiosa para ella.

Es un momento algo inusual, pero es apacible y es algo que los dos están compartiendo. Hasta, lo podría describir como íntimo.

Anna realmente no entiende qué está pasando pero igual mantiene una sonrisa en su rostro porque se siente feliz.

Y cuando las risas acaban, Ray también se mantiene con una sonrisa.

En estos tiempos Ray ha sonreído más, y es algo que también pone feliz a Anna.

Se quedan viendo el uno al otro por algunos instantes, hasta que la rubia vuelve a tomar de su taza y observa sus alrededores. Está algo nerviosa.

Sus hermanos realmente no están tan lejos de ellos, pero parece que cada quién esta dentro de su propio mundo, sentados en parejas enfrascados dentro de sus propias conversaciones y momentos. Justo ahora están compartiendo la mesa solo ellos dos, así que no esta mal pensar que es algo verdaderamente íntimo esa situación.

Solo son ellos dos.

Juntos.

Y Anna piensa que tal vez le puso mucha azúcar al café, puede sentir su corazón dulce en este momento y su cabeza comienza a llenarse de puras imaginaciones cursis.

Día y noche ⚘ 𝘁𝗽𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora