Yeiver es mas atrevido de lo que parece.

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*Suspirar* «Otra vez esto... bueno, mejor tomo asiento». —Me quité el bolso de la espalda, lo tiro en un mueble individual y me dejo caer al lado de Marcus—, ¡Presta pa' ver compa! —Inclino mi cabeza para ver el juego.

—¡Ah , Yeiver cuando llegaste!? —Dice Marcus asombrado.

—¡Mano avisa cuando entres, que puto susto! —Agrega Camila estupefacta por mi presencia.

«.........»

—¡No mamen, llegué saludando y son tan bestias que ni cuentan se dan! Ahora Marcus deja ver. —Me le acerco para ver la pantalla del Smartphone, solo mostraba la pantalla de carga de "Plantas Vs Zombies".

—Arrecha la marica ¿Tú no que tenías un teléfono? —Pregunta alejado el teléfono con sus manos.

—... Verdad.

—Haber ¿Enserio? —Preguntó Camila acercándose a mi posición—, ¡Muéstralo por favor!

—¡Oye!

¡«Ah, muy cerca pero... demasiado»!

Antes la petición, me levanté del sofá, moví los cierres del morral y saqué un Smartphone con una funda beige.

—Es este... —Dije pasándoselo a ella.

—¡Más fino! —Dice tomándolo de mis manos como un relámpago, miraba mi Smartphone asombrada como una niña en una confitería con los ojos brillosos.

«¿De qué se sorprende? Si el suyo es mejor que el mío» —Pensé levantando una ceja.

—Verga mano por fin tienes teléfono. —Palmeándome la espalda me felicita Marcus—. Y... ¿Es nuevo?

Desde pequeño me han dado cosas de segunda mano, siempre he cuidado las cosas y las ajenas con sumo resguardo, una vez me prestaron una PS3 y solo jugué dos juegos porque me daba ansiedad tocar mucho las cosas ajenas, cuando mi familia vio que ya era momento e tener un Smartphone me sentí un poco feliz de tener algo "Nuevo" inmediatamente les conté a mis amigos y se alegraron por mí.

—No. Era de mi hermana pero... —Ambos miramos a Camila aun fascinada con mi Smartphone—, Parece que a ella le gusta demasiado.

—Si... se le pasará en un rato y... —Me mira—, Pregunta.

—Suelte. —Rápidamente contesté.

—Tienes chip ¿verdad?

—... Esto... pues... nop.

—... ¡Coño mano esa vaina da pena!

«¿Este de que habla si ni puerta tiene en el cuarto?».

—¡Por al menos yo tengo uno!

«Aunque en parte tiene razón».

—¡Huh! Hump, no puedo argumentar contra eso. —Derrotado desvió la mirada y suspiró—, ¿Ahora qué hacemos? —Preguntó Marcus rascándose la sien derecha.

—No creo ser la persona a la que debas preguntar.

—¿Huh?

—Después de todo ustedes son los que piensan en esas cosas ¿O me equivoco? —Metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón—. Yo solo contribuyo ¿no? Aparte no es que tenga mucha imagina... ¿Eh?

Camila se pone frente a nosotros, extendiendo su mano hacia a mi devolviéndome mi Smartphone.

—Gracias...

Los Relatos Poco Normales de Yeiver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora