11.3 ¡Entrenamiento Riguroso! (Parte 4)

397 40 0
                                    

. . . . .

. . . .

. . .

. .

.

.

.

Me quedé viendo su espalda unos segundos. Levantó una de las velas y la sopló.

― ¿Te vas a quedar allí parada?

Habló sin voltear.

― Dijeron en la recepción que te habías ido al muelle del faro, ¿fue divertido?

Yo no decía nada. Me acerqué unos pasos.

― Al menos trajiste algo de com...

Me arrodillé tras ella y la abracé por los hombros.

― Yong...

― No lo vuelvas a hacer... ―dije escondiendo mi rostro en su cuello.

― ¿Cómo?

― ...MoonByul, no te vuelvas a ir así...

No podía controlarlo, creo que mis ojos estaban húmedos, ella lo sintió.

― ...yo pensé...pensé que te había pasado algo, y... ―me sentía muy aliviada de tenerla sana y salva, no sé por que las lágrimas empezaron a salir.

― Aigooo, Yeba, ¿Qué dices? nunca salí de la villa.

Ella sacó sus piernas del agua y se hizo para atrás aún sentada en el suelo.

― Ven acá ―deshizo mi abrazo.

Shiro... ―dije en un puchero.

Me ignoró y me tomo de las muñecas, en un hábil movimiento me sentó en su regazo.

― ¿Estabas preocupada por mí? ―secó mis lagrimas con su pulgar.

Anio... ―quité su mano.

― ¿Dices que no saliste corriendo a buscarme? ―acarició mi cabello.

― Ani...

― ¿Dices que no estuviste buscándome con desesperación? ―apretó mi mejilla suavemente.

― ¡Aish! ―me conocía perfectamente, la golpeé en el hombro.

― ¡Moon Byul! ¡¿Dónde te habías metido?! Tú auto no estaba... ―le reclamé con otro puchero.

― ¡Ah, eso!, me pidieron en la recepción que lo estacionara del otro lado ―explicaba ―, estuve en el gimnasio todo el tiempo, era el único lugar en el que no había nadie, y en el que tú no entrarías ni de broma ―sonrio.

― ¡Ah, ah! ¡No es justo, estaba tan asustada y no..!

Sentí sus labios cálidos, me había interrumpido con un beso.

― Perdón Yong... —me miró con ternura.

― ¿P-Por qué?

― No debí presionarte, sé que esto es difícil para las dos, es solo que...

No la dejé terminar, ahora yo le devolvía el beso robado.

― Yong, en serio ―se alejó un poco ―, si aún no es el momento...

― ¡Shhhhh! ―puse mi índice sobre su boca, era mi turno.

Empecé a desabotonar mi camisa de arriba hacia abajo.

Ella abrió sus ojos como platos, me hizo sonreír.

― ¡YongSun! ¡¿Q-qué estas ha-haciendo?!

No le dije nada, disfrutaba teniéndola con la guardia baja.

Hice las solapas de mi camisa hacia un lado y la dejé ver mi cuello.

―¡YongSun no pienses que yo soy así, no es...! ―la vi pasar saliva, era divertido ponerla nerviosa.

―...Es...¡Es el collar! ¡¿Cómo?! ―empezó a palpar sus bolsillos ―¡No me di cuenta! ¿Cuándo? ¿Dónde?

Torcí una sonrisa y me levanté de sus piernas, ella me siguió como esperaba.

― ¡¿A dónde vas?! ¡¿Qué significa YongSun?!―me exigía.

La ignoré unos momentos mientras buscaba algo en mi teléfono.

La canción de hace rato empezó a sonar en el equipo de música que ella había preparado.

Me acerqué confiada y coloqué mis manos en su cuello para acercarla, ella seguía nerviosa y adorable.

― ¿Qué pasa Moon? ¿A dónde fue esa confianza?

Ella cambió su rostro confundido a uno de determinación y me pego a su cintura.

Bailamos lento hasta que la canción se detuvo, incluso seguimos bailando en silencio.

― Lo mandé hacer especialmente para ti, Yong... ―se refería al collar ―¿Te gustó?―me miraba expectante.

―Mmm, pudo haber estado mejor...

― ¡YONG!

― ¡Ja, ja, ja, ja!― me reí, su rostro descolocado valió la pena.

Antes de que protestará, cogí sus mejillas de hámster entre mis manos y le dejé un casi beso, solo rosando nuestros labios.

― Me encantó, gomawo Byulie.

Su rostro se iluminó, pero luego volvió a ponerse seria.

― Yong, incluso si no es el momento, lo entenderé, si aún no estas lista para ser mi novia, lo entenderé...
...porque te amo, YongSun.

Lo sabía, sabía perfectamente que eso era lo único que faltaba entre nosotras, lo que sentíamos desde hace años estaba aclarado y siempre fue mutuo, en el fondo, yo tampoco quería esperar.


―Si quiero...―


Dije sin más rodeos.

―Si quieres... ―repitió ― ¡¿Si quieres?!

Me miró sorprendida.

Asentí con mi cabeza.

―¡Estas, es decir tú, tú y yo..!

Me reí, verla así de torpe no era algo común.

Aigooo, Moon Byul Yi, ¿Cómo puedo tener por novia a un hámster tan torpe?―

Me quejé de broma.

―¡YOOONGGGG!

Me abrazó con euforia, me levantó del suelo y me dio vueltas.

― ¡Ah! ¡Moon!, ¡Easy, easy! ―traté de calmarla.

Cogió mi rostro entre sus manos y me besó, estaba tan feliz como una niña pequeña, y yo lo estaba más...





𝄞 La Clave de Sol ✰(MoonSun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora