Te Leo Esta Noche [Kiribaku]

•Cintia e Iris•

Una tarde de otoño cualquiera, principios de diciembre. Ya parecía más navidad que halloween, la estética blanca ya sustituía a la marrón y naranja.

Aiko estaba en casa de sus abuelas, ya que sus padres habían decidido ir a una cena con toda la que era la clase A.

Iris estaba en la cocina, mientras Cintia estaba viendo la serie que tanto le encantaba a su pequeña, la cual en secreto también disfrutaba.

-¿Entonces esta es la serie favorita de papi? -Aiko señaló la televisión.

-¡Sí! De hecho estuvo viviendo en París durante casi dos años. -Sonrió.

-¿Allí conoció a papá? -Sus ojos brillaban.- He oído que es la ciudad del amor.

-No, de hecho se conocieron en la preparatoria. -Señaló una foto que había de ellos dos en esa época encima de una mesa.

Aiko se levantó corriendo a mirarla entusiasmada.
Ya que siempre que estaba en casa de sus abuelas descubría detalles nuevos, era muy curiosa, le gustaba investigar y descubrir cosas nuevas.

-¿Y tú? ¿Cómo conociste a la abuelita Iris? -Preguntó sin dejar de mirar la foto.

-Bueno, es una historia graciosa. -La levantó para llevarla hasta el sofá y sentarla en sus piernas.- Hace unos treinta y seis años...

[...]

-Tú alma gemela es algo extraña. -Habló una de sus amigas.- Responde solo con monosílabos. -Rió.

-¡Oye, que esto es serio, llevo esperando dos años para esto! -Le dio un golpe amistoso en el hombro.

-¿Entonces es dos años menor que tú?

-Eso parece. -Entraron a clase.

-¿Y si es alguien de primer año? -Preguntó mientras se sentaba en su lugar, que estaba al lado del de Cintia.

-Eso es obvio, boba. -Apartó la mirada para observar el resto de la clase.

-Digo de esta misma preparatoria...~ -Canturreó.

-¡No me des falsas esperanzas! -Lloriqueó.

-No lo hago, simplemente soy optimista. -Guiñó un ojo.

La profesora entró a la clase y empezó a hablar en inglés, con una pronunciación bastante exagerada.

[...]

-Era una de las preparatorias femeninas más conocidas de todo Japón. A mi familia no le faltaba de nada, tenía todo lo que quería. -Habló mirando a Aiko.

-¿Preparatoria femenina?

-Solo asisten chicas. O al menos en mis tiempos era algo más... Anticuado digamos, y asistían también chicos, pero no les reconocían como tal. Por eso tenían que callarse y ocultarse. Porque las profesoras eran muy estrictas, y tenían el derecho de pegar con reglas o estirar gomas elásticas en los brazos a todo el que rompiera las normas o no era como el resto.

Aiko parpadeó dos veces sin entender muy bien.

-En... En un futuro entenderás. Ahora los tiempos están cambiando, pero aún queda mucho por luchar.

-Eso es bueno. Estoy feliz. -Sonrió.

-Yo también, querida.

Cintia desvío la mirada a una foto de su antigua compañera de clase y sonrió triste.
Ella estaría orgullosa de todo lo que se ha avanzado y de verla así de feliz junto a Iris.