El sonido de las teclas inundaba toda la pequeña habitación, era domingo por la tarde y la fresca brisa del inicio de la primavera ondeaba las cortinas sobre la ventana, al tiempo que refrescaba cada rincón del lugar.
Jane tecleaba afanadamente, llevaba más de dos semanas redactando su proyecto universitario exigido para poder graduarse de curso. Sus manos estaban enfocadas en desarrollar el contenido del tema, pero su mente divagaba cada cinco minutos buscando distraerse, era aburrido y no veía pronto fin a su enclaustre. Hacía más de tres días que no colocaba música en la computadora, le daba jaqueca y a veces ni recordaba que debía cenar. Debbie, su hermana y compañera de piso había empezado a preocuparse por ella y le exigía que al menos se alimentara a tiempo para no hacerla pasar un sofoco.
-¡Jane! -Dijo Debbie apoyándose en el marco de la puerta y clavándole los ojos a la chica frente al computador- Son las 2:30 de la tarde ¡debes almorzar!
-Deb, déjame en paz... -Respondió ella en un suspiro- No tengo hambre y hoy he perdido demasiado tiempo, no he avanzado nada de este estúpido proyecto.
-No te dejaré en paz hasta que almuerces -replicó la mayor- le prometí a mamá que te cuidaría y no dejaría que te pasara nada, si se entera que te estás saltando comidas el regaño va a ser para mi.
-¿Quieres largarte de mi cuarto para que al menos pueda avanzar otro poco más? -Insistía Jane sin despegar sus ojos de la pantalla, intentando teclear algunas palabras- Más tarde almorzaré, yo veré en qué momento, ¡no tengo hambre ahora!
-Ok, me largo, no voy a pelear contigo, debo ir a mi reunión de trabajo. Espero no regresar tarde y encontrarte inconsciente en el piso.
-¡BIEN! Almorzaré en cinco minutos, solo deja de hablarme para poder concentrarme. -Debie Sonrió, en cierto modo disfrutaba molestar inocentemente a su hermana.
-Te llamaré apenas llegue a la oficina para comprobar que sí almorzaste, envíame foto al chat del plato vacío...
-¡SI MAMÁ!... ¿PUEDES IRTE YA?
Debbie bufó a eso último que su hermana menor dijo sin siquiera mirarla. Sacó las llaves del auto del bolsillo trasero de sus jeans y dio media vuelta retirándose de la habitación.
-¡Ah por cierto! Mamá que la llames, te has olvidado de ella. -Dijo Deb antes de salir del apartamento- ¡Adios!
Al escuchar el sonido de la puerta cerrarse Jane dio un largo suspiro cerrando sus ojos. Una notificación llegó a su teléfono obligándole a reincorporarse. Al desbloquear el aparato un aviso emergente le hizo saber que un nuevo capítulo de su podcast favorito de misterio había sido subido a la plataforma.
-Muy bien, -respiró profundo- Hora de una pausa, puedo escucharlo antes de almorzar.- Enseguida estiró la mano agarrando sus audífonos y conectandolos al equipo para poder darle reproducir al episodio: "Fantasmas en el ático".
Jane a sus escasos 24 años estaba segura de dos cosas, la primera que el chocolate caliente era la mejor bebida del mundo y segunda que los eventos paranormales existían y su fascinación por ellos era muy grande incluso sin haber tenido ningún suceso realmente significativo para contar. Inmersa en el podcast, no se percató como la pantalla de su computadora empezó de repente a fallar, el puntero se volvía loco de un lado al otro y el documento con su archivo de trabajo empezó a minimizarse y ampliarse una y otra vez.
El podcast estaba llegando a su punto clave de emoción y la adrenalina de la chica iba en aumento, el volúmen de sus audífonos estaba por las nubes y su corazón bombeaba a mil por hora mientras escuchaba atentamente cómo el narrador avanzaba en la historia, pero antes de poder concluir el relato, un estruendo proveniente de la escalera incendios ubicada en la parte de afuera de su habitación la hizo soltar el celular de la mano yendo este directamente al piso y acabando con la pantalla destrozada. Jane se reincorporó en la silla como pudo y se levantó para acercarse lentamente a su ventana y ver que había sido tal sonido.
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The guy upstairs | oneshot
Paranormal"La vida de una estudiante universitaria se ve interrumpida por la aparición abrupta de un extraño frente a su ventana un domingo por la tarde. Johnny, el chico que vive en el apartamento de arriba, cae de las escaleras de incendios acabando frente...